Cada vez que te sientas extraviada, confusa,
piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer.
Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces,
es derribado por la primera ráfaga de viento,
en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa
a duras penas deja circular su savia.
Raíces y copa han de tener la misma medida,
has de estar en las cosas y sobre ellas:
solo así podrás ofrecer sombra y reparo,
solo así al llegar la estación apropiada
podrás cubrirte de flores.
Y luego cuando ante ti se abran muchos caminos
y no sepas cual recorrer,
no te metas en uno cualquiera al azar,
siéntate y aguarda.
Respira con la confiada profundidad con que respiraste
el día en que viniste al mundo,
sin permitir que nada te distraiga;
aguarda, y aguarda más aún.
Quédate quieto, en silencio y escucha a tu corazón
y cuándo te hable,
Levántate y ve, donde el te lleve.
Este es un hermoso fragmento cuya autora es Susana Tamaro-(Trieste-12-12-1957) de su libro
"Donde el corazón te lleve"
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