Por Enrico Udenio (*)
La táctica del gobierno nacional para darle estabilidad a la economía sin que la gente pierda consumo está entrando en una fase que algunos economistas auguran como terminal.
El desdoblamiento del mercado cambiario en varios tipos de dólar así como los congelamientos de precios hasta el 1 de abril, es una película que los argentinos (por lo menos aquellos que han pasado los 50 años de edad) la han visto demasiada cantidad de veces y ya saben cómo será el final.
FUNDAMENTALISMO IDEOLÓGICO
Es muy difícil, por no decir imposible, que el “kirchnerismo cristinista” –una especie de fundamentalismo ideológico- acepte como lógico y normal la finalización de su período en el poder para darle cabida a una alternancia política diferente.
Cristina no solo ambiciona la re-reelección, también necesita mantener poder, aunque el futuro presidente sea otro, para no terminar siendo una asidua visitante de los Tribunales de Justicia por sus actos anticonstitucionales y su desproporcionado enriquecimiento ilícito.
Por ello, gran parte de su futuro se juega en las elecciones legislativas de este año.
Gastará, entonces, lo que el Estado ya no tiene ni debería gastar aunque en ello arriesgue la posibilidad de una destrucción financiera, que si se produce, generará grandes conflictos sociales.
En la necesidad imperiosa de evitar estos conflictos, seguirá emitiendo abundante moneda para cubrir el enorme déficit en el que incurrirá para afrontar con éxito las elecciones legislativas.
Su objetivo económico está muy claro:
Que la gente no pare de consumir para evitar que se agudice la estanflación.
Desde lo estratégico podría asegurarse que Cristina y sus seguidores “Nac & Pop” han decidido jugar todo su futuro político en las elecciones legislativas de este año.
SIN INVERSIONES, EL DÓLAR PARALELO CRECERÁ
Es muy posible que el gobierno nacional decida devaluar el dólar oficial a un ritmo mayor que los años anteriores y que también oficialicen un desdoblamiento cambiario, pero si no se anuncian medidas pro liberación del mercado para incentivar a los empresarios nacionales y extranjeros a invertir en el país, el dólar seguirá siendo el producto más codiciado.
La fuerte emisión monetaria junto con todas las otras variables de la economía indican que la moneda estadounidense seguirá subiendo, aunque más lentamente.
Como suele suceder, alcanzará “un techo” para luego bajar un 10% y quedarse un tiempo breve en ese “lecho”.
Ante la siguiente
medida oficial estatista, fiscalista y “anti-mercado” volverá a dispararse...
En estas condiciones, y con la comprobación histórica de que el que tiene dólares “siempre termina ganando”, nadie se desprenderá de ellos salvo ante necesidades especiales.
Toda la propaganda que haga el gobierno a favor de una Argentina optimista que crece, gracias a las maravillosas medidas de la economía “nac & pop”, no torcerán la intuición de los inversores y ahorristas que los impulsa a comprar dólares aunque no les agrade hacerlo al elevado precio actual.
La oferta de la divisa estadounidense es cada vez más escasa y aunque durante la última semana los operadores del gobierno, con el Banco Macro a la cabeza, vendieron muchos dólares en el mercado paralelo, no lograron despegarlo demasiado de los $ 8 por dólar.
La conclusión es simple:
Un bien que tiene baja oferta y una muy alta demanda, tiende a subir de precio.
La única forma de parar la suba del precio de este bien es equilibrando la oferta y la demanda.
Si esto no se hace, la tendencia continuará sin pausa.
Un informe publicado en Infobae lo explica con claridad:
“La inflación también provoca otros problemas muy graves, como por ejemplo, que el país se vuelva cada vez más caro en términos de dólares. Y esto complica nuestras exportaciones, ya que son cada vez más caras, e incentiva las importaciones, ya que son cada vez más baratas en pesos.
Esto, por supuesto, agrava el problema, ya que disminuye la oferta de dólares e incentiva la demanda.
Es decir, estamos ante un círculo vicioso que sólo se puede mantener con una tasa de devaluación cada vez más veloz.
Mientras el Gobierno se dedique a hacer "marketing económico" y no "política económica", esta tendencia seguirá. Y usted como inversor encontrará en la moneda estadounidense una excelente alternativa de inversión.”
Días pasados me encontré con un tweet muy simple de parte de un lector de Los Anteojos del Tata.
Decía:
“El funcionario K que inventó el cepo armó una bomba con una mecha cada vez más corta.
Si no la anulan, explotará y el dólar se llevará puesto al gobierno.
Apuesten que es así...”
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor Enrico Udenio, asesor económico y especialista en comercio exterior, se ha desempeñado como empresario comercial e industrial desde 1965. De nacionalidad italiana, arribó a la Argentina, país en el cual reside, siendo niño. Sus compañías en Argentina y en el exterior desarrollaron diversos proyectos comerciales e industriales, algunos de ellos muy conocidos, como fue el caso de la radicación de Honda Motor en el país. A principios de la década del ’90 cerró todas sus empresas para dedicarse al asesoramiento, la docencia y la investigación en política y economía. Autor, en 1981 de los libros "Corazón de Derecha Discurso de Izquierda" y “Diario de un Divorciado”. En cuanto a su postura ideológica, se define a sí mismo como un pragmático independiente, comprometido con la filosofía holística y el construccionismo histórico como forma de mirar a la realidad.
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