Brasil, México y Argentina son los países latinoamericanos que participan en la reunión del G20 en la ciudad francesa de Cannes, donde el plato fuerte de la velada será sin duda cómo lidiar con la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de la crisis de la deuda europea.
La turbulencia política y financiera que viven tanto Europa como Estados Unidos podría colocar a los países emergentes en una posición de fuerza a la hora de exigir una reforma monetaria que refleje su actual peso en el mercado internacional.
Los países latinoamericanos se espera que reclamen en esta cumbre tener un mayor papel en las decisiones económicas globales y en ese frente es Brasil la que tiene la voz cantante.
Pero, apuntan los analistas, un mayor peso político de la región podría depender de cuánto dinero está dispuesta a desembolsar la economía más fuerte de América Latina en la compra de deuda europea.
Reforma económica
La inclusión en el G20 de un asiento que represente a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), que engloba a 14 países de la región, es uno de los puntos que el bloque latinoamericano acordó defender de forma conjunta en una reunión previa realizada en Montevideo.
Latinoamérica también presionará para que se apliquen mayores controles sobre los paraísos fiscales, que actualmente resguardan un tercio de la riqueza privada en el mundo y que se regule el trabajo de las agencias calificadoras de riesgo crediticio.
Además se apoyará la propuesta impulsada por Alemania y Francia para que se cobren impuestos a las transacciones financieras internacionales, siempre que no afecte el coste del crédito y que parte de esos recursos se canalicen al desarrollo.
Alimentos y medio ambiente
Pero otro de los temas que preocupan a la región son la volatilidad de los precios de los alimentos y el petróleo, así como la emisión de gases de efecto invernadero.
México, que el año que viene ostentará la presidencia rotativa del G20, pidió que Washington y Pekín se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Es crucial para la humanidad que la mayor economía del mundo y el país con más emisiones emitan un compromiso formal", dijo el presidente Calderón este jueves, quien destacó que la crisis financiera podría opacar los esfuerzos para reducir el impacto de un cambio climático.
El protagonista ausente
El miedo a una nueva recesión marcará la agenda de la reunión del G20 en Cannes.
Sin embargo, es difícil que la agenda de Cannes no esté marcada por el temor a una nueva recesión y la dirección política que tome un país que no figura entre sus miembros.
La propuesta de referéndum presentada por el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, para decidir la aprobación del rescate europeo y, por ende, su pertenencia al euro, mantiene en vilo a los mercados, incapaces de estimar cuál será la evolución de la crisis de la deuda europea.
Pero también mantienen en el aire las variables que países emergentes y desarrollados necesitan tener sobre la mesa para poder sentarse a negociar.
Según Laurence Knigt, redactor económico de la BBC, otra crisis financiera global podría exponer esta vez fuertemente a la deuda adquirida por China, afectando su economía y aumentando el riesgo de inestabilidad social en el país.
Y una debacle de este tipo podría tener graves consecuencias para una Latinoamérica dependiente de las exportaciones al gigante asiático.
Boletín Info-RIES nº 1102
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Hace 1 mes
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