"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 19 de julio de 2010

Sadismo y Masoquismo

Sadismo

El sadismo es una característica de la naturaleza humana, difícil de identificar en otras especies, ampliamente documentada desde los orígenes de la especie mediante hallazgos antropológicos y obras históricas.
Los actos de crueldad elaborada, excesiva o gratuita contra animales, personas y colectivos constituyen una constante en el desarrollo de la humanidad, frecuentemente justificados como exigencias de mantenimiento de la disciplina, del orden familiar, del orden social, del orden divino, de necesidades de sometimiento, ejemplificación o retribución, y consecuencia de los actos de guerra.

Muchas sociedades han llegado a transformar algunos de estos actos de crueldad en festejos colectivos, como es el caso del circo romano o la tortura y ejecución públicas de los condenados.
La realización de algunos de estos actos de crueldad constituye mandato divino en la mayoría de las religiones, si bien en algunas ocasiones estas mismas religiones actuaban de limitadores de los mismos.

Por lo común, tales actos de crueldad se han considerado malignos cuando se realizan por razones exclusivamente personales y privadas, al margen de estos mecanismos de socialización o sacralización.
Por ello, resulta complejo separar la crueldad y el sadismo de sus justificaciones sociales en tiempos anteriores a la Edad Moderna, y sólo nos han llegado noticias de sádicos históricos cuando el uso privado o el nivel y grado de elaboración de la crueldad llamaron la atención de sus coetáneos.
Este es el caso de personajes como Calígula, Tiberio, Gilles de Rais, Vlad Tepes, Murad IV, Isabel Báthory o Catalina la Grande.

En general, la crueldad es indistinguible del ejercicio del poder familiar o social hasta la llegada del humanismo renacentista y la plasmación final de la singularidad individual en las declaraciones de derechos de la Edad Moderna.
Por tanto, resulta imposible hasta este momento diferenciar claramente el disfrute personal de la crueldad de los ejercicios de crueldad colectiva.
Y quienes comenzaron a hacerlo, fueron rápidamente caracterizados como pervertidos o psicópatas.

Masoquismo

La observación histórica y antropológica del masoquismo resulta aún más oscura. En el periodo pre moderno, el masoquismo quedó enmascarado por el hecho de que el comportamiento óptimo de todo súbdito —a diferencia del ciudadano— es análogo al de un esclavo masoquista: reconocimiento de la autoridad y de la sujeción a la misma, obediencia sin paliativos, aceptación activa del orden impuesto y de los métodos de castigo utilizados para mantenerlo, cooperación en los mecanismos represivos, etc.

Tal comportamiento fue reforzado especialmente en las mujeres durante todo el periodo patriarcal.
Adicionalmente, en tiempos de gran crueldad y brutalidad, no resultaba difícil provocar situaciones que se resolvieran mediante la aplicación de control y dolor fácilmente predecibles en intensidad y alcance por el contexto cultural.

Este enmascaramiento dificulta enormemente la identificación de masoquistas conocidos en la historia y obliga a deducir su existencia de sus acciones, lo que siempre resulta discutible.
Este sería el caso de algunos mártires y también de ciertos líderes, que buscaron activamente su propia destrucción aunque las circunstancias no lo exigieran.
Asimismo se trasluce en algunos personajes literarios, como el caballero Lancelot de las leyendas artúricas.

En todo caso, el masoquismo es igualmente una característica de la naturaleza humana que no se halla en otras especies.
Son incontables las personas que buscan y mantienen situaciones en las que resultarán dañadas, humilladas, castigadas e incluso torturadas o destruidas.
Hay quien afirma que las sociedades organizadas serían imposibles sin estos rasgos masoquistas en una mayoría de la población.

El masoquismo parece hallar su satisfacción en:

< Las sensaciones de orden, control y predictibilidad de los acontecimientos, contra los impulsos propios y ajenos de naturaleza caótica.
< El abandono temporal o permanente de las propias responsabilidades, sobre todo cuando éstas resultan muy agobiantes, retornando a un estado "infantil" más libre dentro de su dependencia de otros.
< Ocasionalmente, reproducción y liberación de experiencias infantiles traumáticas, lo que refuerza el elemento anterior.
< El alivio de las sensaciones de culpa a través del castigo, que refuerza los dos elementos anteriores, en caso de darse.
< Los factores de intensa excitación sexual vinculados a estas actividades.
< En algunos casos, la reivindicación del propio ser desde un papel de víctima sacrificada o dispuesta...

WIKIPEDIA

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