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Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 1 de octubre de 2016

¿Y si cambian las cosas con Nisman y la AMIA?

Ricardo Roa

A veinte meses de la muerte de Nisman, la investigación de si fue suicidio o asesinato no avanza.
A veinte meses de su denuncia contra Cristina, la investigación sigue bloqueada.
Demasiado grave y demasiado desprolijo todo:
Por qué una causa no avanza y por qué otra causa ni siquiera ha sido iniciada.
Lo que se tiene es:
No se sabe cómo murió y no hace falta saber sobre lo que el fiscal denunció.
Lo que se tiene es también que donde aparece la facción kirchnerista de Justicia Legítima ya se sabe que no pasa nada.
Dos veces y en el orden exacto en que debían pronunciarse, el juez Rafecas y los camaristas Ballestero y Freiler dijeron no a investigar a Cristina por encubrir a los presuntos autores de la masacre en la AMIA.
También cerraron la puerta a que la AMIA se convirtiera en parte querellante.

Un recorrido al carbónico:
Rafecas desestima la denuncia sin leerla, el fiscal Pollicita apela, los dos camaristas ratifican al juez, el fiscal Moldes apela ante Casación y el fiscal De Luca rechaza.
La secuencia puede tomar otro rumbo esta vez.
Ballestero es el mismo que fue juez preferido del menemismo y después juez preferido de Scioli, que pensaba llevarlo a la Corte.
Por orden de Cristina, Scioli le pidió que votara para desplazar a Bonadio de la causa Hotesur.
Freiler también participó en esa maniobra contra el juez que molestaba y molesta a Cristina.
Es el mismo Freiler que como fiscal había sobreseído por lavado a la lavadora viuda del jefe narco Escobar Gaviria.
Y que durante la era K se enriqueció como el uranio:
Compró una mansión de dos plantas frente a la quinta de Olivos.
“No me acuerdo cuánto pagué”, dijo.
Un fiscal le encontró además un departamento en Pinamar, 20 caballos y dos Mercedes Benz.
Y lo acusó de enriquecimiento ilícito.
Pero el juez Martínez de Giorgi lo absolvió.
Los Kirchner montaron una Justicia en la que la verdad importa poco.
También votó contra Bonadio Ana María Figueroa, presidente de la Sala 1 de Casación en que caerá la denuncia de Nisman.
Es la jueza preferida de Zannini.

Radio pasillo Comodoro Py dice que Figueroa tiene planes para neutralizar a los camaristas subrogantes Hornos y Borinsky que la tienen 2-1 y que están dispuestos a cambiar la historia.
Uno es dilatar el proceso para aprovechar que el mandato de ambos vence a fin de año.
Otro, que sean recusados.
Un hijo funcionario de la propia Figueroa ya husmea archivos para encontrar datos sobre los dos.
Pero falta un detalle:
Que ahora se acepte a la DAIA como querellante y la denuncia de Nisman sea reflotada.


Entonces la protección a Cristina empezará a hacer agua...

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