Contubernio...

Por Gonzalo L. Villalobos (*)

Si hay algo que distingue hoy a los argentinos, es la desorientación y el temor que, en lo político electoral, se avecina para un aún lejano 2015…

La irregular inconducta de una dirigencia corrupta, de jueces venales y acomodaticios, de funcionarios simplemente ladrones, han creado un sentimiento de desconfianza único en la historia de nuestro País.-

La patética desorientación de la mandataria y su séquito de incapaces, más allá de la mala fe que los distingue, culminan una etapa demasiado prolongada para creerla legítima o republicana…

Y es entonces, ahora, cuando los argentinos advertimos que nuevamente, en éste sistema en crisis, deberemos elegir entre una serie de partidos, parcialidades, fracciones, que aparentemente prometen la panacea del fin del desastre que nos rodea…

La realidad del narcotráfico a cielos abiertos que lograra imponer Cristina y sus adláteres; la guerra de la inseguridad que avanza día a día de la mano del odio fomentado desde el poder y de la ausencia de valores que el asistencialismo ha obtenido como rédito, son el marco que culmina con una inflación que nos devora los ingresos y que obliga a recapacitar a los argentinos de bien…

…de bien jodidos que estamos! Y, es por eso, que tenemos la obligación de prestar atención a lo que nos rodea y a quienes nos rodean…

Ésta vez, no podemos equivocarnos, no podemos dejarnos engañar…

Todos estamos de acuerdo en que la cárcel es lo menos que merecen nuestros gobernantes, esa banda de usureros y corruptos que, abusando del poder que les hemos delegado, se han enriquecido a costa de los dineros públicos…

Y esa es la voluntad popular, que es la verdadera democracia, no la de las urnas!

Como decía el General, la verdadera democracia es aquella en la que el Gobierno hace lo que el pueblo quiere… no lo que quiere Cristina…se entiende?

Volviendo al tema que nos ocupa, va siendo hora de elegir entre lo que hay, y si no hay ninguno, buscar a alguien que nos represente…

Así vemos la menesunda de Lilita, una excelente fiscal, Pino, un mediano cineasta, Lousteau, un mediocre economista, Sanz un radical sin destino propio, Cobos, un indefinido no positivo, y algunos izquierdistas que nos aseguran que unidos, amontonados, apilados, nos van a sacar de este marasmo kirchnerista…

Vemos a un Scioli barnizado de viril justicialista, que intenta ponerse los pantalones largos frente a Cristina, tratando de obtener los votos peronistas que perdió a manos de su propia obsecuencia y falta de hombría ante el poder central…

Finalmente, como algo viable, vemos a un Massa, que tomando las banderas de Perón, se enfrentó (y le ganó) al poder de Cristina y sus aplaudidores, de la mano de su mujer, la hija del “Pato” Galmarini…el ex montonero fundador de “El descamisado”, luego excelso menemista, y en esa fantástica lucha de camaleones políticos, toma el camino a la presidencia…

Advertida Cristina, entre otros, de las relevantes posibilidades de Massa, finalmente resuelve reunirse con él, y así solicita el compromiso del prometedor candidato, de obtener impunidad en el próximo periodo presidencial…

Parece ser que ello estaría siendo considerado por un Massa que necesita quitarse a Scioli del medio, lo que podría concederle la Presidente…

Mientras ello ocurre, un Menem todavía coherente, se habría arrimado a Massa brindándole sus equipos en una unión de fuerzas nada despreciable en éstos tiempos…

Y así, mis queridos compatriotas, existe el serio riesgo de la “negociación”, el contubernio entre kirchneristas y Massistas, que brinde a través de una Justicia lenta, llena de tortugas judiciales y fiscales comprometidos con el poder político, la impunidad que Cristina y sus cómplices necesitan para no ir presos…

Está en nosotros permitirlo o impedirlo, no permitamos el contubernio, basta de componendas a espaldas de los argentinos.. Que no se equivoquen los dirigentes…!

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Gonzalo L. Villalobos por gentileza de su autor.