Los ejemplares fueron hallados en un barrio de la capital. Además de transmitir enfermedades al ser humano, el animal posee una baba sumamente tóxica para animales y personas.
Autoridades de la provincia de Corrientes alertaron sobre la sorpresiva presencia de caracoles africanos, que son considerados peligrosos, en el barrio Yapeyú de la ciudad capital y llamaron a extremar los cuidadanos.
La Dirección de Producción Vegetal del Ministerio de Producción alertó el martes sobre la presencia de ejemplares Achatina fúlica, en domicilios del barrio Yapeyú, hallados por personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), afectado a tareas de monitoreo.
La noticia fue comunicada por el Centro Regional Corrientes-Misiones del organismo sanitario nacional. Es el resultado de un monitoreo realizado en el barrio y la presencia de este molusco puso en alerta a las autoridades, ya que además de ser zoonótico (puede transmitir enfermedades al ser humano) posee una baba sumamente tóxica para animales y personas.
Es de fácil reconocimiento por su tamaño y colores; son hermafroditas y muy prolíficos: pueden poner hasta 500 huevos por vez. El consejo principal es no tocarlo con las manos descubiertas y evitar el contacto de la baba con ojos, nariz y boca. Puede hasta provocar una ceguera en los niños. Representa una grave amenaza para la flora nativa y los cultivos de interés comercial.
Es el molusco terrestre de mayor tamaño, su concha puede medir hasta 25-30 cm de longitud y 8 de alto. Aunque es una especie vegetariana, puede comer prácticamente de todo, incluidos excrementos. En cautiverio, también puede consumir alimentos de origen animal, como comida de perros y gatos, aunque es notorio que el caracol común también consume estos alimentos en las épocas de lluvia. Además se encuentra incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más daniñas del mundo.
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