"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 7 de julio de 2013

El que se enoja "pierde..."

Por Alejandro Borensztein
Clarín

La noto chiva, Compañera Jefa.
Malhumorada. Sin la gracia de siempre.
No se enoje por esto que le estoy diciendo, pero si no se lo digo yo, que la quiero desde afuera, no se lo van a decir los alcahuetes que le temen desde adentro.

Yo sé que la mano viene difícil y que a veces tiene ganas de putearlos a todos, pero este es el momento de mantener la calma.
Si el plan es quedarse para siempre o al menos terminar en 2015 con algo de dignidad, tiene que ser más viva.
El que se enoja pierde.

Y si no, mire lo que le pasó a Moreno. 
Tanto que lo quería la gente, tanto que lo respetaban, de repente se chivó en el medio de la embajada americana, se puso a insultar a los gritos a gente de bien y chau.
Pasó la raya y ahora se le animan todos.
Le dicen idiota, fascista, energúmeno, inútil, matón.

Una injusticia, pobre muchacho. 
Hasta el mismísimo Lousteau declaró que Moreno debería estar preso porque es el responsable por la falta de trigo.
Una vergüenza.
No habría que permitírselo.
Que un burro de la extrema derecha, oligarca y extranjerizante como Lousteau le moje la oreja a una eminencia revolucionaria, nacional y popular como Moreno es inaceptable.
Sin embargo, ahí está ese imberbe desafiándolo.
Hasta los supermercados le perdieron el miedo y ya están reconociendo y denunciando que Moreno los extorsiona para que no publiquen avisos en los diarios del mal.
Todo porque el Napia no supo controlarse.

Por favor, que a usted no le pase lo mismo. Antes de salir a hablar, debería hacer algo para sedarse. ¿Yoga? ¿Meditación? ¿Pintar mandalas?
¿Escuchar mantras? ¿Escalar el Uritorco? ¿Un porro tal vez?
Por ahí va a dar medio achinada, pero nada grave.
Además, desde el lado de enfrente igual le van a seguir diciendo barbaridades y de nuestro lado los aplaudidores no se van a animar a decirle ni mu. 
En el fondo no cambiaría nada, y usted se vería más relajada.

Y más en estos tiempos electorales en que es fundamental mostrarse tranquila, de buen humor, canchera, equilibrada.
No como ahora.
Cuando usted se saca, fascina a su núcleo duro, ese que está librando la batalla contra el enemigo que combate al pueblo latinoamericano y al que derrotaremos con las armas del proyecto nacional, en cualquier momento.
Prontito.

Pero esos representan a no más del 25%. 
Ahora hay que seducir, por lo menos, a un 15% más que no están en guerra contra nadie, sólo lucha contra una realidad que el gobierno ha transformado pero que estos insaciables se niegan a reconocer. 
Ni hablar del 60% restante que acopia trigo, trabaja para la prensa hegemónica y reporta a la CIA.

Por eso, le insisto en que cambie el tono.
Arriba el ánimo.
Veamos la parte positiva.
Me gustó el apoyo a Evo.
Yo que soy más conciliador, le hubiera bajado el perfil al conflicto.
Pero entiendo que usted es más de la batalla, el enemigo, la lucha y todo ese verso.
Evidentemente lo de Evo Morales fue muy preocupante.
Más allá de la barbaridad que hicieron los gobiernos de Francia, España y Portugal, el antecedente es tremendo. 
Si a Evo que no hizo nada, sobre el que no pesan sospechas y al que todos quieren y respetan le prohibieron cruzar el espacio aéreo de esos países y encima los austríacos lo retuvieron en el aeropuerto durante 15 horas, imagínese lo que podría pasar con un avión en el que viaje… Boudou!!

No lo van a dejar pasar ni por Groenlandia.
Y cuando aterrice lo van a retener seis meses (pensándolo bien Jefa, me parece que nos harían un favor).

Otra buena fue el arranque del Cedin.
Anda bien eso, ¿vio?
Otro éxito de Moreno.
Según los medios feos, en la primera semana se emitieron Cedin por un palo verde, pero según los medios lindos que bancamos todos y todas se vendieron más de 3 palos verdes.
Partamos diferencia e imaginemos que el blanqueo deje 2 palos por semana.
Para llegar a los 5.000 palos que ustedes pretenden, se necesitan 2.500 semanas.

O sea que habría que extender el blanqueo 46 años más. 
Es decir, que para que usted pueda aprovechar los beneficios de esta medida debería ser presidenta hasta el 2059.
No digo que no pueda llegar, pero va a tener 106 años de edad.
Otra que Fayt.
Yo sé que lo del Cedin debería ir creciendo y que, por ser la primera semana, no está mal.
Con un palo se pueden comprar un par de mono ambientes en Flores, más dos PH en Liniers, más tres lotecitos en La Matanza, más un galponcito en Laferrere.
O con toda esa mosca junta, una ampliación en lo de Lázaro. 
En fin, lo importante es que se mueva.
No le digo que se viene una burbuja inmobiliaria, pero podría funcionar y así mejorarle el humor y bajarle el tono a sus peleas.

Hablando de peleas.
¿Va a durar mucho más la guerra contra la estatua de Colón?
Parece mentira, es de piedra, no habla, no se mueve, no maneja fondos públicos y aun así Cristóbal va ganando (el de las carabelas, se entiende, ¿no?)
¿Se da cuenta que pelear no sirve para nada?
Además, piénselo bien: por ahí usted a veces no tiene razón.

Le cuento algo que estuve pensando.
Esta semana estaba viendo por televisión las protestas callejeras en Brasil contra los gastos del Mundial 2014 y me acordé que en los años 70 viajé a México a visitar a padres de amigos que se exiliaron, amenazados por López Rega.
Visité la Plaza de las Tres Culturas (o Plaza Tlatelolco), que conmemora el lugar donde en el siglo XIV se fundó la ciudad de Tlatelolco, el más importante centro comercial del México pre hispano.
Casualmente, fue en esa plaza donde el 2 de octubre de 1968 se produjo una gigantesca manifestación con más de 15.000 estudiantes que protestaban por diversos asuntos, entre otros, los gastos excesivos de las Olimpíadas México 68, y que terminó en una feroz represión y cientos de jóvenes muertos.
Caminando me topé con una placa que conmemoraba la conquista española con una frase que nunca olvidé: “El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés. No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy”. 
Me pareció la más bella, poética y sabia mirada sobre semejante tragedia, casi 500 años después.

Es una buena lección.
Yo no jodería mucho más con la estatua de Colón.
Ni me pelearía más con el mundo. Ni con nadie.
Yo que usted dejo ese bodoque de piedra donde está y si quiere póngale a Juana Azurduy en la otra esquina. 
Y de última, última, última, una noche cualquiera, se cubre con una manta negra, se acerca a la estatua y con un lápiz rojo le pinta en la uña del pie: “Colón puto”. 

Y después se va tranquilita a casa.
A reconciliarse con la vida.
Y a disfrutarla.

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