"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 21 de abril de 2010

La estrategia del demonio...

La astucia más genial del demonio es convencer a los cristianos de que el no existe.

Por Beatriz Borregales / GENTIUNO.com

Teólogos de gran calibre, dudan de su existencia, como ya no hace gala de sus cuernos y sus caprinas patas, como no se le aparece a nadie con esta horrenda figura, muy simplemente, se le niega su existencia.
¡Grave error!

El Ángel caído está cada vez más presente en nuestro mundo, el Papa Juan Pablo II, afirmó varias veces que “Quien no cree en el demonio, no cree en los evangelios”.
Categóricamente lo expresa: no es cristiano.
Satanás es protagonista con papel estelar en la Historia del genero humano.
Su nombre, traduce del hebreo, el Adversario, el Enemigo, el Acusador, el Calumniador. Miedo inspira, pero peor es ignorarlo.

La indiferencia es todavía más peligrosa que el miedo, porque esta termina en complicidad culpable de las ofensas diabólicas.
Con los ojos atónitos y el corazón acongojado, vemos los católicos la campaña de prensa diabólica por definición, emprendida contra nuestra Iglesia, dirigida contra la persona de su Santidad el Papa Benedicto XVI
¿Por qué y quienes lo hacen?... ¿cuáles son sus principales motivaciones?

La Iglesia Católica se opone categóricamente al aborto; al matrimonio entre personas del mismo sexo; al sexo gay; mantiene le celibato para el sacerdocio; la Iglesia Católica tiene una postura clara en relación al terrorismo musulmán...
Condena la violencia y es una clara voz en las denuncias de injusticia social en el mundo.

Es doctrina de fe, que la humanidad era prisionera y esclava del demonio, antes de la venida de Cristo.
Después de la venida del Hijo de Dios, fuimos redimidos, rescatados, salvados con Cristo, con Él y en Él.
La estrategia del adversario es aniquilar el mensaje del Redentor, por lo que su objetivo es aniquilar la Iglesia en la persona del Papa, acusándolo, señalándolo como encubridor de uno de los crímenes más despreciables, más aberrantes, como es la pedofilia.

Estamos dentro de la tempestad, la oscuridad del pecado es sacado a la publicidad, cargamos con la vergüenza de clérigos enfermos que han hecho daños irreparables, se le acusa al Papa de encubrir los abusos bajo el “secretum pontificium”. Y me pregunto:
- ¿La denuncia pública de estos criminales, recuperaría la inocencia perdida de las victimas?
La respuesta es un rotundo ¡No!

Otra visión de esta demoníaca conspiración es la ambición de poder, no existe en el planeta tierra, poder espiritual más visible y magnífico que el que posee la Iglesia Católica, con más de mil trescientos millones de bautizados en el mundo, atentos a la figura Papal, seguidores de la doctrina cristiana.

Esta realidad visible, causa celos y envidia a otros con un poder nada comparable, todo el oro, uranio, petróleo, ideologías, fusiles y armas nucleares del mundo, no se comparan con el poder espiritual de la Iglesia católica.

El demonio es envidioso y celoso, causa de su rebelión, se crece en la envidia y desea por todas las razones expuestas aniquilar la Iglesia y poseer su poder espiritual pero, para nosotros que creemos en el Evangelio:
“Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”


Beatriz Borregales / Abogada venezolana
beatrizborregales@gmail.com

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