"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 25 de julio de 2013

Mexicanos al rescate de niños en basurales de Argentina



BARILOCHE, Argentina (CNN) —
Durante una visita hace 11 años, Elena Durón Miranda se horrorizó al ver a niños de tres años en un basurero buscando comida y objetos valiosos.

"Vi a niños tomar salchichas verdes, migajas de bolsas de papas, una bolsa de fideos con crema, y recuperar las sobras de un yoghurt junto a un pañal", contó Durón Miranda, una psicóloga mexicana que visitó Bariloche para realizar una investigación.
"Los niños limpiaban la comida, cada fideo, cada papa, y pelando cada salchicha de una forma metódica y acertada. Es como si ya lo hubieran hecho muchas veces". 

Durón Miranda dice que había cerca de 200 niños en el basurero para juntar cosas para comer y vender.

"En ese momento, mi hijo tenía la edad de muchos de ellos", recordó Durón Miranda, de 41 años.
 "Así se me hizo terrible".

Durón Miranda aprendió que muchos niños en Bariloche, una ciudad popular para turistas y esquiadores al sur de Argentina, dejan la escuela y pasan su vida trabajando en el basurero.

La psicóloga decidió quedarse en el país, determinada a restaurar la dignidad en sus vidas e inició una organización sin fines de lucro llamada PETISOS, que significa Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil SOS.
La organización tiene como meta darle educación gratuita y programas extracurriculares a los niños, para que tengan una alternativa a trabajar.

Hoy, aproximadamente 200 niños y niñas en Bariloche son beneficiarios de PETISOS.

"Llevamos a cabo una búsqueda personalizada de los niños y niñas con quienes podemos trabajar", expuso Durón Miranda. "Trabajamos con familias, escuelas, centros médicos o salud para que podamos sacarlos de esta situación de trabajo infantil".

Cuando decidió empezar, quiso conocer qué llevaba a los niños a trabajar en el basurero.

"Quería saber que llevaría a una familia a dejar que pasara esto", dice.
"Lo que hice fue poner un campamento adentro del basurero y trabajaba junto a los niños, a su lado. También recogí basura.
Los veía caminar por el lugar, cada cosa que hacían. Así que las familias empezaron a confiar en mi".

Mientras que Argentina tiene leyes en contra del trabajo infantil, la mayoría de los niños lo hacen como trabajadores sin sueldo para sus familias, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.
Los padres no obligan a los niños a que trabajen, pero éstos se unen a una edad temprana porque es una actividad común en las redes familiares.

"Todos los padres le desean una mejor vida a sus hijos de la que ellos tuvieron", comenta Durón Miranda. "Sin embargo, hay momentos en que su situación es tan precaria que no tienen otra manera de subsistir más que toda la familia trabaje".

Los programas PETISOS están abiertos a cualquier persona de la comunidad, ya sea que trabajen o no. Pero involucrar a un niño que trabaja puede ser un proceso largo.

Durón Miranda y su equipo empiezan por buscar a un niño y observar sus hábitos de trabajo. Luego de ganarse la confianza del niño, lo que puede llevar de seis meses a un año, empiezan a reunirse con la familia del niño. Luego desarrollan un plan integral para ayudar al niño y hacerle entender a la familia la importancia de la educación.

"Cuando trabajas en situaciones en un contexto de pobreza extrema, es muy difícil hablarle a los padres en términos de largo plazo porque ellos viven en el día a día", explica Durón Miranda. "Les decimos que un niño con más años de escolaridad tiene mejores oportunidades de conseguir un mejor trabajo eventualmente y hacer más dinero de lo que hace en un trabajo de subsistencia".

PETISOS tiene un equipo de profesionales y voluntarios trabajando con niños para asegurar su crecimiento.

Los niños son inscritos en la escuela y tienen un grupo de revisión para asegurarse de que vayan. Existen talleres después de la escuela que se realizan en las oficinas centrales de PETISOS, en donde los niños pueden recibir ayuda con su tarea o trabajos artísticos. También hay psicólogos, doctores y trabajadores sociales disponibles para estar con los niños y sus familias.

Los jefes de familia también pueden recibir entrenamiento de trabajo y ayuda para la crianza de los niños.

"Los padres están felices con el proyecto porque se dan cuenta de que estamos preocupados por sus hijos. Les damos un incentivo de que tengan un mejor futuro, un futuro diferente", dice la psicóloga mexicana.

Muchas veces, hay muchos niños de la familia en el programa PETISOS.

Rosa del Carmen Aguilar es una madre soltera de siete quien solía trabajar en el basurero para proveer por su familia.
Los programas de Durón Miranda le ayudaron a salir del basurero y mantener a sus hijos fuera de problemas.

"No tenía un salario, no tenía un trabajo y siempre hemos tenido la necesidad", contó Aguilar. "Acudí a ella. Ella era la persona en quien más confiaba. Los niños están avanzando, hemos pasado por un largo camino".

El grupo es financiado a través de subvenciones y donaciones.
Como resultado de los esfuerzos de PETISOS, muchos niños han ingresado a la escuela secundaria y otros van a la universidad. Otros tienen trabajos estables y muchas mujeres jóvenes han empezado familias y son más sensibles acerca de la crianza de sus hijos.

"Eso es muy importante para nosotros", dice Durón Miranda.
"Creo que ahí es en donde empezamos a romper con ciclos viciosos que surgen de una crianza negligente y con maltrato.
Creo que ese es nuestro logro más importante hasta la fecha".

Durón Miranda describe su trabajo como "lleno de vida", en vez de "tiempo completo", pero deja en claro que no lo podría imaginar de otra forma.

"Los problemas de estos niños y niñas viven, y sobre los que pasamos todo nuestro tiempo, son muy dolorosos", dice.
"Afortunadamente, tenemos la capacidad para transformar su dolor en el deseo de hacer algo al respecto".

¿Quieres participar?
Revisa la página web de PETISOS en http://www.oneworldchildrensfund.org y ve cómo puedes ayudar.

No hay comentarios: