Advierte de que han intentado solucionar el tema de forma pacífica
Ramy Wurgaft | Buenos Aires / El Mudo.es
El gobierno de Cristina Kirchner adoptó una nueva estrategia frente a Gran Bretaña, en el conflicto de Malvinas.
En vez de concentrarse en la pronta recuperación de la soberanía de las islas –un objetivo que por ahora parece inalcanzable- Argentina tratará de impedir que los ingleses y los habitantes del archipiélago exploten los recursos naturales de esa región. Para tal efecto, el ministro de Asuntos Exteriores, Héctor Timerman, anunció el lanzamiento de un plan de acción contra la exploración de hidrocarburos en la plataforma marítima de Malvinas.
En una rueda de prensa celebrada en el palacio de San Martín, sede de la cancillería, Timerman informó que se iniciarán acciones legales contra las empresas que participen en la búsqueda y en la eventual explotación de las napas petrolíferas situadas en el Atlántico Sur.
El jefe de la diplomacia argentina explicó que esas operaciones contravienen la resolución 625 de las Naciones Unidas, que llaman a las partes a buscar una solución pacífica al conflicto.
"Gran Bretaña ha pasado por alto, de forma sistemática, las decisiones del organismo internacional. Es hora de frenar la usurpación que hace de las riquezas ajenas", dijo Timerman.
El ministro indicó que las prospecciones en alta mar que se llevan a cabo comprometen no sólo a las cinco empresas británicas que buscan petróleo en la plataforma atlántica. "También es significativo el papel que desempeñan las consultoras y los analistas de riesgo.
Son las mismas agencias que censuran a Argentina por el manejo de su economía, son las que ocultan información.
En sus informes, ellas omiten las resoluciones referentes al estatus de Malvinas e inducen a los accionistas a cometer un delito", señaló Timerman.
En esa línea de reflexión, el diplomático anunció que la Argentina apelará a los tribunales internacionales, para obligar a las consultoras a informar a sus clientes sobre el riesgo que asumen al invertir en la región.
La última vía
Héctor Timerman reveló que en más de una oportunidad, Argentina intentó disuadir "de forma pacífica" a los propietarios de las plataformas petroleras –la Ocean Guardian y la Leiv Eriksson- de operar en la cuenca de Malvinas. "Se pudo interferir de otra manera en esos trabajos, pero Argentina es respetuosa de las leyes internacionales y es consciente de que la única salida del conflicto es por la vía pacífica. De la misma forma, exigimos que Gran Bretaña actué conforme a las leyes", expresó el ministro.
Otro de los eslabones en la cadena de la explotación petrolífera, a los que aludió Timerman, son los bancos y las sociedades de accionistas. "Las empresas que operan en nuestras aguas territoriales no tienen el capital suficiente para impulsar sus proyectos. Dependen del dinero que se les inyecta. Los inversionistas también entran en el territorio de la ilegitimidad", advirtió.
Al inicio de su intervención, el canciller hizo un repaso de las infracciones cometidas por Gran Bretaña desde que rompió, en 1998, el acuerdo que había suscrito con Argentina, para no explotar unilateralmente los recursos de Malvinas.
"A poco de haber firmado los convenios, Londres lanzó una licitación pública para abrir seis pozos al norte y al sur de las islas. Es indudable que sus negociadores actuaron de mala fe", dijo Timerman.
"Vamos a defender en todos los foros y por todos los medio legales, el derecho del pueblo argentino a disponer de sus recursos. Los organismos internacionales, comenzando por la ONU, deben hacerse respetar. De otra forma lo que va a prevalecer es la ley de la jungla", concluyó.
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