"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 3 de marzo de 2013

Democratizar es gobernar.


No me parece 
Por José Benegas

Del pacto con Irán a la imitación. 

La democracia es una forma de gobierno, de manera que “democratizar” es siempre gobernar.
Lo que la señora Kirchner quiere hacer es gobernar la Justicia porque ésta en lugar de obedecerle se atiene a otros parámetros que están por encima del gobierno  como la Constitución y las leyes. “Democratizar” entonces se debe interpretar como el gobierno total, sin derechos de los ciudadanos, sin reglas, un sometimiento completo a los deseos del que fue votado.

La libertad no se “democratiza”, porque no se gobierna, pertenece a los individuos.
La prensa no se “democratiza”, es un derecho de las personas y de estas organizadas en empresas que no depende ni debe depender del gobierno o de la opinión de los demás aunque sean una abrumadora mayoría. La justicia no se democratiza, porque debe actuar con independencia de criterio respecto de las mayorías y las minorías.
Democratizar no es distinto de tiranizar si se aplica sobre libertades o instituciones que no deben ser gobernadas sino libres.

En la Argentina se vota porque hay constitución, que es el pacto de paz entre los argentinos, el que terminó con 40 años de luchas y dio origen a la unión nacional.
La votación circunstancial no puede terminar con el pacto de paz permanente, no puede estar por encima la decisión del momento del acuerdo básico de largo plazo.

Claro que este proyecto no fue votado, es la respuesta de la señora Kirchner a fallos adversos que no hicieron otra cosa que ratificar que hay reglas que no pueden violarse.
La creación de nuevas Cámaras y todos los otras medidas que impulsará su gobierno tienen por fin impedir a la Justicia actuar como tal y someter a los jueces al control político.

La ingenua o cómplice oposición ha estado prestando su aprobación a la designación de militantes K como jueces y fiscales durante años.
Empezaron con la Corte, aunque hoy la Corte tampoco le alcance a los planes kirchneristas porque no se ha disciplinado como se pretende.
Peor es el caso de los jueces y fiscales que como células dormidas de repente salieron a la luz para proclamar sus fines partidarios en un acto que los descalifica en su función jurisdiccional junto a conocidas caras del arrebato oficial con identificación como defensores de cualquier cosa.
Todos esos jueces y fiscales, junto a la señora Gils Carbó, pasaron los filtros institucionales sin ser cuestionados, ni siquiera discutidos, subidos a falsos barcos nac&pop como los derechos humanos, que son solo para ellos.

Abramos los ojos, no es que la señora de repente se amiga como Irán...
Ella quiere convertir a la Argentina en un Irán latinoamericano, como ya lo es Venezuela, Bolivia, Ecuador. La coordinación entre la Procuradora General,
el vice ministro de Justicia y Derechos Humanos de los Montoneros,
la reunión partidaria de funcionarios y magistrados y el discurso presidencial, son el lanzamiento de un plan revolucionario,
un alzamiento contra la Constitución que coloca al “modelo” fuera de la ley fundamental.

El poder total antes de las elecciones le garantiza al sistema opresor que se pone en marcha el control de los resultados.
Mientras todos duermen porque las encuestas no le dan bien al gobierno o la inflación les hace perder popularidad.
Si esta marcha sobre la Justicia continúa, podrán imponer cualquier candidato en el 2015 porque nadie estará en condiciones de competir perseguidos por la AFIP o la justicia para la victoria democratizada, colectivizada.

El problema es que hasta aquí se ha tolerado demasiado.
Todavía hay gente hablando de buenas o malas palabras,
jugando a la pulcritud con un grupo de salvajes que pusieron al estado a su servicio, enriqueciendo a sus militantes trogloditas con dinero público,
robando en sus caras como no se ha robado jamás.
Los han visto cooptar cada rincón del Estado con militantes que trabajan para su facción,
toleraron que la agencia estatal de noticias enarbolara la insignia del Frente para la Victoria,
soportaron la utilización de los bienes públicos para esparcimiento de la familia presidencial,
vieron como eliminaron el acceso a los informes de auditoría,
la vieron intervenir la Procuración General
desplazar jueces para impedir la investigación de Boudou,
fueron testigos del envío de dinero robado al estado venezolano por su dictador,
conocen los negocios de las Madres de Plaza de Mayo,
aceptaron la compra de artistas,
la extorsión a empresarios abierta y por los diarios,
la utilización de la AFIP para perseguir a los disidentes,
aplaudieron por políticamente correcta la liquidación de la Corte Suprema legal en nombre de una república a lo Página 12.
Y los siguen tratando como un gobierno legal, siguen hablando de la “investidura presidencial”, de si no serían un poquito feas las palabras que se usan en las manifestaciones, de que hay que pagar los impuestos, de que deben terminar de delinquir hasta el 2015.
Y ahí están ahora también reclamando su derecho a convertir a la Justicia en “soldados de Perón” a la altura intelectual y moral del señor Larroque.
Si los han invitado tantas veces al abuso, como no iban a abusar.

Seamos serios, estos no son temas para las Michettis y los Macris de este país.
Se necesita gente responsable y que entienda algo de algo.

Es claro que si hay un proceso revolucionario a punto de dar un golpe definitivo, debe ocurrir un levantamiento, una resistencia y que los dirigentes políticos deben estar a la altura del momento.
Los inservibles a casa.

La Constitución de 1853 es además un pacto de unión nacional.
Sin Constitución de 1853, bastante desvirtuada ya por sus reformas, no hay estado nacional.
La resistencia debe tener esta llave a la mano, si el estado nacional se deforma, no existe como tal.
Las provincias retoman su plena autonomía y les corresponderá a ellas determinar la eventual forma de otra estructura federal o confederal (confederación)

Esta es la principal debilidad del plan de iranización de la Argentina...
Si el estado nacional se sale del pacto original, se deslegitima y deja de existir.

El año 2013 es crucial, las elecciones nos guste o no operarán con un efecto plebiscitario y por desgracia al gobierno le conviene la dualidad a la que están empujando al país.
La única forma que imagino de salir de la trampa es redoblando la apuesta.
Si el oficialismo busca apoyo para terminar con la Constitución, la oposición debe buscarlo para destituir a Cristina Kirchner por la vía constititucional y a todos los jueces y fiscales del Frente para la Victoria que se han alzado contra su función.

La oposición debe entender que su agenda ha cambiado...
Ya no es cuestión de discutir medidas de gobierno, sino de ponerse al frente de la resistencia contra una dictadura.

Así están las cosas, las quieran ver o no
¿No han dejado pasar ya demasiadas advertencias...?

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