"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 16 de noviembre de 2011

UN GOLPE DE ESTADO CASI PERFECTO

Por Cosme Beccar Varela (*)

Encontré casualmente un recorte entre los muchos que tengo en el más completo desorden, en el que se lee una noticia sobre la nueva contratación de INDRA en el año 2009, la empresa que realizó el escandaloso fraude de las elecciones "primarias" y las presidenciales, de Agosto y de Octubre de este año, denunciados en los nros. 1056, 1057, 1063, 1064, 1065 y 1066 de este periódico.
Es una noticia publicada en "La Nación" del 24/6/2009 (pag. 8) titulada:
"INDRA, la empresa que hará el escrutinio por $ 44 millones" 

Allí se lee que INDRA "trabajó en seis elecciones nacionales desde 1997” , incluyendo las presidenciales de 1999 (De la Rúa), del 2003 (Kirchner, N) y 2007 (Kirchner, C).
En el 2009 "el gobierno había llamado a licitación pública, pero la anuló cuando se decidió adelantar la fecha de los comicios y convocó a una contratación directa.
El único oferente fue INDRA"

Esta empresa, ya fue acusada de haber hecho fraude en Venezuela y aquí hizo la misma denuncia en el 2007 el candidato a gobernador de Córdoba, Luis Juez, según informa la misma noticia citada.
La contratación directa de INDRA en el 2009 efectuada por el gobierno de la mujer de Kirchner, violó la ley de contrataciones del Estado que obliga a hacerlas siempre por licitación pública.

¿Por qué ese privilegio en favor de INDRA?
Eso permite sospechar que la empresa gozaba del favor oficial y sólo podía tenerlo si servía sus intereses políticos.
Ese servicio no puede ser otro que darle la victoria al kirchnerismo en cualquier circunstancia por medio de un fraude electrónico técnicamente perfecto, que resistiera cualquier investigación.
Al parecer, INDRA se ha especializado en ese turbio menester.


Han pasado los meses, tres desde las "primarias" y uno desde la elección presidencial, y el fraude que en ellas se cometió, sigue sin ser denunciado por la "oposición", ni por la prensa, ni por cualquier otro  poder.

Hasta el nuevo Presidente del Episcopado, Monseñor Arancedo  acaba de convalidarlo cuando declaró, refiriéndose a la Sra. de Kirchner: "Vamos a rezar para que su gestión pueda estar al servicio de las expectativas de un pueblo que la ha votado mayoritariamente" ("La Nación", 15/11/2011, pag. 8)

Lo curioso es que el prelado había dicha poco antes en la misma declaración.
"No nos cabe una lectura política...".
Si no les cabe, ¿por qué prestarle a la tiranía el enorme servicio de cohonestar el más escandaloso de los fraudes, con el agravante de que su impunidad implica un verdadero golpe de Estado contra el sistema republicano ya que, de aquí en adelante, el poder será conseguido o mantenido por medio de sucesivos fraudes electrónicos igualmente escandalosos?
Este sistema de crear una apariencia democrática en la que el pueblo es "consultado" para después hacer creer que el pueblo votó lo que jamás votó, para instalar o mantener una tiranía que viola la ley de Dios y destruye el bienestar general, parecería que es la nueva metodología de la izquierda en América para perpetuarse en el poder.
Lo está haciendo Chavez desde hace más de diez años, lo hace Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, Lula en Brasil y acaba de hacerlo Ortega en Nicaragua.
Con la diferencia de que en Nicaragua hubo violentas protestas de la oposición y cuatro muertos.

Al mismo tiempo, sobornan, intimidan o destruyen el Poder Judicial, las FFAA y la oposición de tal manera que no haya ni la más remota posibilidad de que esos fraudes sean anulados por una sentencia o por un reclamo armado o por una enérgica protesta política.
Con la prensa en general ya cuentan por afinidad ideológica de los periodistas, y con la colaboración de los que no coinciden en las ideas, pero los ganan por soborno o silencian con amenazas.

A eso se suma la colaboración del alto clero que trata con estos regímenes, e inclusive con el abiertamente asesino de Cuba, como si fueran gobiernos normales y aceptables para los pueblos iberoamericanos que son mayoritariamente católicos y que, obviamente , sufren una constante erosión de su fe por las reiteradas violaciones a la ley de Dios que cometen tales gobiernos.


Ese parece ser el fruto político de la doctrina sentada en las Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Medellín, Puebla y Aparecida.
La neutralidad que acaba de proclamar Monseñor Arancedo en sus declaraciones más arriba citadas son un caso típico de esta actitud colaboracionista:
"No nos cabe una lectura política, ni como opositores ni como oficialistas. 
En un contexto de autonomía y absoluta libertad de la Iglesia y también del Gobierno"

O sea, el ocupante del poder puede tener un origen fraudulento, ejercerlo en forma tiránica, violar la ley de Dios constantemente con su politica (como puede verse aquí y se lo anuncia en el decreto 1086/2005, que es todo un programa de apostasía nacional), sin que el Episcopado se sienta llamado a “pelear el buen combate” contra tanta ignominia.

Y es falso que la Iglesia sea libre porque la tiranía depuso al Vicario Castrense, impuso la educación sexual aún en los colegios católicos y aprueba la inmoralidad del "homonomio", y de la TV, por ejemplo, sin que el alto clero haya querido ni podido oponerse.
Si Monseñor Arancedo considera que eso no excluye la "absoluta libertad de la Iglesia" quisiera saber cual es su concepto de esa libertad en grado de "absoluta".
¿Es que él aprueba todas esas enormidades y por ende, no siente que su libertad como Pastor de las almas, esté constreñida?
El sistema, para ser imbatible, se completa con una enorme corrupción que suma cómplices en todas las clases sociales y con una ceguera voluntaria, seguida de una deserción masiva de las "clases cultas".

¿Cómo se rompe este círculo vicioso?
Los "buenos patriotas" suelen excusarse diciendo: "¿Qué puedo hacer? ¡No se puede hacer nada!"
A esto respondo y lo hago desde hace muchos años, en especial en los once que han pasado desde que empecé a publicar "la botella al mar": Ver, juzgar y actuar.
No engañarse sobre lo que realmente pasa.
Juzgar sin remilgos la gravedad del mal.
Unirse y organizarse para actuar aceptando liderazgos auténticos y rechazando los falsos.

Si pensamos con claridad y tenemos buenos principios, Dios nos ayudará y los acontecimientos nos irán mostrando las oportunidades para hacer valer la fuerza poca o mucha con que contemos y como hacer para aumentarla.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Cosme Beccar Varela por gentileza de su autor.

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