"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 3 de febrero de 2013

¿Qué puede pasar con la economía?


Por Enrico Udenio (*)

 Como nunca antes, EE.UU emite billetes y, salvo en la Argentina, en el mundo sobran los dólares.

Se calcula que en los últimos tres años, la moneda norteamericana se ha devaluado en un 5% anual. Entonces… ¿es razonable adquirir o intentar comprar dólares cuándo esa moneda vale cada vez menos en términos de consumo?

En la Argentina, la respuesta es rápida y sencilla:
Con una emisión desaforada del peso, en el marco de un mercado inflacionario y recesivo, toda alternativa para escapar de su debacle se considera buena.
No olvidemos que la moneda de un país, además de un medio de pago, debe cumplir con un requisito básico: ser un instrumento de ahorro.
Y, si uno se guía por las declaraciones impositivas anuales de los funcionarios del gobierno, ni siquiera ellos confían en el peso argentino a la hora de depositar sus ahorros.

EL DÓLAR EN EL MUNDO

La emisión, el gasto y el déficit no dejan de crecer en los Estados Unidos.
Muchos se preguntarán… ¿pero acaso no hace lo mismo la Argentina?
Sí, pero con marcadas diferencias:

En primer lugar, la emisión argentina ya es desmedida.
En el 2012 constituyó el 40% de la circulación monetaria mientras que en EE.UU fue menor al 3%.

En segundo lugar, los inversores globales confían en el dólar y en los bonos estadounidenses pero no dudan en desestimar inversiones en Argentina.

Y, por último, Estados Unidos es una nación que adhiere a los principios básicos del capitalismo y sus gobernantes saben muy bien que la emisión del billete sin respaldo real puede provocar inflación, mientras que los principales asesores y economistas del gobierno argentino manifestaron que “la emisión y el gasto público no generan inflación”.
Una definición teórica que asusta al ahorrista y al inversor porque el dinero es un bien como cualquier otro producto de la economía y se rige en función de la oferta y la demanda.
Fabricar con la “maquinita de Ciccone” demasiada moneda en la Argentina es forzar la oferta de un producto del que todos quieren desprenderse rápidamente.
Si no aumenta la demanda en relación a la oferta, el bien vale menos.
Ecuación sencilla de cumplimiento efectivo.

Si bien el mundo confía en el dólar, la confianza no durará para siempre ya que si EE.UU no produce cambios en su desarrollo financiero y económico…
¿Hasta cuándo le seguirán interesando a los ahorristas sus bonos dolarizados?
Mientras esto sucede, la Argentina casi no recibe los dólares que actualmente sobran en el mundo.
¡Y qué bien le vendrían!
Lamentable pero cierto.

EL DÓLAR EN LA ARGENTINA

Cuando el gobierno nacional dejó de vender dólares al cambio oficial, la divisa norteamericana se encareció.
Esta especial circunstancia hizo que, para muchos, hubiera dos opciones para invertir su dinero:

1) Comprar el dólar más caro en el mercado paralelo.

2) Consumir más aprovechando los planes en cuotas a un interés negativo (por debajo de la inflación) impulsados por el gobierno para incentivar aún más el consumo.

A pesar de intentarlo, el Banco Central no puede evitar la escalada del dólar porque no puede proveer de dólares al mercado.
No los tiene.
De los 42 mil millones declarados, sólo poco más de 10 mil están disponibles.
Por lo tanto, si al gobierno nacional se le ocurriera vender dólares en el mercado oficial sin antes modificar su política económica para hacerla más pro mercado, en dos semanas se quedaría sin ellos.

Por otra parte, el problema financiero se agrava porque los bancos no pueden dar el crédito suficiente para que las industrias inviertan ni el mercado inmobiliario salga de su estancamiento.
No olvidemos que estos dos rubros son los pilares del desarrollo en cualquier país del mundo y, al no haber crédito, no hay inversiones de largo plazo que permitan aumentar la productividad y la cantidad de puestos de trabajo; y al obligar a la población a recurrir al dólar paralelo para comprar su vivienda, se clavó un cuchillo en el corazón del sector que mayor trabajo genera en las fracciones más humildes de la población.

LAS PERSPECTIVAS PARA EL 2013

¿Qué puede pasar con la economía en estas condiciones de fragilidad financiera?

Mientras el gobierno siga creyendo que puede aumentar el circulante monetario en un 40% anual sin que nada grave pase, la situación tenderá a empeorar aún más.

Mientras los funcionarios y militantes K piensen que las críticas internacionales a los índices del INDEC o a la carencia de seguridad jurídica hacia las inversiones “se deben a la envidia que produce el éxito de la economía argentina", no se ocuparán de revertir la inseguridad en seguridad y la desconfianza en esperanza.

Mientras la Argentina se acerque a Venezuela, Cuba, Ecuador y Nicaragua y se aleje de Brasil, Chile, Uruguay y Perú, nada bueno encontraremos a la vuelta de la esquina.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor Enrico Udenio,  asesor económico y especialista en comercio exterior, se ha desempeñado como empresario comercial e industrial desde 1965.
De nacionalidad italiana, arribó a la Argentina, país en el cual reside, siendo niño.
Sus compañías en Argentina y en el exterior desarrollaron diversos proyectos comerciales e industriales, algunos de ellos muy conocidos, como fue el caso de la radicación de Honda Motor en el país.
A principios de la década del ’90 cerró todas sus empresas para dedicarse al asesoramiento, la docencia y la investigación en política y economía.
Autor, en 1981 de los libros "Corazón de Derecha Discurso de Izquierda" y “Diario de un Divorciado”.
En cuanto a su postura ideológica, se define a sí mismo como un pragmático independiente, comprometido con la filosofía holística y el construccionismo histórico como forma de mirar a la realidad.

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