Nadie puede garantizar que no tendría un comportamiento parecido al de CHÁVEZ o al de EVO MORALES. Hay antecedentes que justifican la preocupación
En todo caso, la participación del Estado por sobre las Empresas, ha de estar referida al cuidado del estricto cumplimiento de las leyes y que éstas sean de utilidad para la Nación y no para los Gobiernos de turno ...
Cuando los KIRCHNER gobernaban Santa Cruz, las únicas Empresas que recibían apoyo oficial, estímulos o incentivos especiales, para su instalación en ese territorio, o para su funcionamiento normal, o al menos no eran asediadas por el oficialismo, eran aquellas en las que el Gobierno tenía algún interés particular.
Y ya se recordó además en ENFOQUES POSITIVOS, no hace demasiado tiempo, el estilo característico de NÉSTOR KIRCHNER que hacía que desestimara propuestas empresariales muy buenas para la Provincia, pero que él consideraba negativas para su estilo de hacer Política.
Incluso hasta dejaba de tener las consabidas ganancias personales que extraía de las obras públicas, a través del sistema de “retornos” que tan buen resultado le dio para su fortuna personal cuando llegó al Gobierno Nacional, si las propuestas recibidas le representaban alguna amenaza de mejorar la comunicación entre los santacruceños, lo que afectaría su cerrado modelo de gobernar, en el que, como todo proyecto autoritario, la buena y fluida comunicación entre los ciudadanos, resultaba peligrosa.
Desestimar, “ningunear”, y hasta rechazar propuestas empresariales serias, es una actitud altamente reprochable.
Las Empresas, debidamente controladas sí, por los organismos adecuados, para que se ajusten a las leyes vigentes, y cumplan con su verdadero cometido, el de producir y dar trabajo, constituyen un motor imprescindible para el desarrollo de la economía de un país, y un beneficio social que difícilmente pueda conseguirse a través de otros medios.
El último Viernes, el Diario LA NACIÓN, publicó una Carta de Lectores del Diputado Nacional (MC) ALBERTO NATALE, un prestigiado Político cuyo paso por el Congreso Nacional, hasta hace muy pocos años, representó un enorme ejemplo de probidad y decencia en ese terreno, el que no cuenta, lamentablemente, con muchos integrantes sobre quienes pueda decirse lo mismo.
NATALE, quien ha sido repetidamente entrevistado por este Portal y esporádicamente publica también aquí sus trabajos, habla precisamente en su Carta, de la importancia que tienen las Empresas en la Argentina, pero no como un tema tomado al azar, sino en respuesta a otra extensa nota que en el mismo Medio publicó dos días antes el ex Secretario de Cultura del kirchnerismo, JOSÉ NUN, cuyo título hace innecesario explicar qué dijo allí: “La riqueza no gotea ni derrama”.
El escrito de NATALE merece ser rescatado por el hecho de que en él se destacan, claramente explicados, los beneficios que ocasiona el buen funcionamiento empresarial. Parecería innecesario tener que, a esta altura, ocuparse de ese tipo de aclaraciones, pero ante un Gobierno que avanza sobre las Empresas, y que además, amenaza profundizar ese estilo, hace que más bien deban aparecer voces sanas que adviertan del peligro, y que, mostrando una gran cordura y afición a la verdad, recuerden cómo se puede originar la riqueza, y cómo ésta, alcance a muchos ciudadanos argentinos.
NATALE comienza así su carta:
“Un ejemplo doméstico, muy argentino: Cuando el campo ganó más, por los altos precios internacionales y mejores rendimientos, el productor agrario compró equipos nuevos, cambió el automóvil, mejoró su casa en el pueblo, renovó su vestimenta, gastó en esparcimiento"
También dice, más adelante, este santafecino que ve muy de cerca las consecuencias que describe: “Además, el Estado aumentó su recaudación de impuestos, lo que le permitió invertir más en educación, salud pública y muchas otras cosas. Si el Estado dilapida esos recursos con prebendismo, negociados, corrupción, como ocurre en la actualidad, no es culpa de los principios económicos, sino de la mala acción del Gobierno.
Diría un gaucho: “Más claro, échele agua …”.
Pero resulta que, en la confección de las listas oficialistas presentadas el último Sábado, para competir en las elecciones de Octubre próximo, hay personajes que meten miedo, en cuanto a esto del avance estatal sobre las Empresas.
Uno de ellos se llama ROBERTO FELETTI, quien vino desde el Ibarrismo hasta su actual cargo de Viceministro de Economía.
Dijo hace poco más de 15 días, en un reportaje, que había que “radicalizar el modelo populista” sugiriendo la posibilidad de la apropiación de la renta de determinados sectores de la Economía.
Todo un pronóstico alentador para las inversiones, como se ve, y tranquilizador para quienes ya hayan puesto su dinero en Empresas del país …
Pero también está el caso de AMADO BOUDOU, ahora confirmado como candidato a Vicepresidente, quien curiosamente pasó de integrar grupos de liberales en su juventud cercana, a convertirse ahora en un fervoroso defensor de políticas estatizantes, según así lo señalan quienes han escuchado recientes comentarios personales, en privado, del Ministro-candidato.
Sin olvidar los antecedentes de la propia CRISTINA KIRCHNER, en ese sentido …
Cualquier lector, ante estos comentarios, bien podría decir que si el Estado se hace cargo de Empresas que hoy funcionan bajo el control privado, o toma parte de sus ganancias, lo mismo podrían provocar el derrame y los beneficios que señala ALBERTO NATALE en su reciente trabajo.
Sin embargo, hasta el más desatento alguna vez habrá escuchado cómo terminan las Empresas que maneja el Estado, especialmente en los países de nuestra región, donde el populismo y la indolencia que aplican o han aplicado muchos de sus Gobiernos, hacen que dichas Empresas terminen endeudadas y a corto plazo desaparecidas.
Es que así como hoy bien se dice que el Gobierno argentino no se maneja con presupuestos, sino con “Cajas” sustraídas de los dineros públicos, siendo que los presupuestos, si son lógicos, discutidos, consensuados con la oposición, es decir, armados en base a lo que institucionalmente se exige para estos casos, sirven a sus objetivos previstos en las leyes, en tanto que el destino de esas “Cajas” es la promoción de los Gobiernos que las tienen a su cargo, y su uso arbitrario y caprichoso. Entonces es fácil adivinar que las Empresas del Estado servirán para que esas gestiones extraigan todos los beneficios que puedan de las mismas, y que otorguen los puestos de relevancia, de manera política, como hoy sucede, por ejemplo, con AEROLÍNEAS ARGENTINAS.
Lamentablemente es poco lo que se puede leer, escuchar o ver, de parte de los Medios de Comunicación, en el sentido de lo que aquí se está intentando explicar.
Y, si hubiera dudas sobre esta aseveración, habrá que observar que casi no existen comentarios mediáticos, que observen la gestión de la Empresa aérea mencionada, cuando las pérdidas anuales vienen incrementándose escandalosamente, y se conocen manejos políticos dentro de la misma, es decir, la utilización de sus recursos y servicios, en beneficio de los integrantes del Gobierno y sus amigos.
Lo de las Empresas que son manejadas por los Estados, o con amplia participación de estos sobre las mismas, pueden reconocerse exitosas, en otras culturas, no aquí en la Argentina, como tampoco lo serían en Paraguay, Bolivia, y tampoco en Venezuela.
No se trata éste, de un comentario peyorativo ni discriminatorio, sino sólo de un triste reflejo de la realidad.
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