"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 28 de noviembre de 2011

El escritor y su mundo


El oficio de escritor, en todas sus facetas, es ejercido por personas que viven en un determinado lugar, en un momento histórico, en el seno de una familia, de una ciudad y de una región determinada.

Al momento de escribir todas estas circunstancias ya las carga consigo y es muy probable que el detonador de su obra sea alguna circunstancia de la realidad próxima o remota, o algún hecho impactante que haya hecho mella en su espíritu y lo decidió a escribir.

Aún las obras de fantasía, o aquellas creaciones que parecen descolgadas de la realidad o de ciencia ficción tienen algún parentesco con su forma de ser, con su forma de vivir y con el hábitat en el que se encuentra.

Esta es  una primera relación entre la obra literaria y la sociedad que la recibe, pero hay otras también importantes.

Hasta ahora hemos visto la relación desde el punto de vista del autor, pero vista desde la sociedad hay otras relaciones, y una de las más frecuentes es la relación de la gente con la obra a través del consumo que hace de ella.

El pueblo la lee, la difunde, la comenta y la valoriza.

¿Y cual es la relación esencial entre el escritor y su público dentro del ámbito social?

Shakespeare dijo referido a este tema "lo que he creado es obra vuestra e igualmente vuestro será lo que crearé de ahora en más".

Aparecen nuevas formas del gusto de la gente, nuevos público que aceptan las obras y también nuevos artistas de acuerdo a una evolución innata en la sociedad que no se sabe bien cual es el motor, ni como funciona.

Elementalmente se acepta como gusto, moda, circunstancias.

Hay momentos en que descuellan los cuentos, otros las novelas, en algún momento la poesía y los relatos verídicos o de ficción.

La sociedad actual es afecta a los relatos de ficción y acepta casi sin oposición la magia, lo oculto, lo irreal y aquello que escapa a los niveles de nuestra tierra.

Es  posible que la obra literaria sea el detonante o encare una nueva forma  de concebir la sociedad y otra manera de relacionar la cultura con la gente.

Hay diversas formas de cultura, y nada debe despreciarse en esta estética post moderna en relación tanto a las obras literarias como las artísticas.

Aunque se conserve el clasicismo, la modernidad ha cambiado el concepto estético hacia formas menos duras y más amplias de concebirlo.

Hay un ideal universal de belleza pero también hay una manifestación artística dentro del contexto en que ha surgido la obra de arte, y que es depositaria de la sociedad y del momento en que se vive, con todas sus aplicaciones.

También es cierto que cada época tiene su género literario específico o dominante, y que cambiarlo se hace muy difícil desde el autor, aunque en algún momento el público lo cambia súbitamente y sin aviso.

Otro aspecto a destacar sería cual es la influencia de las obras literarias sobre la sociedad y cual la influencia de la sociedad sobre las obras literarias, pero el tema excede el marco de este análisis.

Aunque decía Taine que existe analogía entre los fenómenos del mundo natural y los fenómenos del mundo cultural, y que hay estructuras subyacentes de tipo espiritual a los hechos históricos.

Y que la literatura es la expresión sensible de un estado moral colectivo.

Y que el estado moral de un pueblo es la consecuencia de la tradición, la raza, los medios y el momento que se vive.

Existen lazos muy firmes entre la producción literaria y la formación social, que se corresponden mutuamente.

El escritor crea su obra, la que forma parte de la cultura contemporánea de su pueblo y señala para el futuro una tradición cultural que se mantendrá en el tiempo como dominante y vinculante hasta que sea cambiada por otra, pero que seguirá siendo historia y cultura.

Para que sea incluída requiere una tradición de origen, convicciones políticas, sociológicas y religiosas, ideales y actividad intelectual.

Hay una gran responsabilidad del autor en cuanto a la generación de su obra, ya que la misma puede ser determinante de comportamientos individuales y sociales, de adhesiones firmes del público y de la forma de actuar en la sociedad.

Volvemos a los valores, la bondad, la justicia, la libertad, la paz, la solidaridad y la equidad social debe ser motivo y principio de nuestros escritos y de nuestros desvelos.

Elias D. Galati

No hay comentarios: