Por Malú Kikuchi (*)
Argentina es el 2° consumidor de cocaína del continente americano.
Argentina es el 3° puerto de embarque de cocaína hacia Europa desde América.
Argentina hace rato que ha dejado de ser un país de paso para la droga.
La recibe, la fabrica, la consume y la exporta.
Argentina se ha convertido en un paraíso para los narco traficantes.
Alguien lo permite.
Los datos anteriores son de la ONU de este año.
Argentina desde 2009 no le pasa datos sobre drogas a la ONU, que de todos modos, los consigue.
Los informes son malos, y empeoran con el correr de los días.
Sólo hay que sumar hechos que hablan por sí solos.
Hechos. La frontera entre Argentina y Bolivia es extensa, y en menor medida también lo es con Paraguay. De acuerdo a gendarmería hay 1.500 pasos clandestinos en la frontera con Bolivia y 60 con Paraguay (que es el mayor productor de marihuana de América). Gendarmería no cuida las fronteras, está en el conurbano intentando disminuir el delito producido en gran parte por la droga. Que no debiera haber entrado si los gendarmes estuvieran en las fronteras. ¿Cómo siguen existiendo pasos clandestinos, que al ser conocidos deberían haber dejado de existir? Alguien lo permite.
Hechos. Los dos países con mayores problemas de droga y cárteles más organizados en América, “eran” Colombia y México (este último sumó 135.000 homicidios debidos a los narcos en los pasados 6 años), pero políticas serias de erradicación del flagelo, consiguieron que los narcos se fueran exiliando de sus países y refugiándose en otros más complacientes. Argentina lidera el ranking de benevolencia y laxitud en cuanto a recibir a estos individuos. Por supuesto, alguien lo permite.
Hechos. Se sabe con certeza que en las villas que rodean y que forman parte de CABA, los narcos imparten justicia, se hacen cargo de la salita sanitaria, ayudan a las madres con problemas monetarios … a cambio de cocinas de paco y de la “ayuda” que los hijos les prestan, vendiendo y consumiendo. Se conoce que grupos ocupan cada villa, donde están los peruanos, los mexicanos, los bolivianos, los paraguayos. Se sabe. No se soluciona. Alguien, lo permite.
Hechos. Con gran propaganda se instalaron radares (viejos y reciclados) en Santiago del Estero, Posadas, Resistencia y Las Lomitas. Los opera la fuerza aérea, operativo Escudo Norte. Los radares detectan vuelos comerciales a 4.000m, los vuelos narcos lo hacen por debajo de los 400m. Argentina no tiene ley de derribo, aunque hay 5 proyectos diferentes en diputados, que no se tratan. Brasil tiene ley de derribo.
Hechos. Ubicado un vuelo no identificado, la fuerza aérea no cuenta con aviones suficientes, ni con combustible suficiente, para obligar al vuelo ilegal a aterrizar. Se conforman con contarlos. Y son muchos, calculan 800 probables vuelos ilegales y 242 ¿? vuelos decididamente ilegales. Lo que prueba que los que manejan los radares saben contar hasta 1042. Y que alguien permite que penetren en territorio argentino.
Hechos. Las pistas de aterrizaje ilegales ya ni siquiera se cuentan, son demasiadas, y se conocen, pero siguen estando y operando. Existe otro sistema muy usado últimamente, los aviones ilegales dejan caer su carga cual si fueran bombas, alguien la recoge y se hace cargo de que siga su destino predeterminado. Alguien lo permite.
Hechos. Es un negocio altamente redituable. En Argentina un kilo de cocaína cuesta US$ 7.000, en Europa, US$ 50.000. Alguien gana mucho dinero. El país se ha convertido en un sitio sumamente atractivo para el narcotráfico y los cárteles que lo manejan. Pero para que esto suceda, y sucede, necesitan una red de apoyo importante. Para empezar, gendarmes, prefectura, policías provinciales y la federal. Pero para que estos uniformados hagan la vista gorda, o directamente colaboren con los narcos, personas por encima de ellos, deben dar su aprobación. Alguien lo permite.
Hechos. Fiscales, jueces, legisladores, intendentes, gobernadores, ministros y quien sabe quien más. Cualquier chico entrando en la pubertad, un buen chico que no tiene nada que ver con la droga, sabe dónde y quien vende a la salida del colegio, en el boliche, en el delivery de pizza o de helado. Sabe a cuanto cotiza en el día a día, aunque no consuma, ni piense hacerlo. Y las autoridades que deberían impedirlo, ¿no lo saben? Alguien lo permite.
Hechos. Puede que lo permitan para no tener problemas, los narcos son gente de armas y sin compasión. O puede que lo permitan porque comparten las ganancias. Y porque la sociedad se desentiende del problema. Salvo que la afecte a nivel personal. Se sabe que la campaña presidencial del 2007 fue financiada en parte por la droga, a través de cheques de laboratorios ligados a organizaciones delictivas; 4 homicidios quedaron como prueba. La sociedad no se inmutó. Lo permitimos.
Hechos. En Rosario, 210 homicidios con el sello narco en este año. La casa del gobernador de Santa Fe fue baleada por un grupo nuevo, “Los monos”, “made in Argentina”. En lo que va del 2013 entraron, detectadas, 121 toneladas de estupefacientes por vía aérea. Desde febrero de este año, el SEDRONAR, ente encargado de la lucha contra el narcotráfico, carece de dirección. Al parecer al ejecutivo no le interesa demasiado.
Hechos. Un diputado en Salta está procesado por narcotráfico; a un concejal en el Chaco le encontraron 700 kg de marihuana. En Malvinas Argentinas un ex concejal fue detenido en su casa con 53kg de cocaína. Entre 2006 y 2010 se incautó un 600% más de droga que en años previos y sólo se incauta entre el 10 y el 12% de lo que circula.
Hechos. Los barras bravas, tan útiles a los dirigentes de fútbol, llegado el caso usados como fuerza de choque por algunos políticos, también trabajan con y para los narcos. El fútbol mueve mucha plata a través de las ventas de los jugadores y es un sistema fácil para lavar dinero.
Hechos. La droga afecta a la sociedad en general, pero es particularmente atractiva para los jóvenes que quieren huir de una realidad que no les gusta, que necesitan llenar un vacío existencial, porque los mayores no hemos sabido transmitirles ideales y valores que les den razones para vivir.
La droga es la salida fácil, por un ratito, que se convierte en la trampa sin salvación a largo plazo.
Alguien lo permite.
Y más allá de las conexiones políticas imprescindibles para que exista este florecer del narcotráfico en Argentina, la sociedad, con su indiferencia hace su parte.
Es imprescindible exigirles a nuestros representantes, a los que votamos hace pocos días y que van a asumir el 10/12/2013, que deben comprometerse a elaborar leyes duras, eficientes y de cumplimiento inexorable, para terminar con el narcotráfico.
Sin apoyo político, los narcos no pueden sobrevivir.
Hagamos nuestra parte.
Ya votamos.
Ya elegimos, El “después” del título, es: ahora y ahora, exigimos.
Un pueblo mal nutrido, poco educado y además adicto, es el sueño de cualquier régimen populista.
Basta de complicidad con los narcos.
Referencia:
(1)”Sur”, tango, 1948, letra Homero Manzi, música Aníbal Troilo. “Sur, paredón y después…”.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Malú Kikuchi por gentileza de su autora
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
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Hace 5 semanas
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