"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 2 de marzo de 2010

Uruguay: "Asumió Mujica y afirmó que "nada se consigue a los gritos"

UNA CEREMONIA CON FIESTA Y EL LLAMADO A "UN RIO DE LA PLATA MAS ANGOSTO"

Ayer juró el cargo ante la Legislatura. Será el segundo gobierno consecutivo del centro izquierdista Frente Amplio. En su mensaje aludió al litigio con Argentina al señalar que espera que queden "despejados todos los caminos que nos unen".
Por: Néstor Restivo

Como se intuía, no se anudó a corbata alguna, aunque sí concedió un pañuelito blanco en el bolsillo de su traje oscuro.
Quizá algo nervioso, olvidó el celular y papeles en su chacra y debió volver a buscarlos. Pero llegó a tiempo al Palacio Legislativo, a las 2 de la tarde, y juró como nuevo presidente del Uruguay, José "Pepe" Mujica.
En su discurso, hizo una elipsis hacia Argetina, su deseo de que "el Bicentenario nos encuentre con un Río de la Plata más angosto, despejados todos los caminos que nos unen"

Y agregó: "Dentro de la Patria Grande, nuestro hogar latinoamericano, hay un dormitorio que compartimos, el Mercosur.
Ay, Mercosur. Cuánto amor y cuánto enojo nos suscita.
Pero en público no se habla de temas de alcoba.
Solo déjenme decir, para nosotros el Mercosur es hasta que la muerte nos separe, y esperamos reciprocidad de nuestros socios mayores".

Antes, en la escalinata con sol a pleno, lo recibió su esposa, jefa del Senado, Lucía Topolansky, de sencillo trajecito rosado, y luego recorrió de punta a punta la alfombra roja bajo los amplios vitraux y los adornos de bronce de un edificio de mármoles imponente, sobre todo para la mesura uruguaya, hasta llegar al plenario.

Juró junto al vicepresidente Danilo Astori y tras un beso de su mujer, Mujica leyó un texto ponderado por todos, profunda reflexión sobre el arte de la política como arma de transformación, y un llamado al consenso nacional para las estrategias de largo plazo.

Más tarde, en el otro discurso más de barricada, en Plaza Independencia, habló de nuevo tras recibir la banda presidencial de manos del saliente Tabaré Vázquez, en un acto más emotivo, rodeado de una multitud que colmó la avenida 18 de Julio. Vázquez ya había tenido su propia, improvisada y no menos emocionante despedida el domingo.

A los actos asistieron los líderes regionales Cristina Fernández, Lula da Silva, Evo Morales, Alvaro Uribe, Rafael Correa, Fernando Lugo y Hugo Chávez, además de Hillary Clinton por EE.UU. y otros invitados.

En el Congreso, Mujica habló de fabricar "túneles herméticos que atraviesen los partidos políticos con las grandes líneas estratégicas de los próximos 30 años". Para Mujica son educación y justicia social, infraestructura y energía, medio ambiente y seguridad ciudadana, la cual va mucho más allá del sesgo que le da la derecha en otros países.

"Nada se consigue a gritos. Podemos tener tornillos, pero otros tienen tuercas, de qué sirven unos sin las otras".
Escuchaban atentos ex presidentes y líderes colorados y blancos. Fue más lejos: "Consensuar grandes líneas, pues la idea de todo o nada es el mejor modo de que nada cambie".

Avisoró tensiones entre medioambiente y desarrollo: "estaré tironeado entre las promesas de expansión rural y la amenaza de agroquímicos y transgénicos". Por eso reclamó acuerdos, para decidir en conjunto. "En todo lo que no sean estas líneas estratégicas, cada uno cumplirá su rol, gobierno y oposición", y allí habló del manejo económico y de "la cara de perro con que vigilaremos al sector financiero". Añadió: "Seremos ortodoxos en la economía y heterodoxos y atrevidos en política estatal", por ejemplo con el gasto social que derrote la indigencia.

"El país cambió y, todos coinciden, para bien. Menos visible fue otro cambio clave, nuestra autoestima", indicó. Y al cierre: "Por una patria para todos..." (consigna tupamara) "...y con todos" (agregado 2010).

Al salir flanqueado por Blandengues, equivalentes a granaderos, una caravana popular lo siguió hasta la Plaza central (quizá la única en toda América latina donde, estando el Ejecutivo, no está la Catedral). Viajó un tramo en el Pepemóvil eléctrico y otro a pie, de la mano de Lucía, como cualquier pareja de gente madura caminando por una calle montevideana, como detrás lo hacían Astori y su propia esposa, saludando a la alegría presente.

Hasta los guardaespaldas mateaban, y varios hacían el día vendiendo banderas y tortas fritas.

En la Plaza, Tabaré y Mujica se sentaron frente a un escritorio subido al estrado, en dos grandes sillones de madera tallada y pana roja. De arriba, los vigilaba la estatua de Artigas. Mentaron la emoción que tenían, los delató un micrófono mal abierto.

Luego de recibir el mando, "Pepe" habló más relajado. No leyó, improvisó y se dirigió "a ti, querido pueblo". Y sentó a su lado a "un imprescindible de los de abajo, el Peludo, que vive en un rancho del norte por donde paso cuando voy por ahí, que milita hace años sin pedir nada".

Al atardecer fue la música. Los Olimareños, Viglietti, Larbanois-Carrero y la murga Agarrate Catalina. Las banderas flameando adelante.

Colaboró GUILLERMO PELLEGRINO

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