Por Víctor Corcoba Herrero (*)
Todo parte de la vida y tiende a la vida.
Todo parte del amor y tiende al amor.
Todo parte de Dios y tiende a Dios.
La eternidad es la esencia del yo.
La soledad es compañía.
El silencio es la gloria del alma.
No hay exclusión para Dios.
Somos de Dios y a Dios buscamos.
Perseguimos el encuentro.
Fuimos nada
y desde la nada florecimos.
Fuimos deseo
y desde el deseo brotamos.
Ahora somos,
y desde lo que somos, caminamos.
Ahora existimos,
y desde la existencia, amamos.
Mañana seremos,
y lo que seremos es el recuerdo
para algunos y el olvido para otros,
para Dios siempre permaneceremos.
Nada es lo que parece y perece.
No ser nada es como no amar nada.
No ser nadie es como ser alguien.
Dios no es nadie y es nuestro creador.
Dios se oculta y es nuestro amanecer.
Dios se calla y es nuestro verbo.
Quien a Dios llama, lo encuentra.
Quien con Dios vive, lo siente.
Quien a Dios lleva, lo lleva todo.
Porque todo ha sido por Dios
embellecido y engrandecido,
para goce de nuestro corazón.
Ahí donde la vida es luz,
el espíritu creador de Dios
nos sorprende con la ofrenda
de la palabra, con la gracia
de lo más puro: la alegría.
Nuestra alegría es su cercanía,
que me ampara y me protege.
Con Dios cerca, el amor está en mí.
Para que quiero más,
con eso me llega y me llena,
me colma y me calma.
Sólo Dios sigue a tu lado
cuando todos te dejan.
¡Dios no te abandona jamás!
Eso es el QUERER y con eso me basta.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Víctor Corcoba Herrero por gentileza de su autor, escritor residente en España.
Boletín Info-RIES nº 1102
-
*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario