Es un día hermoso...
La vida parece sonreír y el calor se filtra entre la
gente.
Sólo es distinta la actitud personal de cada uno.
Desde nosotros contemplamos las cosas y las
acomodamos a nuestros sentimientos.
Es cierto existen miedos y temores, propios de
nuestra finitud y de no saber qué pasará mañana.
Pero hoy está, ahí, a nuestro alcance y se nos
muestra con toda la belleza que la naturaleza nos puede dar.
Y nos invita a unirnos al convite natural, a la gracia
de la vida, a la fiesta del amor.
El amor que rige al mundo, que debe mover nuestras
voluntades y regir nuestra razón.
El amor que debemos dar a manos llenas a cuantos lo
precisan y necesitan de nosotros.
El amor que nos hace más humanos y nos lleva hasta
el infinito de la divinidad.
Elías D. Galati
El amor de Dios es como el mar: puedes ver su inicio pero no su final...
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