MALVERSACIÓN
DE CAUDALES PÚBLICOS
En
estos tiempos aciagos en donde existe un desfile de funcionarios de distintas jerarquías y
jurisdicciones acusados, procesados y
condenados por delitos contra la administración pública se me viene a la mente
El
peculado que es un delito olvidado.
Lamentablemente
olvidado como ilícito.
Ahora
parece lo normal.
Los
romanos le llamaban pecus a la oveja y demás ganado, símbolo de riqueza, y
pecunia al dinero efectivo, a la plata.
Siendo
pecunia el dinero, peculio se le llamó en general a la riqueza, aunque en
particular peculio era la riqueza que reunía un esclavo.
El
esclavo ganaba un peculio economizando de su comida, o trabajando después de la
tarea dada por su amo.
Peculado se le
dijo al hurto de los bienes de los esclavos o, en general, a la sisa
–sustracción-, de caudales públicos
hecha por quien debe administrarlos.
El que le roba a
un esclavo era un canalla.
El que le hurta
o roba al Estado nos saquea a todos.
Ya
hubo distintas reacciones populares en
contra del peculado.
El
pueblo pretendió castigar a los que -mediante negociados, dietas exageradas,
nombramientos de ñoquis, comisiones para financiar campañas electorales- se
quedaron con sus dineros.
Pero
siempre queda en saco rot.
Muchas
veces se condena moralmente a todo el sistema por vérselo envuelto en el mismo
peculado.
Pero
después, lamentablemente el pueblo
levanta la pena votando por los mismos partidos de los que habían surgido los
condenados.
Esta
actitud no es nueva.
Ya
Don Rodolfo Irazusta, en un artículo publicado en "La Nueva
República", nos advertía que la opinión pública, en aquellos tiempos, ya
estaba curada de espanto.
"Sabe
de sobra que la corrupción administrativa es la regla gubernamental en el orden
nacional como en el provincial.
Los
escándalos no son otra cosa que liquidaciones temporales provocadas por las
alternativas políticas y cuyas consecuencias mayores llegan hasta la
destitución y temporal encarcelamiento de algún modesto funcionario.
El
argentino se queda tan tranquilo cuando le notifican que los encargados de
velar por su vida, su hacienda y su salud son unos delincuentes como si eso
ocurriera en la luna".
Se
pregunta la razón de esta indiferencia, extrañísima pues el más repugnante de
los delitos que comete un funcionario es el peculado.
¿Una
corrupción colectiva del sentido moral?
Algo
de eso podría haber, aunque Irazusta recordara la reacción moral que lo
desplazó a Juárez Celman en el 90.
Lo
supone al peculado una lógica consecuencia del sufragio universal.
Los
electores saben lo que ellos harían si gobernaran.
El
voto traduce su interés inmediato.
"¿Qué
extraña que no se asombre de que los ungidos del sufragio hagan lo que él
hubiera hecho?".
Actualmente
la impunidad reinante es casi general….
“Si, reinante" porque no solo
se encuentra muy difundida sino que también impera en amplios sectores de la
sociedad, la jamás alcanzo los alarmantes niveles que
adquiere en la actualidad,
y
lo que es peor, el grado de resignación, de tolerancia y hasta de paciente
aceptación con el que se la ve en estos día.
Nihil
novi sub Solé (no hay nada nuevo bajo el
sol).
Si.
Ya
lo sabemos y tenemos derecho a manifestar esa angustia y adherirnos al clamor
público.
A
la justicia ordinaria no se la teme, se la supone inocua (todo el mundo “confía
en la justicia”; muchos, en realidad, confían en su torpeza), pero se sospecha
que los funcionarios imputados tienen poder, tienen fuerza.
Hoy
tenemos hechos patentes y visibles que
están inquietados a la opinión pública
poniéndola a la prensa en estado de constante vigilancia.
Eso
es bueno y saludable.
Si
la opinión pública no reacciona en contra del abuso y la arbitrariedad será muy
difícil que se pudiera hacer algo.
Y
si efectivamente reacciona tendrá por delante una larga lucha, ya que las corporaciones y asociaciones no renuncian
fácilmente a las conquistas que ella ha realizado.
Pero entiendo que es una lucha que vale la pena librarse pues en ella
se juega el destino de la patria de nuestros hijos.
Lamentablemente
la crisis en la Justicia se agudiza cada vez más.
¡“Una
justicia lenta no es Justicia.."!
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