"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 12 de agosto de 2011

Renglones al margen - Cuando el árbol a veces, no deja ver el bosque...


Claro que estos "Renglones", van en dirección opuesta a la razón del dicho.
Y en mi análisis es así y no por ello, los mismos deben ser aceptados por los demás.
Porque a mi modesto entender, el árbol, representa aquí,  el frondoso símbolo de lo sano, noble, bello de toda belleza y limpio de la más brillante limpieza.

El bosque en cambio, es en esta ocasión, un espacio embrujado, algo similar al del Señor de Los Anillos, con miles de árboles sin flores ni hojas, carnívoros algunos, esqueléticos con ramas que terminan en garras otros,  pero todos representan la pintura del desamparo, la miseria y en muchos casos  la muerte.

Porque el bosque es el gobierno que nos desgobierna, donde el Ministro de Economía, Amado Boudou, cantó ayer  consignas montoneras, siendo un traidor nato a su propia estirpe, cuando su origen fue la UCD.
Es el ministro sonriente y oscuro guitarrista y de dudosa moral.
Pero - siempre hay un pero - dime con quién andas y te diré quién  eres.

El Bosque, es el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que dijo:
"A los evasores hay que perseguirlos y meterlos presos", cuando él, pertenece a un gobierno que paga suplementos en negro, los sueldos a los integrantes en actividad de las Fuerzas Armadas y de Seguridad,  hecho que hace que dichos suplementos,  no lo cobren los retirados que están al borde de la pobreza absoluta.

El bosque es Hebe Pastor (ex de Bonafini), la madre adoptiva de Cristina Fernandez, cuya crueldad innata la transforma en un ser abyecto y despreciado por cuaqluier persona de bien, sin distinguir su clase social.
El bosque es Sergio Schoklender, varias veces abrazado y besado por Cristina Fernandez, que hurtó los dineros del pueblo.
El bosque es Hugo Moyano, que cree que las rutas, caminos y todo lo que tenga ruedas que transite por ahí, le pertenece.
El bosque es José Zanola, que jugó para enriquecerse con la vida de los enfermos de cáncer, vendiéndoles agua destilada por remedios oncológicos.
El bosque son los jueces Oyarbide y Zaffaroni, que hablan de moral, exhibiendo los genitales.
El bosque es Victor Hugo Morales, que era un anti K hasta que fue de alguna manera "convencido " de lo contrario.
El bosque es la diputada provincial de Santiago del Estero, pro kirchnerista Mirta Belma Jimenez

El bosque es Diego Armando Maradona, el cual criticó a Macri, porque nació rico, que  le da asco Duhalde,  que  Alfonsín le produce lástima, que el el mejor "chiste de Miguel del Sel", es el 35 % de votos que logró y que a su vez odia a Lilita Carrió, además de  otras barbaridades a que nos tiene acostumbrados este engendro,  que cree en Dios, pero que a su vez es pro-comunista.

Este "señor"  no es  solo consumidor sino un referente de la droga en Villa Fiorito, pobrísimo lugar donde vivió tortuosos años y que cuando llegó a la cumbre, - porque Dios le puso el cerebro en los pies -, jamás organizó un partido de fútbol, para hacer una escuela de ese deporte, con el fin de  sacar a los chicos de Fiorito de la calle y alejarlos del "paco" , que justamente se vende en la manzana donde el Dios (de acuerdo a Victor Hugo Morales) vivió su niñez y principio de su adolescencia.
Maradona, es un clásico ejemplo del antiídolo.
Porque cuando políticamente se lo puso al frente de la "Campaña Antidrogas", el "Diego" se drogaba a tal punto que hablaba por televisiòn con incoherencias casi patológicas.
Maradona debe saber, que la grandeza se demuestra con una sencilla y auténtica humildad.
Pero no lo sabe, porque él, está prisionero no solo de la droga que le comió el cerebro, sino de la soberbia que lo alimenta.
Diego Armando Maradona, no es ejemplo de ninguna naturaleza para nadie, es más, como ciudadano es casi descartable.

El bosque, es Cristina Fernández de Kirchner que no se sabe como todavía no ordenó, que haya una escuela o un hospital  que lleve su nombre, en un tradicional pero nada loable culto a la personalidad.

¿ Porqué, el mausoleo que ordenó construir para el fallecido Néstor Kirchner, supera por lejos a las tumbas de  Mahatma Ghandi, Martin Luther King, Winston Churchill y  el de los grandes hombres y mujeres, que marcaron el destino de la humanidad, y aún de nuestros próceres?

Es la misma Cristina Fernandez que reniega de su padre, que habla de igualdad en la distribución de la riqueza, cuando los pobres se duplican y los indigentes aumentan día por día.
Es la misma jefe de un gobierno que reconoció y confesó  que no se pueden pagar los juicios que ganaron los jubilados, porque no hay dinero, en una contradicción que es estructuralmente bipolar.

¿Donde está el dinero que el gobierno dice que le sobra?

¿De  donde sale el capital que le entregan en enormes cantidades,  a los planes sociales y a los beneficiarios de los subsidios?

¿Donde está la plata que le descontaron a los jubilados que aportaron por mas de treinta y cinco años y ganan  mil doscientos pesos por mes, cuando los que nunca trabajaron cobran más de dos mil?

Este es el bosque tenebroso que el árbol trata de no tapar, porque la belleza natural, siempre es pura de raíz y absolutamente transparente.

Esperemos, que el pueblo argentino sepa diferenciar el domingo catorce, la mentira de la verdad, la corrupciòn de aquéllo que no lo es y por sobre todo, que entienda que  el futuro de la familia argentina, la tradicional, la que es la auténtica célula de la sociedad, esta en grave peligro, porque ha sido invadida despaciosamente, por un raro virus llamado kirchnerismo.

Que ese pueblo encuentre la solución a estos problemas, dentro de esta rara democracia en  que vivimos, para que podamos aún con sus defectos, aceptar que es la mejor forma de gobierno que tenemos a la vista.

Para que esta democracia, no sea la llave del latrocinio gubernamental  ni del robo sistemático de todo integrante del poder, pero que tampoco permita que si uno no piensa como el gobierno, sea un paria no considerado.
Nada, salvo Dios, es superior a la Patria.

Nadie, pero absolutamente nadie que haya nacido en este suelo, puede dejar de arrodillarse ante su grandiosa majestad.
Porque la Patria es nuestra madre sacrosanta, inmaculada y eterna por la cual los que sabemos de eso, damos la vida con gusto, sin pedir nada a cambio.

Solo así podemos tener un futuro, porque sabemos ciertamente de donde venimos y de que noble madre nacimos.

¿No les parece?


CARLOS NELSON RECANATINI B.

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