Se puede imponer un impuesto a las exportaciones, con excepción de aquellas sensibles a precio. Ello elevaría el tipo de cambio para las importaciones y para las exportaciones que lo necesitan.
por Joseph Ramos - La Tercera.cl
CON EL dólar rondando los $ 470, surge nuevamente la pregunta de si hacer algo al respecto y qué.
Para algunos no hay que hacer nada, pues su precio obedece fundamentalmente a un elevado precio del cobre, que hace que con las mismas toneladas del mineral, tengamos una abundancia relativa de dólares; y un diferencial de interés con Estados Unidos que hace atractivo el ingreso de capitales a Chile, lo que de nuevo abulta los dólares en el mercado.
El problema con el anterior análisis es que ninguna de estas situaciones son duraderas. El precio del cobre no va a permanecer indefinidamente arriba del actual US$ 3,50 la libra. Por el contrario, como existen reservas conocidas, el precio eventualmente caerá a los costos de producción (más cerca a US$ 2) digamos, 15% para utilidades.
Cuando eso suceda, el tipo de cambio de equilibrio ya no será $ 470 si no $ 550 o más.
De igual forma, el diferencial de interés con EEUU irá desapareciendo en la medida que la economía norteamericana se afiance y su tasa de interés comience a subir.
Por mientras, un tipo de cambio tan bajo desalienta las exportaciones actuales, así como la búsqueda de nuevas exportaciones.
De hecho, el crecimiento de las exportaciones en 2012 fue de menos de 3% y el Banco Central prevé una cifra similar para 2013.
Menos mencionado, pero también serio, es un dólar barato que alienta las importaciones y perjudica a las industrias nacionales que compiten con ellas.
El efecto combinado es un creciente y preocupante déficit en cuenta corriente, de 3,8% del PIB en 2012 y de 4,6% para el 2013 (previsto por el Banco Central).
Esto, pese a gozar de precios bonanza por nuestra principal exportación.
El anterior análisis sugiere que el tipo de cambio de más largo plazo es sustancialmente superior al actual de $ 470.
¿Cómo acercar el tipo de cambio actual a su valor de más largo plazo?
Varias políticas solas o combinadas deben considerarse.
¿Desacelerar el gasto público?
El problema es que el causante del exceso de gasto no es el sector público, si no el privado. Entonces, ¿desacelerar el gasto privado?
Lamentablemente, una mayor tasa de interés haría aún más atractivo el ingreso de capitales de corto plazo.
Mejor sería frenar la expansión del crédito, por ejemplo, elevando las exigencias de pie en los créditos hipotecarios.
Sin embargo, para tener un impacto en el tipo de cambio, quizás habría que frenar radicalmente la expansión crediticia.
Por cierto, puede acudirse de nuevo a la compra masiva de dólares por parte del Banco Central.
Sin embargo, tiene el inconveniente de beneficiar no sólo a los exportadores que lo necesitan (vino, frutas, salmones), sino a los que no lo necesitan.
Queda la posibilidad de imponer restricciones al ingreso o salida de capitales, pero con el inconveniente que parecen no ser difícil de eludir.
Finalmente, se puede imponer un impuesto a las exportaciones, con excepción de las tradicionales sensibles a precio, y las nuevas y no tradicionales.
Ello elevaría el tipo de cambio para las importaciones, así como para las exportaciones que lo necesitan.
Si bien puede discutirse qué es una exportación sensible a precio, creo que este inconveniente es el menor de todos, por lo que este último es mi instrumento favorito.
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 1 mes
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