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Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 14 de mayo de 2013

El Gobierno rompió el silencio: rechazó las denuncias

En la primera reacción oficial, acusó a los medios de crear "un clima de terror"

El Gobierno cambió ayer de estrategia y pasó del rotundo silencio que mantuvo durante un mes a intentar refutar las denuncias de presuntos hechos de corrupción que involucran a la presidenta Cristina Kirchner y a muchos de sus funcionarios y colaboradores.
El hilo conductor de la defensa fue vincular las denuncias con la disputa del Gobierno con los medios.

El más duro de los voceros fue el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli , que habló de "alcahuetes mediáticos" que buscan "generar un clima de terror".
El funcionario suele traducir lo que piensa Cristina Kirchner y, según destacaban ayer en la Casa Rosada, lo hizo después de recibir el aval de la propia Presidenta.

Lo llamativo es que, tras el largo silencio, ayer se alzó un coro de voces para contrarrestar las graves acusaciones , que comprometen también a Néstor Kirchner en presunto lavado de dinero. Además de Parrilli hablaron su segundo, Gustavo López, el senador Aníbal Fernández y el dirigente social Luis D'Elía, todos con un discurso muy similar.

Según Parrilli, la denuncia sobre la existencia de una bóveda en la casa de los Kirchner en El Calafate, que anteanoche presentó el programa Periodismo Para Todos , de Jorge Lanata, responde a "intereses corporativos, extorsivos y delictivos".

"Está todo mal para los intereses corporativos, extorsivos, delictivos, como son ellos, sin duda, pero para la inmensa mayoría de los argentinos hoy vivimos una realidad que ni ellos mismos creían capaces de que íbamos a hacer", sentenció Parrilli, durante un acto en la Casa Rosada, donde presentó con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, obras para Corrientes.

"Más allá de los alcahuetes mediáticos de [Héctor] Magnetto [CEO del Grupo Clarín] y compañía, intentan crear y generar un clima, un ambiente de miedo, de terror, donde se cae todo, donde está todo mal" agregó Parrilli.

A él se sumó el senador y ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
En su columna semanal en Telefé, el legislador volvió a cargar contra Lanata, a quien acusó de montar un "chusmerío".
En defensa de la Presidenta, Fernández se quejó incluso de los medios que hablaban del tema.
"No pueden demostrar nada, es todo traído de los pelos. Si se piensa lo que dicen, hacen agua por los cuatro costados. Que se haga cargo quien quiera ser funcional a las estupideces que dice Lanata en Canal 13", bramó el senador.

El segundo de Parrilli en la secretaría general, Gustavo López, también sumó su posición.
"Es una falta de respeto total y absoluta" hacia el ex presidente, dijo, y argumentó que las denuncias se encauzan dentro de "la guerra de los grupos económicos concentrados contra el Gobierno".

A partir del programa de Lanata, se abrió una investigación judicial contra el empresario kirchnerista Lázaro Báez por presunto lavado de dinero que llevan adelante el fiscal Guillermo Marijuan y el juez Sebastián Casanello.
En esa causa se investiga el presunto envío de fondos a cuentas en Suiza y Panamá, con la ayuda de Leonardo Fariña y el financista Federico Elaskar, los dos empresarios que aparecieron en el programa autoimputándose en maniobras fraudulentas.
Además, en la causa están investigados el contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, y Fabián Rossi, el marido de la actriz Iliana Calabró.

Tras esa revelación, la Casa Rosada había guardado silencio.
Sólo la Presidenta, la semana pasada, hizo una referencia tácita.
Se quejó de que en los años electorales surgían los "escándalos".

Ayer, además, Lanata sumó a su investigación el testimonio del arquitecto de la casa de El Calafate de la familia Kirchner, Antonio Cañas, que reveló los planos de la residencia y mostró que allí había una habitación que el ex presidente había pedido para guardar documentos.

El Gobierno recién reaccionó ante este último programa.
Según pudo saber LA NACION, hay un cambio de estrategia comunicacional.
"Con este invento de la bóveda pasaron un límite. Una cosa es una investigación judicial contra una empresario y otra un invento", se quejó un funcionario.
Sobre esa base, buena parte del Gabinete empezó a sembrar dudas y buscar una justificación política de lo que consideran un "ataque".

"La guerra de los grupos económicos concentrados contra el Gobierno es por la apropiación de la renta, si va para los jubilados o va para las AFJP", planteó Gustavo López, y calificó las denuncias que salpican a Kirchner de "una falta de respeto contra una persona que ahora está muerta y no se puede defender".

Otro que habló fue De Vido.
Aunque no se refirió al caso, planteó en un acto en la Casa Rosada que era obligación de los funcionarios contestar las denuncias.
"Nuestra obligación, como peronistas, es salir a contestar", dijo en referencia a las críticas aisladas a la asignación universal por hijo.
"No puede ser que agravien a la pobreza de la manera que lo hacen", apuntó De Vido.
También se expresó el dirigente social Luis D'Elía. Vía Twitter, cuestionó a Lanata. "Bóveda, bolsos, valijas, ladrones, dinero, ruta, palabras, palabras, palabras, sospechas y ninguna prueba", se quejó.

"Intentan generar un clima de terror, un ambiente de miedo, donde se cae todo y está todo mal"
Oscar Parrilli
Secretario general
"Que se haga cargo quien quiera ser funcional a las estupideces que dice Lanata en Canal 13"
Aníbal Fernández
Senador nacional

Del editor: por qué es importante.
El Gobierno acusó el golpe de las denuncias.
Su giro en la estrategia comunicacional muestra que negarlas no dio buen resultado.
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