Wellcome back, Jefa...

Ya está Jefa...
Por suerte ya pasó el susto.
Ahora a respirar profundo y vuelta al bolonqui nuestro de cada día.
Sólo le pedimos que, de aquí en más, por favor no se haga mala sangre por cualquier cosa.
¿Perdieron las elecciones?
¿Chau re-reelección?
¿Inflación?
¿Se van los dólares?
¿Los motorman se duermen?
¿Con la ley de medios les sale siempre el tiro por la culata?
¿Les creció Massa?

Pavadas Jefa. 
Nada que no se arregle con plata. 
Usted ya lo aprendió: basta la salud.

Además, pese a todo eso, la cosa anda bastante tranquila.
Los ministros están relajados.
Por ahí apareció Abal Medina maltratando a Magdalena, pero nada fuera de lo habitual.
Esta señora esbirra de la derecha fue a botonear a la OEA y a la vuelta los muchachos la esperaron en su casa para contarle lo contento que estaba el Gobierno con sus denuncias.
¿Cuál es el problema?

Lo mismo que Leuco. 
Le robaron y lo molieron a palos. 
Se lo tiene merecido. 
Por bocón.

Ya lo habían corrido a palos a Fernando Bravo, ¿se acuerda? (ése es el peor de todos, yo lo conozco bien desde la época en la que él era un colaboracionista del dictador Batista y nosotros bajábamos de Sierra Maestra con el matrimonio Alperovich).
Los tres se la merecen.
Lo que no me parece bien es que sean todos de Radio Continental.
Eso no es justo.
Yo preferiría ir rotando las radios para que la cosa sea más plural.
Por ejemplo, un día habría que volarle los dientes a uno de Radio Mitre, al día siguiente habría que fajar a uno de Radio 10, por ahí un día los muchachos no tienen nada que hacer y van y le serruchan los dedos a Majul y así sucesivamente.
De ese modo vamos democratizando los medios.
Esa es la idea, ¿no?

El resto del Gabinete anda bastante bien, pese a que Mario Ishii, ex intendente de José C. Paz e incondicional del kirchnerismo, salió a decir que “los ministros se rascan las pelotas”.
Para mí no es así.
Los tipos laburan como perros.

Que les salga todo mal es otro problema.

Del que no se escucha mucho últimamente es de Timerman.
¿Por qué no averigua donde anda ese muchacho?
¿Estará en Teherán tomando declaración a los sospechosos o estará en Disney tomándose un milk shake con un emparedado de turkey, bacon y mantequilla de cacahuetes?
Ambas cosas son posibles, pero si me apuran y tengo que apostar, me juego todo a Disney con redoblona al Magic Kingdom.
A propósito, ¿usted sabía que el canciller de Holanda se llama Franz Timmermans? 
Pobre Máxima, ¿no? 
Qué condena. 
Doble karma. 
Si no pasa vergüenza con un canciller, pasa vergüenza con el otro.

Donde quizá tenemos algún problemita es con las reservas del Banco Central.
Parece que se nos están yendo los dólares. 
No mucho, entre seis y ocho mil kilos por mes. 
Acuérdese que Fariña nos enseñó que un palo verde pesa unos 12 kilos.
Siempre se aprende algo viendo los programas del monopolio, ¿vio?
Bueno, por ahí usted ya lo sabía pero para mí fue toda una novedad.

Así las cosas, estamos perdiendo unos 7.000/8.000 palos verdes por año.
Considerando que nos quedan 33.000, a este ritmo vamos a llegar al fin del mandato en 2015 con 120 o 150 toneladas verdes (guarde 100 gramos cortado fino para garparme mis BODEN 2015, por favor).

Estuve pensando que una opción para recuperar dólares podría ser volver a vender YPF y Aerolíneas. 
Total, eso ustedes lo saben hacer mejor que nadie.
De taquito.
Parrilli vuelve a informar, Pichetto vuelve a explicar, usted vuelve a apoyar y chau.
Nos falta Ricky Maravilla, dos o tres gatos y estamos todos.

Se portó muy bien Boudou.
Tranqui, medido, salvo al final cuando casi arruina todo firmando un incremento de presupuesto de 80.000 palos pesos.
Todo bien con este muchacho, pero yo pregunto: ¿no se podía esperar unos días y lo firmaba usted?

¿Qué necesidad, Jefa?
Sacar el Vice una lapicera y temblar el proyecto nacional, es toda una misma cosa.

Por suerte para el Compañero Vice la Justicia formoseña acaba de cerrar la causa donde investigaba a la empresa de Vanderfrula (el amigo invisible) que asesoró al gobernador Insfrán sobre cómo refinanciar la deuda que tenía la provincia de Formosa con la Nación.
Un trabajo muy complicado:
Le dieron el teléfono, la dirección del Ministerio de Economía y le dijeron “vos andá, decí que venís de parte nuestra, ofrecé una quita del 50% y tratá de cerrar en el 25”.
Por hacer eso, le garparon 7,5 millones de mangos.

Más que procesarlo habría que hacerle un monumento.
Un crack.

Ahora entiendo a mis amigos kirchneristas cuando explican que al progresismo K no le queda más remedio que apoyar a gobernadores como Insfrán. 
Habría que ir pensando en mandarle a Formosa la causa Ciccone.

El resto del equipo, sin novedad. Pimpi Colombo salió a decir que “la inflación no es un problema” y Moreno redobló diciendo que en realidad no hay inflación:
“¿de qué estamos hablando si la carne, el pollo y el pescado valen lo mismo que hace tres años”, declaró el secretario de Comercio que seguramente hace tres años se hizo vegetariano y además debe tener una huerta en el balcón.

Hasta ahí, lo del lado nuestro.
Veamos del lado de ellos.

¿Se acuerda de la oposición?
Bueno, ya no está más. 
Mucho ruido, mucho papelito, mucho globo, mucho chupón, pero nada.
Chau. Duraron dos días.
En 48 horas ya todo volvió a la normalidad.

Ayer salió Durán Barba (algo así como el Ernesto Laclau del PRO) y dijo que:
“Hitler era un personaje espectacular”.
A los dos minutos lo trataron de imbécil. 
Una exageración.
Podrían haberle dicho que era estúpido, pavote, batata, schmock, fucking asshole, bestia, animal, pata sucia, burro, zánguango (me sigue gustando mucho esa palabra), mequetrefe, gilipollas, alcornoque.
En fin, hay un montón de opciones.
Pero imbécil ya es mucho.

Por su parte los de UNEN van bien.
Ahí están, simulando que se quieren.
Veremos.
Y después está Massa, que ya demostró que es vivísimo.
Se acaba de publicar que en la campaña electoral gastó sólo 3 pesos por voto.
Con esa miseria sacó el 40 % y nos arruinó.

En cambio nosotros gastamos un fangote: 8,30 pesos por voto. 
Suerte que sacamos pocos.

En fin, como ve, nada nuevo bajo el sol.
Tudo bem, garota. 
Bienvenida a casa.
A favor o en contra, pero todos contentos