Que
la corrupción no nos tape el socialismo...
José
Benegas
La
noticia deslumbrante es que Cristóbal López y Cristina Kirchner usaron fondos
de la recaudación fiscal para comprarse varias empresas, entre ellas una
petrolera y medios de comunicación para mentirle a la población.
El
total de la maniobra fue de 8000 millones de pesos.
Pero
deberíamos pensar esto no con los ojos de los intereses del estado, sino el de
los argentinos, a los que se supone, con mucho optimismo, que el estado sirve.
Entonces
el problema se ve peor.
El
precio tiene dos partes.
Ambas
tratan de obtener la máxima ventaja del trato.
Cuando
una empresa no sube un precio, no es como creen los funcionarios anteriores y
estos porque tienen “responsabilidad social”, es porque le conviene.
El
negocio no consiste en subir los precios sino en obtener los mayores
beneficios, lo que en parte depende del precio, pero en gran medida del volumen
que se logra vender.
Las
empresas invierten capital para multiplicar su producción y así poder bajar el
precio, atrayendo clientes y ganando más dinero.
Esta realidad se
olvida porque encima en la Argentina el resentimiento social es casi la materia
obligatoria más importante del aparato educativo, estatal y privado, también el
familiar.
Así
que se analiza la economía estableciendo malos y buenos, en lugar de intereses.
Intereses
ya suena políticamente incorrecto, pero saquemos esa emocionalidad resentida y
sigamos razonando.
Aquí
aparece la distinción acerca de la naturaleza de esos fondos desde el punto de
vista exclusivo de la regulación.
Lo
que se dice es que el impuesto en realidad es directamente plata del fisco y
que el agente de retención se lo apodera.
No sería una
mera deuda, sino un robo.
Pero
lo cierto es que sin impuesto ese dinero sería parte del precio, por lo tanto
desde el punto de vista económico debe considerarse como un costo de las partes
de la compra venta de combustible.
En
este caso si hay malos, pero olvidemos eso un momento porque es indispensable
para entender cuál es el verdadero perjuicio que sufre el público, que no es
precisamente la pérdida de recaudación fiscal, sino la recaudación fiscal en
si.
Si
el impuesto a los combustibles no existiera, Cristóbal Lopez o cualquiera de
los otros agentes de retención, hubieran podido vender la misma cantidad de
combustible al mismo precio que resulta después de aplicar el gravamen y
entonces los 8000 millones estarían donde finalmente estuvieron dando
oportunidad al mismo monto de actividad económica nueva…
Le
hubiera alcanzado para comprar varias empresas de medios y una empresa
petrolera, demandando una cantidad importante de empleos y servicios de
proveedores.
Probablemente
no hubiera comprado medios para mentir para Cristina Kirchner, que no sería su
socia, porque no la necesitaría para nada a ella.
Es
decir, en lugar de corrupción, habría actividad económica.
También
podría haber bajado el precio del combustible e incluso ganar más dinero
expandiendo su red de estaciones de servicio, con lo cual la economía mejoraría
por ese lado y también por el ahorro al consumidor, que hubiera tenido dinero
para dedicarlo a otras cosas, fomentando la aparición de otras empresas.
Si
nos limitamos a pensar esto como una pérdida de recaudación fiscal, nos perdemos el principal problema,
que es el poder corruptor de la intervención estatal y el daño económico que tenemos
a la vista con todo lo que se ha hecho con esta forma de “evasión”.
Además
hay una recaudación fiscal que ocurre a partir de las ganancias de todos los
que se participan de todas esas actividades que habría que poner en la cuenta.
No
se de dónde sacan y como suponen todos tan fácil que ese dinero está mejor en
las arcas del fisco que en actividad económica.
Por
supuesto que los medios para mentir no son actividad económica real, se parecen
más a agencias estatales, pero esa es la parte del negociado que debe
atribuirse a las agentes políticos del negociado.
Es
decir, la corrupción que pertenece a quienes no tienen en principio interés en
el resultado económico de la operación.
Mucho más
importante que recuperar la recaudación fiscal, es recuperar el derecho de
propiedad de los consumidores y empresas y eliminar el impuesto a los
combustibles.
Que
vayan todos presos, pero que la corrupción no nos tape al socialismo...
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