"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 10 de febrero de 2010

Tres noticias insoportables para la cúpula del poder

Según todos los dirigentes peronistas, el senador santafecino sería, en las actuales condiciones, el único en condiciones de ordenar el peronismo, de abroquelar a los gobernadores justicialistas en otro proyecto y de vaciar de votantes al kirchnerismo.
Por Joaquín Morales Solá

Sólo en la Unión Soviética era posible difundir que el líder estaba más sano y radiante después de una seria crisis de salud. [1] Es, sin embargo, lo que trataron de hacer aquí los voceros del kirchnerismo. Ese esfuerzo por disimular, seguramente vano, indica otra cosa: el oficialismo no puede prescindir en estas horas del hombre que lo gobernó con mano firme durante siete años largos. La indisciplina partidaria, la inminencia de las sesiones ordinarias del Congreso, la crucial necesidad de aprobar el DNU sobre el manejo de parte de las reservas y la aparición sorpresiva de líderes más populares dentro del peronismo hicieron extremadamente peligrosa la imagen de vacío en la conducción del kirchnerismo. Esa es la verdad.

Sin embargo, tres novedades últimas adquirieron la categoría de insoportables para la ya frágil solvencia política de la fracción gobernante. La primera de ellas es la imparable onda expansiva que provocó la revelación sobre la compra de 2 millones de dólares por parte de Néstor Kirchner. Ese hecho erosiona el principal proyecto electoral de Kirchner: convertirse él, en 2011, en el único líder capaz de expresar las opiniones progresistas del país. Ningún progresista serio avaló sus negocios personales.

La otra noticia fue la reaparición de Carlos Reutemann con un mensaje demoledor para la diarquía gobernante. Cualesquiera que hayan sido los destinatarios de su acusación (los Kirchner o sus aliados), lo cierto es que el senador le envió un inconfundible mensaje a la sociedad sobre sus ideas acerca de prácticas corruptas entre los que gobiernan. No hay ningún otro político al que el matrimonio gobernante le tenga más fe electoral que a Reutemann.

No se equivoca. Según todos los dirigentes peronistas, el senador santafecino sería, en las actuales condiciones, el único en condiciones de ordenar el peronismo, de abroquelar a los gobernadores justicialistas en otro proyecto y de vaciar de votantes al kirchnerismo. Esos temores han creado una excepción notable: Reutemann es el único político con el que Kirchner no quiso confrontar nunca. Les replicó a George W. Bush y a Barack Obama (entre infinidad de políticos, empresarios y periodistas a los que sacudió en atriles y tribunas), pero jamás mencionó ni aludió a Reutemann en público.

Reutemann no ha sido un adversario menor de los Kirchner en los últimos años. Fue él, en rigor, quien preparó como un orfebre la derrota de la resolución 125 en el Senado, que terminó ejecutando Julio Cobos. “Reutemann le puso la pelota en los pies y le sacó el arquero para que Cobos pateara el penal”, suele ironizar un senador del peronismo. No obstante, nunca Kirchner habló de Reutemann; sólo sus voceros menos calificados (Hugo Moyano, Luís D´Elía o Carlos Kunkel) despotrican contra el senador. “Esas críticas son como elogios para quien quiere ganar la opinión pública”, dijeron cerca de Reutemann.

Sería apresurado, con todo, señalar que Reutemann se ha lanzado a la elección presidencial. No lo hará, por ahora. Nunca le gustó el desgaste prematuro de las campañas electorales y sabe de antemano que la próxima compaña será la más dura, tal vez, desde la restauración de la democracia. “Es probable que sea candidato, pero sólo a última hora”, aseguran quienes lo escuchan.

La tercera novedad (tan debilitante como la presencia inesperada de un líder popular) es el efecto devastador de la inflación sobre la ya poca credibilidad social que tiene el oficialismo. Desde los taxistas hasta las secretarias, pasando por los ingenieros y los cartoneros, la queja por la suba de los precios es casi el único el tema de conversación. Un gasto público descontrolado y la muy escasa inversión han creado una situación en la que la demanda es mayor que la oferta. Desde que el mundo es mundo, la inflación sucede y se reproduce cuando eso ocurre.

Así como Kirchner no habla de Reutemann, la Presidenta no habla de la inflación. En sus repetidas apologías de sí misma, Cristina Kirchner sólo menciona las maravillas de un país excluido del mundo. El problema actual de muchas naciones es que los mercados amenazan con dejarlas afuera, pero a la Argentina no la pueden amenazar con esa sanción: ya está fuera de los mercados desde hace ocho años.

En su discurso de anteayer, en Ezeiza, se olvidó también de que es una jefa de Estado y que tiene la obligación de respetar a los otros países del mundo. Vapuleó a Irlanda por su crisis económica y les comentó a los obreros de los supermercados Coto (seguramente azorados ante reflexiones que nada tienen que ver con sus cosas) que hay un grupo de países al que le llaman PIGS (cerdo en inglés). Aclaró que no es el cerdo afrodisíaco mentado por ella, sino una metáfora de los desperdicios. No se quedó ahí y nombró a los países que integran ese grupo: Portugal, España, Grecia e Irlanda. El apodo de PIGS fue una creación de la prensa inglesa que ningún jefe de Estado mencionó nunca hasta que lo hizo Cristina Kirchner.

¿Qué explicación le dará de semejante mención a Rodríguez Zapatero, a quien llamaba “José Luis” para mostrar su amistad con él? ¿Qué le dirá al propio rey Juan Carlos, que le hizo favores hasta más allá de sus propios límites formales cuando la recibió como candidata presidencial? ¿Por qué no deslizó una frase ni un gesto de solidaridad con la crisis económica que vive España, cuyo gobierno tuvo una compresión, a veces en dosis inexplicables, con los berrinches de los Kirchner? Vale la pena una aclaración: el riesgo país de España era ayer de menos de 100 puntos; el de la Argentina superaba los 800 puntos.

Se equivocaría la Presidenta si creyera que esas alusiones quedaron sólo entre los vecinos de Ezeiza. En el mundo de hoy, la información corre veloz y Madrid ya tiene, con absoluta seguridad, la versión textual de su discurso, al que se puede acceder a través de la propia página de Internet de la Presidencia de la Nación.

Kirchner está mejor que antes, a pesar de que el sincero cirujano que lo operó confesó públicamente que la intervención debió hacerse con urgencia para evitar una grave lesión cerebral. La economía argentina es otro milagro, a pesar de que el Gobierno le pidió a la Corte Suprema de Justicia que lo ayudara a liberar las reservas por razones de extrema urgencia.

Como en los tiempos soviéticos, las cosas hay que leerlas al revés. Kirchner necesita una larga convalecencia, porque la operación que le hicieron fue realmente seria e importante. Y la economía argentina, aun con síntomas de reactivación, está acosada por la inflación y el déficit fiscal. La historia nunca es lo que quieren hacer de ella sus antojadizos relatores. La Nación

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REFLEXIÓN: ¿No les sorprende que nuestra Presidente no se haya fotografiado (tan adicta a ello)junto a su esposo después de la cirugía sí está tan recuperado?

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