LOS
DOCUMENTOS QUE COMPROMETEN A PATRICIA BULLRICH
“Esconder
y mentir sobre nuestra realidad es una práctica que nos ha hecho mucho daño.
Una
práctica que enturbia y entorpece la gestión pública”.
La
frase fue pronunciada por Mauricio Macri el 10 de diciembre del año pasado,
luego de asumir formalmente como presidente de la Nación.
En
sucesivas entrevistas y comentarios públicos, el hoy jefe de Estado supo
insistir en la diferenciación que su gobierno tendría respecto de la etapa
kirchnerista, principalmente en lo que refiere a hechos de corrupción.
Todo
muy poético y florido…
Pero la verdad pasa por los hechos, no por las palabras.
Pero la verdad pasa por los hechos, no por las palabras.
Y
los hechos indican otra cosa.
Macri
se convirtió en aquel que eligió poner bajo su ala a funcionarios cuestionados
y volar a los honestos, aquellos de la
talla de Juan José Gómez Centurión.
Las
mafias, agradecidas.
A
lo antedicho hay que agregar algo ocurrido hace algunos meses, cuando el actual
oficialismo empezaba a ejercer su potestad, un hecho que empañará aún más la
gestión macrista, sobre todo porque se vincula a un tópico que está a la cabeza
de las preocupaciones ciudadanas: la inseguridad.
De
acuerdo a una serie de documentos a los que tuvo acceso este periodista en
exclusiva, el Ministerio de Seguridad de la Nación incorporó un centenar de
empleados que están fuera de nomenclador.
Su
ingreso fue irregular, a tal punto que la decisión jamás pasó por el Boletín
Oficial.
Es
que, de acuerdo a fuentes del propio Ministerio, la gran mayoría fueron
contratados de manera directa cuando debieron hacer pasar por el pertinente
concurso público.
El
argumento utilizado a nivel oficial para avanzar de esa suspicaz manera es que
se encontraban vacantes puntuales cargos dentro de esa dependencia, muchos de
enorme relevancia.
Los
contratados son casi cien, los que aparecen a continuación son solo algunos de
ellos:
El
listado es parte de la Resolución 016 que fue refrendada por la ministra de
Seguridad, Patricia Bullrich.
De
hecho, parte de los que fueron incorporados de manera subrepticia son gente de
su propio riñón.
También
de la órbita de Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad.
Pero
hay más:
Los mismos funcionarios decidieron reincorporar a casi 400
trabajadores que ellos mismos habían echado a mediados de enero de este año,
acusándolos de “ñoquis”.
Esto
último habría sido parte de un acuerdo implícito entre el gobierno y los
gremios estatales UPCN y ATE, a cambio de aminorar de alguna manera las
manifestaciones contra el macrismo.
Un verdadero
escándalo.
Al
igual que al principio de esta nota, es bueno recordar algunas de las palabras
pronunciadas por Macri el día que asumió como presidente:
“Este Gobierno
va a combatir la corrupción, voy a ser implacable con aquellos que dejen de
cumplir lo que nos dice la ley. Los bienes de la Argentina son para todos los
argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios”.
Nada
que agregar.
Como
suele decirse, uno es dueño de sus silencios y prisionero de sus palabras.
Christian Sanz
Fuente: Tribuna de Periodistas
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