¿El aborto evita muertes innecesarias?

Sabía cual sería el resultado del supuesto debate en comisión…todo previsto, perfectamente planificado.
Igualmente, mientras encendía mi computador, me recorría una sensación utópica, cercana a la necesidad de evasión, y me imaginaba leyendo otros titulares: “los legisladores defienden la vida humana”, “triunfa el valor de la vida”, “la defensa de la vida une a creyentes y no creyentes”…
Pero me encontré nuevamente con el intento de defender “la decisión” dividiendo en bandos: “El debate no será fácil porque, como ocurrió con el matrimonio igualitario, hay quienes se pronuncian fuertemente en contra, sobre todo desde el sector eclesiástico”…
¿Cómo comparar si se deja vivir o se autoriza a asesinar, polarizando desde este mismísimo enfoque, para desviar el verdadero alcance del aborto?
¿Qué nos espera como sociedad si impulsamos y avalamos legalmente la destrucción del hombre por el hombre mismo?
Apenas salí de mi burbuja, aún atrincherada para asimilar paulatinamente tanto retroceso, leí “Son 39 los diputados que pusieron su firma al proyecto para sacar de la clandestinidad el aborto y evitar así muertes innecesarias”…inmediatamente me pregunté ¿Esos “diputados” entienden que la muerte de los niños por nacer son “necesarias”? ¿Su fin justifica todo medio?
Si el lema de quienes presurosos estuvieron fuera apoyando esta “legalización”, es “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, me resulta ininteligible, ya que con “educación sexual” es más que suficiente y vale la pena aclarar que educación es sinónimo de valores, de progreso, de desarrollo, de protección y sobre todo de respeto absoluto del derecho, de todos, que perderemos entre tanta libertad demagógica.

Es oportuno aclarar que no son solo los sectores eclesiásticos quienes consideran que el aborto es un verdadero atentado a la vida.
Afortunadamente “otro tanto de diputados se opone a la legalización del aborto y ponen por delante el derecho a la vida, tanto de la madre como del niño por nacer”, para frenar el retroceso del tan mentado “cambio”.
La “decisión” que degrada la ética a una medida personal de los deseos y olvida la dimensión vincular del hombre como su realidad constitutiva, es la máxima expresión de la injusticia hacia un niño en desventaja, concebido como excluido de toda cuestión social, instaurando, en extrema síntesis “combates entre dos”, que siempre dejarán huella. (estrés post aborto)

Sería oportuno invitar al debate a la Diputada brasileña Fátima Pelaes y a Gianna Jessen
¿O es inconveniente una seria reflexión?
Cuando están en juego las reglas por las cuales se regirá “la humanidad”, el debate que nos debemos es otro: "Cómo regirnos por un auténtico sistema de relaciones que constituyan personas"
Código Civil de la República Argentina, Título III, Art, 71. “Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las personas; y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido…” –siguiente cambio necesario…
Es decir que quien hoy es titular de derechos ya no tendrá el “Derecho a la Vida” y si no será poseedor de ese derecho
¿Quien podrá garantizarle otros?


Mara Martinoli
www.apgargentina.blogspot.com

Queremos invitarlos a que todos Uds. se sumen a "Unidos por la vida" firmando esta declaración