Por Dr. Marcelo Castro Corbat
En un documento de la OMC se informa que las exportaciones mundiales entre los años 1948 y 2007, crecieron 230 veces.
El crecimiento por regiones fue: América del Norte 137 veces; Europa 278; Asia 459; América del Sur 75 veces y África 97.
El crecimiento de algunos países fue: Alemania 1.599 veces; Reino Unido 241; China 2.282; Japón 3.576; India 114; Brasil 138 y Argentina 32 veces.
En los países de mayor crecimiento, hubo un ascenso social de pobres que pasaron a formar parte de la clase media.
Fueron países que buscaron su mejoramiento integrándose al mundo, aprovechando las infinitas posibilidades que ofrece, y compitiendo con los mejores.
El insignificante crecimiento de Argentina se debe a las demenciales políticas iniciadas hace sesenta años, que destruyeron la producción y anularon la capacidad exportadora, lo que derivó en el aumento de pobres, y la caída de la calidad de vida de los argentinos o la emigración.
Solo el sector privado puede revertir el desastre, si se lo deja trabajar.
Vivir con lo nuestro, culpar a "los otros" de nuestro estancamiento o con magias para mejorar al pueblo, son expresiones de mentes deformadas.
El porvenir argentino depende de integrarse al mundo, competir y exportar.
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
06/02/09
En un documento de la OMC se informa que las exportaciones mundiales entre los años 1948 y 2007, crecieron 230 veces.
El crecimiento por regiones fue: América del Norte 137 veces; Europa 278; Asia 459; América del Sur 75 veces y África 97.
El crecimiento de algunos países fue: Alemania 1.599 veces; Reino Unido 241; China 2.282; Japón 3.576; India 114; Brasil 138 y Argentina 32 veces.
En los países de mayor crecimiento, hubo un ascenso social de pobres que pasaron a formar parte de la clase media.
Fueron países que buscaron su mejoramiento integrándose al mundo, aprovechando las infinitas posibilidades que ofrece, y compitiendo con los mejores.
El insignificante crecimiento de Argentina se debe a las demenciales políticas iniciadas hace sesenta años, que destruyeron la producción y anularon la capacidad exportadora, lo que derivó en el aumento de pobres, y la caída de la calidad de vida de los argentinos o la emigración.
Solo el sector privado puede revertir el desastre, si se lo deja trabajar.
Vivir con lo nuestro, culpar a "los otros" de nuestro estancamiento o con magias para mejorar al pueblo, son expresiones de mentes deformadas.
El porvenir argentino depende de integrarse al mundo, competir y exportar.
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
06/02/09
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