NO a la violencia de barrabravas
Barrabravas, el sello del poder
Por Osvaldo Pepe - SECRETARIO DE REDACCION DE CLARIN
En Sudáfrica estaban más informados que en Migraciones de Ezeiza, ya que a diez barrabravas argentinos les rechazaron la entrada por sus antecedentes.
Mientras tanto, acá nadie se hace cargo aún del viaje de unos 300 barras para alentar a la Selección. Es una táctica conocida.
Se la llama dispersión de las responsabilidades: si todos se acusan entre todos, es muy difícil saber quién fue.
Grondona, que maneja con puño de hierro el fútbol argentino desde los tiempos de la dictadura, fue el adelantado de las presencias barrabravas en un torneo Mundial. En España 1982 piloteó desde las sombras las gestiones de la luego frustrada presencia de barras en un torneo mundialista.
Su contacto fue entonces el ya fallecido Carlos Alberto de Godoy, conocido como “El Negro Thompson”, jefe histórico de la barra brava de Quilmes.
Los actuales “hinchas caracterizados”, eufemismo si los hay, no son un grupo homogéneo, aunque coincidan en su tono de fuerza de choque y en gozar de una larvada simpatía oficial.
Unos responden a Maradona y a Bilardo y los otros son más propiamente kirchneristas, guiados por Marcelo Mallo, jefe de una ONG llamada Hinchadas Unidas Argentinas, y también, como “El Negro Thompson” en 1982, un influyente puntero quilmeño. Tal vez muestren en las tribunas trapos alusivos a las candidaturas para 2011 y ataques a los medios.
Se habló mucho de aprovechar el Mundial en las escuelas.
Los docentes ya tienen tema: podrían encargar trabajos sobre el uso político de grandes fastos deportivos.
Desde Hitler en los Juegos Olímpicos del '36 hasta Videla en el Mundial 78, pasando por algunas gestiones democráticas.
Más allá de los ejemplos extremos, desde ya lejos de la realidad argentina actual, siempre aparecerán las huellas del poder detrás de las expediciones de fanáticos subsidiados por extraños mecenas futboleros.
Con acceso denegado
La organización sudafricana prohibió el ingreso al país de hinchas con antecedentes penales, entre ellos tres cabecillas.
Deberán volver al país "Pillín" Bracamonte, líder de la hinchada de Central, y "Bebote" Álvarez, de la de Independiente.
Por Nicolás Balinotti / La Nación
PRETORIA.- A la tropa más dura de los barras de la agrupación kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) la esperaban en la escuela que alquilaron un asado, cerveza y una caravana para irrumpir en el primer entrenamiento abierto al público que ofrecía ayer el seleccionado. El primer contingente de 15 personas, en su mayoría de Quilmes, algunos de ellos empleados municipales, había desembarcado en esta ciudad un día antes. Este grupo se encargó de organizar un agasajo para los 80 muchachos que se sumaban provenientes de Luanda. Sin embargo, la bienvenida no pudo haber sido peor. Diez de los 80 barras, entre ellos los tres cabecillas, fueron detenidos en el aeropuerto O.R. Tambo y serán deportados hoy rumbo a Buenos Aires en el vuelo DT578.
El aire estaba tenso en la sala de arribos. Al jefe de Migraciones sudafricano poco le importó que uno de los diez hinchas vedados hubiera bajado del avión con una autorización judicial bajo el brazo, algo desafiante, dispuesto a cruzar las barreras de seguridad a cualquier precio.
Este episodio vincula a Andrés "Pillín" Bracamonte, el líder de la hinchada de Rosario Central, que fue acreditado el viernes pasado por la jueza Silvia Lamperti para salir del país a cambio de presentar avales económicos.
Entre los otros detenidos sobresale también la historia de Sergio Gustavo "Flay" Roldán, a quien la camarista tucumana María del Pilar Prieto le había rechazado el viernes la posibilidad de salir del país.
Roldán es uno de los líderes de la Banda del Camión, de San Martín de la citada provincia, y aún cumple una condena por tentativa de homicidio por la muerte de un adolescente de 14 años.
Roldán cruzó los controles de Ezeiza, en Buenos Aires, sin inconvenientes, dejando huellas de impunidad.
"El gobierno local consideró que estas personas no son conducentes a lo que pretende para los festejos del Mundial. Sudáfrica se reserva el derecho de admisión", informó a LA NACION el cónsul general argentino, Carlos Rubio Reyna.
(...)
PD: Según mi criterio, no amerita detallar quienes fueron deportados...
Sí agregar el relato del periodista Enrique Gastañaga (Clarín):
- "Habían partido de Ezeiza y, en el vuelo, no se portaron bien. Lo mismo en la escala de Río de Janeiro... Muchos cantos, gritos, desubicaciones.
La policía brasileña los contuvo hasta que partieron hacia Luanda (capital de Angola)
En el trayecto, la policía nacional brasileña "alertó" a sus enviados al Mundial. Estos hicieron lo mismo con sus pares argentinos aquí, y la cadena concluyó en la Policía Nacional Sudafricana
No hay comentarios:
Publicar un comentario