No hay nada más útil que las nociones básicas de la filosofía para entender el comportamiento de todos los tiempos.
Los griegos fueron pioneros en buscarle razón a las cosas.
Una de las escuelas surgidas antes de Sócrates fue la de los cínicos.
Enseñaban originariamente la primacía de la virtud, con menosprecio de apetencias y del bienestar propio.
Qué curioso que muchos siglos más tarde, el pensamiento político revolucionario parte del mismo principio:
Se rasga las vestiduras por el mal de los demás, pregona su preocupación por los pobres y el desprecio al imperio opresor.
Pero al igual que los cínicos evolucionó después en el sentido de desdén por la cultura y las costumbres imperantes.
Despreciar, destruir e imponer otros parámetros que sólo tienen un norte:
Mantener el poder a cualquier precio.
Eso es el cinismo:
Falta de respeto a los principios morales y a la dignidad, menosprecio de las reglas morales y de los valores vigentes.
Es lo que estamos viendo a diario en el acontecer venezolano. (Y Argentina)
El (ab)uso del poder lleva a manipularlo todo a través de la pantalla mediática.
Es el desprecio a la inteligencia de los humanos.
La justicia no es la equidad, sino el uso de la ley en beneficio del poder.
Se condena rápidamente a quien no acata las decisiones del poder.
Y se libera a los que se someten a su juicio.
Las instituciones judiciales y electorales son llamados árbitros.
La primera condición debe ser la imparcialidad.
Sin embargo, se afirma tener el sistema electoral más moderno y trasparente del mundo y se niega que haya observadores internacionales y nadie sino ellos tienen acceso a toda la información y a todo el proceso.
¿Se puede llamar publicidad institucional a la que vemos de forma obligatoria y gratuita infinidad de veces al día?
Se prohíbe la publicidad del corazón, pero se multiplican las vallas, afiches y calcomanías con el mismo mensaje.
No hay nada peor que aparentar virtud y sembrar ventajismo.
Es el mejor alimento a la incredibilidad y desconfianza.
Con el cinismo somos portadores de desigualdad, menosprecio, violencia y muerte.
Es el camino contrario a la seguridad y la paz.
Es una forma de vida relajada,...
Muy distante a la igualdad, libertad y fraternidad, propias de una sociedad que quiere vivir en democracia....
Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo
Boletín Info-RIES nº 1102
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*Ya pueden disponer del último boletín de la **Red Iberoamericana de
Estudio de las Sectas (RIES), Info-RIES**. En este caso les ofrecemos un
monográfico ...
Hace 1 mes
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