"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 27 de noviembre de 2016

Entierren al viejo rápido

José Benegas

Al final se murió y, como era de prever, se sucedieron las manifestaciones de corrección política, al lado de los que lo elogian como "ganador", porque eso parece que los hace sentir protagonistas de House of Cards.
Se dirán suficientes cosas sobre él como para que haya poco que agregar.
La muerte relevante para mí, la que duele de verdad, es la de la justicia.
Cada vez que la biología se lleva a uno de estos tipos siento que la humanidad fracasa.
No toda la humanidad, la parte que sostiene los valores de la paz, el respeto y el amor encarnado.
No pudimos hacer justicia a sus víctimas.
Conozco muchas.
Tienen nombres, caras, ojos, historia.
No son un "pueblo", una masa, es gente.

No puedo entender cómo hay tantos que parecen conmoverse por una película o leyendo una novela que expone las cuestiones permanentes de la condición humana y permanecen impertérritos ante los crímenes del comunismo.
Sé que lo que pasa es que todavía en un nivel de la Matrix no han recibido el permiso, que tienen sus valores a cuidado en un pequeño mundo, pero bajo los tabúes de su época, pero me cuesta entender que se pueda vivir así sin rebelarse.
Hay una forma obediente de ser rebeldes y ellos la conocen con todo detalle.

Para mí desapareció la oportunidad de recuperar ese tipo de orden que sostiene la vida que quiero vivir, porque los que fueron arrancados de su tierra, vieron sus familias divididas, sus amigos muertos y torturados y sus hijos perdidos en la programación totalitaria, tendrán sólo la paz del olvido.
Fidel Castro no pagó, aunque se lleve al infierno apenas sus cenizas, allá no tendrá privilegios.

Pienso también en qué clase de sistemas políticos hemos hecho en América.
Ese sujeto mató a nuestra gente, llenó de cínicos, inescrupulosos y ladrones a todo el continente.
Todavía están haciendo daño.
Pero no tenemos y casi no hemos tenido políticos que nos defiendan.

Escribimos unas constituciones que hablan de defensa común, fuerzas armadas, banderas y todo tipo de declamadores, pero nunca han tenido una réplica como merecían, por la fuerza.
Se admite sin más que se los haya incorporado al sistema americano, aunque sigan con sus presos y su control total de las conciencias y las opiniones frente a todos.
Manadas de inútiles con mando irán a desfilar para sacarse una foto en el evento que tiene cualquier valor, pero es evento.
Es todo lo que necesitan saber.
Sí, claro que la izquierda es deshonesta y que sus dictadores les parecen estrellas de rock.
Pero del otro lado no vimos nada, menos en esta época mediocre.
Así que no nos fue nada bien si Castro hizo lo que hizo todo el tiempo que lo hizo, alterando la vida de tantos millones de personas que tienen una sola vida para vivir y ni siquiera da vergüenza defenderlo.
Al revés, habrá quienes piensen que soy yo el que debería avergonzarme por escribir esto.

Ahora no sé qué vamos a hacer, porque Fidel Castro ya no está y no tenemos cómo honrar a sus víctimas con un acto de justicia.
Entiérrenlo rápido, que me da vergüenza.

El autor es abogado, analista político, director del 1776 Institute.

Autor de "10 ideas falsas que favorecen al despotismo".

No hay comentarios: