21/04, Domingo del Buen Pastor, el papa Francisco ordenó sacerdotes a un grupo de 10 diáconos, 6 italianos, 2 de la India, 1 de Croacia y 1 argentino, Alberto López Pantano, sanjuanino de 40 años. También trascendió (recién ahora... ) la carta que le envió el 20/03 a Cristina Fernández de Kirchner, pidiendo que se trabaje "para que se afiancen la concordia, el diálogo y la reconciliación", y recuerda a los que sufren "para que hallen siempre una mano amiga que los ayude y sostenga en sus justas aspiraciones".
CIUDAD DE BUENOS AIRES
(Urgente24).
Alberto López Pantano tiene 40 años, es sanjuanino
de la localidad de Albardón y se fue a Roma hace 10 a trabajar como ingeniero.
Hoy (domingo 21/04) el papa Francisco lo ordenó sacerdote junto a otros 9
diáconos.
El neo presbítero estuvo acompañado por su familia, incluido su
hermano sacerdote, y amigos.
“Cuando yo empecé este camino, jamás pensé en la posibilidad de un Papa
argentino y menos que me ordenaría, pero los caminos los va a abriendo el Señor.
Tengo una alegría serena por el hecho de ordenarme y esa alegría extra que
significó que sea el papa Francisco quien encabece la ceremonia. Eso es un
regalo más, inesperado desde cualquier punto de vista”, declaró a Diario De
Cuyo el padre López Pantano.
El hermano menor del padre Alberto, Sebastían, es sacerdote, pero se han
encontrado en Roma. “Sebastián siempre quiso ser sacerdote, pero yo opté por
otra vía. Al final nos hemos encontrado en ese camino y curiosamente el
arzobispado de San Juan lo mandó a estudiar justo a Roma, así que estamos
cerca”.
En tanto, trascendió el texto de la carta que el Papa le envió a Cristina
Fernández de Kirchner con fecha 20/03/2013, el día siguiente de la asunción
formal como pontífice del ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, y
luego de los encuentros que mantuvo con la Presidenta en el Vaticano, marcados
por un clima de distensión entre ambos.
¿Por qué habrá mantenido en secreto esa misiva la Casa
Rosada?
"Señora Presidenta: Al recordar nuestro reciente encuentro y su venida
a Roma, con ocasión del inicio de mi ministerio como sucesor de San Pedro, deseo
agradecer su presencia y los votos que Vuestra Excelencia ha formulado, para que
la nueva tarea que me ha sido encomendada por la Providencia divina en la
Iglesia sea fructífera y ayude al bien común de todos los hombres y al pacífico
entendimiento de los pueblos.
En la persona de Vuestra Excelencia y en la responsabilidad que ejerce,
he querido ver el rostro de todos los hijos de esas queridas tierras argentinas,
que se esfuerzan cada día por dar lo mejor de sí mismos a la patria que los vio
nacer, y anhelan ser protagonistas de un presente sereno y constructores de un
futuro luminoso, en donde el amor recíproco sea la puerta que abra a la
esperanza y a la mutua confianza, al respeto sincero y a la colaboración
generosa.
Mientras le reitero mi gratitud por las palabras que me ha dirigido
en estos días, quisiera encomendar a Nuestra Señora de Luján, celestial patrona
de ese país, a todos los argentinos: a los que están constituidos en autoridad,
para que busquen en el servicio su mejor aliado y trabajen infatigablemente por
tejer lazos que afiancen la concordia, el diálogo, la reconciliación y el
entendimiento entre todos; a los niños, que tienen derecho a un mundo que se
distinga por la virtud y los valores que dignifican a la persona; a los
matrimonios, para que cimenten la familia en la comprensión y la fidelidad de
por vida; a los ancianos, a cuyo lado siempre se aprenden lecciones hermosas; a
los pobres y a los que sufren, para que hallen siempre una mano amiga que los
ayude y sostenga en sus justas aspiraciones.
A todos llevo en mi corazón sin postergar a nadie y pidiendo por la
entera Nación y sus destinos.Con estos sentimientos, le hago llegar, Excelencia,
mi saludo cordial y, por vuestro medio, a todos sus colaboradores, así como el
amadísimo pueblo argentino, sobre el que invoco abundantes bendiciones
divinas."
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