"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 15 de noviembre de 2011

Los pendientes

Macky Arenas
Analítica.com

Con inmenso celo por la unidad de objetivos, que define la de propósitos, conviene recordar que las complicaciones lógicas de la conciliación no excusan de los excesos que pueden cometerse en su nombre.
El escenario de primarias prefigura lo que será el comportamiento del liderazgo formando gobierno en un país desesperadamente necesitado de fortalezas durante la difícil transición que se avecina.
Hay demandas que no se le pueden hacer a un gobierno desprovisto de todo escrúpulo, pero sí a una oposición que debe ser alternativa sustentada en las exigencias de la ética política.

Así como la política debe hacerse dando explicaciones para potenciar la voz de la gente en las instituciones, no es permisible poner en riesgo la credibilidad, lo único que realmente auspiciaría la abstención.
No es posible presentar las aspiraciones como la indispensable conquista de espacios, para dejarlos entendiendo y salir detrás de otros objetivos, sin antes concluir el compromiso y con la desvergonzada garantía de volver si el intento es fallido.
Todo cargo de elección popular es una sagrada encomienda.

Si se llama a primarias es para favorecer la transparencia y descartar acuerdos subalternos.
Si esa no es la idea, menos costoso y traumático es un consenso donde se fije el candidato.
A final del día, por salir de este gobierno, votaremos en rumas por el gato de Doña Pancha como candidato de la unidad.
Quienes desean compulsivamente contarse son las cúpulas.
Cada una por su lado se sabe parte de un todo del cual no puede prescindir.
Hacer honor a la fe que el contingente no alineado deposita en esas minorías es un asunto de moral política, punto de partida para reunir la mayoría, indispensable y posible para derrotar al gobierno.

Los trajines encubiertos y el dinero en rol de gran elector envilecen la política y serían responsables de las fracturas que una oposición, en trance del forcejeo final con el régimen más perverso que Venezuela haya sufrido, no puede permitirse incubar.

Si se presenta una alternativa de oposición es para enfrentar al gobierno.
Si se encara a ese gobierno por confiscar la autonomía de los poderes es un contrasentido llamar a uno de ellos para que decida los destinos de la oposición.
El desacreditado y tramposo CNE jamás ha debido ser convocado para hacer de mánager para elegir al candidato de la unidad opositora.

Si luego vuelve por sus fueros con triquiñuelas y desaguisados será mayor contrasentido reclamarle.

Muchos son los pendientes y porque defendemos y ejercemos el voto tenemos que exigir que se respete, no importa si el destinatario es el gobierno o la propia oposición.-

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