Un amigo fue a pasar unas semanas en un hospital en el que numerosos pacientes recibían radioterapia.
Algunos sufrían mucho, sintiéndose muy angustiados. Lo que llamó la atención de mi amigo fue que las charlas entre pacientes siempre parecían girar en torno de Dios y de la fe.
Al pasar por un momento de sufrimiento, de fragilidad, o sentir la muerte cerca, se pone uno a hablar de lo esencial, de las preocupaciones y esperanzas más recónditas.
Ya nadie amenaza a nadie; por el contrario, las personas comienzan a abrir sus corazones los unos a los otros.
Jean Vanier - Busca la Paz, P17
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