“El poder es la impunidad”. Alfredo Yabrán, Clarín 16/3/1997
Por Malú Kikuchi (*)
Y siguen jurando por Dios y por la Patria, esperando que éstos los juzguen.
¿Alguna vez, en algún tiempo, eso sucederá?
De Dios no se pone en duda, pero ¿y la Patria?
¿Alguno de ellos piensa en la Patria, así, con mayúscula?
El 22/2/2012, una formación del Sarmiento no frena en la estación de Once. 51 muertos, 703 heridos. TBA es la concesionaria del Sarmiento entre otras líneas ferroviarias, generosamente subsidiadas por el estado nacional.
Dos meses después de la tragedia, TBA sigue ejerciendo sus concesiones.
Duele.
Baja la imagen presidencial.
El ministro responsable de controlar el pésimo manejo de Repsol/YPF, es nombrado interventor de la YPF estatal.
Duele.
El secretario de energía, Cameron, sigue en su puesto.
El desastre Repsol/YPF parece no ser de su incumbencia.
Duele.
Baja la imagen presidencial
El vicepresidente de la nación, es sospechado de tráfico de influencias, con aparentes pruebas conseguidas por el fiscal y el juez de la causa.
Baja la imagen presidencial.
Amado consigue la renuncia del procurador general de la nación y que una cámara recuse al juez Rafecas. Todo el “boudougate” cae en manos del juez Lijo.
Duele.
El olor a impunidad es muy fuerte.
En el acto de Vélez se muestra un sonriente y victorioso Boudou, del brazo de la impune mamá Hebe, que ni siquiera es requerida como testigo para declarar sobre la millonaria desaparición de fondos del estado, entregados a la fundación que ella preside, lo que la hace responsable ante la ley.
Duele.
El olor a impunidad se vuelve irrespirable.
La “Hiena” Barrios, por manejar borracho, mata a una mujer embarazada, --dos vidas-, es condenado, pero sale de cárcel con permiso para manejar.
Acá no ha pasado nada.
Son sólo 2 muertes, y ocurren tantas…
Duele.
Ser conocido como boxeador, ¿da impunidad?
El ministerio de seguridad de la nación está situado en el corazón del barrio de la Recoleta.
En ese barrio funcionan 40 prostíbulos “vip”.
En la mayoría hay mujeres obligadas a prostituirse, o sea trata de personas.
Delito grave.
También funciona un productivo negocio de venta de drogas con “delivery”.
Los vecinos lo saben, hasta saben que los lunes y martes se colectan las coimas que permiten que los negocios funcionen.
La ministra Garré, rodeada de todo esto, ¿no está enterada?
¿Mira otro canal?
Duele.
Demasiada impunidad. Baja la imagen de la presidente.
Del ostentoso anillo de brillantes de US$ 250.000 que exhibe impunemente el juez federal Norberto Oyarbide y que declara haber comprado vendiendo los regalos recibidos en los últimos 5 años, no se sabe nada.
¿Puede un juez recibir regalos caros, lo permite la ley?
NO.
Duele.
Pero en la Argentina K, se supone que un juez K, debe ser impune.
¿O no debe?
Esto también contribuye a bajar la imagen presidencial.
Según una encuesta de la asesoría para la tercera edad de CABA, un jubilado ha visto aumentar su canasta básica durante este último año en un 30%.
Eso implica $3.519 mensuales, contra los $1687 que reciben los 4 millones de jubilados, que cobran la mínima.
Duele y mucho.
Baja la imagen presidencial.
Los hechos que bajan la imagen presidencial deben revertirse con un efectivo golpe de comando.
Con uno de esos hechos que según los analistas políticos marcan agenda y hacen olvidar los otros hechos y levantan los porcentajes de aceptación.
Por eso YPF, que sólo es responsable del 30% del petróleo en Argentina.
Y que fue deliberadamente vaciada por los K.
Duele.
Fue una intervención patotera, previa a una expropiación compulsiva y discriminatoria, sólo las acciones de Repsol en YPF.
El proyecto de ley ha sido elaborado por un economista académico, que no sabe de petróleo, ni de empresas y es marxista.
¡Bingo!
Cuba es el destino.
El proyecto de ley tiene media sanción del senado, 3 votos por el NO, 4 abstenciones, 2 ausencias (Menem no fue y
(1) Basualdo se retiró), el resto, 63 senadores por el SI.
Fueron el FPV, PJ disidente, UCR, FAP y partidos minoritarios.
El patrioterismo barato, duele.
La impunidad duele más.
Todo sumado, es mucho.
Nadie ha explicado nada de lo anterior.
Ni siquiera se conoce el plan para cambiar YPF.
Y en la Argentina del 46% (porque desgraciadamente ya está dividida en K y no K), hay una sensación de abatimiento, tristeza, desaliento, amargura, pesadumbre, congoja, aflicción, desconsuelo, impotencia y pena.
Duele.
Argentina duele.
Duelen los representantes que no representan.
Duelen las extorsiones sensibleras, apelando a la soberanía (¿soberanía en un país que hace imprimir sus billetes de $100 en una empresa privada, sospechada de negociados con el vicepresidente de la nación?)
Duele el cortoplacismo, duelen las mentiras, empezando por el INDEC; duele el circo, el avance sobre el periodismo independiente, duele el fervor estatista y el sueño de ser Cuba, sueño que no pudieron hacer realidad en los 70.
Y duele muchísimo que los que no comparten “la revolución de los maravillosos muchachos idealistas”, hoy en el poder, no se den cuenta de lo que está pasando, y hacia adonde se dirige la Argentina.
Personalmente tengo la sensación de “arar en el desierto… labrar en el espacio… sembrar en el viento… cosechar en el vacío”. (Poeta loco 2011).
Demasiada impunidad, para demasiadas personas.
¿Vale la pena seguir alertando?
Estoy tan cansada, que creo que no.
Si ya sabemos hacia donde van, ¿lo vamos a seguir permitiendo?
Ref: (1) Roberto Basualdo, senador por San Juan, Producción y Trabajo.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Malú Kikuchi por gentileza de su autora.
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