Macri
acusó a su par de Venezuela de "someter
al pueblo por la fuerza" y no dejarlo expresarse
Santiago
Dapelo
LA
NACION
En
contraposición con lo que sucedió con Michelle Bachelet, el Gobierno profundizó
las diferencias con Venezuela y acusó al
gobierno de Nicolás Maduro de no dar "garantías sobre los mínimos derechos
humanos de los que está siendo víctima la población venezolana".
El
presidente Mauricio Macri calificó como "una anécdota menor" los
dichos del dirigente chavista, Diosdado Cabello, primer vicepresidente del
gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y considerado segundo
hombre fuerte del régimen chavista, quien el día anterior había reclamado que
el encargado de negocios a cargo de la embajada argentina, Eduardo Porretti,
abandone Caracas.
"Someter
a un pueblo por la fuerza y no permitiéndole expresarse, eso es lo más cobarde
que uno puede hacer", advirtió el jefe del Estado durante la
conferencia de prensa que ofreció junto a su colega de Chile.
Agregó
que "el pueblo venezolano está sufriendo".
Cabello
había llamado "cobarde" al propio Macri e instó al ministro Porretti
a "recoger sus maletas" y regresar a la Argentina.
La
reacción de Cabello llegó después de que la canciller venezolana, Delcy
Rodríguez, intentó ingresar anteayer a la reunión del Mercosur que se realizó
en el edificio de la Cancillería, para asistir a un encuentro de los
cancilleres del bloque regional, al que no había sido invitada, dado que su
país fue suspendido.
Ayer,
quien volvió a atacar a Macri fue el presidente Maduro.
"El
cobarde de Macri mandó agredirla, cobarde, oligarca, ladrón. El pueblo
argentino se encargará de ti y te secará", dijo el
mandatario venezolano.
"Acá
lo triste es la pobreza, el abandono, y la falta de garantías sobre los mínimos
derechos humanos de los que está siendo víctima la población venezolana",
fue la respuesta de Macri.
Y
sobre lo que sucedió con Rodríguez, agregó:
"Alguien no
puede auto invitarse a un lugar al que no ha sido efectivamente
participado".
Pese
a que se profundizó la mala relación que Macri mantiene con el líder
venezolano, según informaron fuentes oficiales a LA NACION, el gobierno
argentino no analiza por estas horas retirar a sus representantes diplomáticos
en ese país.
Otro
de los funcionarios argentinos que salió a cruzar a Cabello fue el jefe de
Gabinete, Marcos Peña.
El
hombre fuerte del gabinete nacional calificó el incidente que envolvió a la
canciller venezolana de "show mediático".
"Venezuela
fue apartado del Mercosur porque no cumplió ninguno de los compromisos que
había asumido",
recordó anteanoche el ministro coordinador durante la comida de fin de año que
organizó la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).
Peña,
además, hizo una comparación entre lo que sucedió con Delcy Rodríguez y la
forma en la que lleva adelante su administración el presidente Maduro.
"Esa
violencia es la forma en la que [los chavistas] han manejado Venezuela, al
punto de llevarlo a la terrible situación en la que están hoy", sostuvo el jefe
de Gabinete.
En
el último año, la Argentina y Venezuela protagonizaron varios cruces
diplomáticos.
Más
de una vez Macri aseguró que Maduro viola los derechos humanos de los
habitantes del país y mantiene detenidos a opositores políticos, entre ellos el
dirigente Leopoldo López.
Como
publicó LA NACION hace casi dos meses, el Gobierno sigue "muy de
cerca" y con "preocupación" la crisis política y social que
atraviesa Venezuela.
Esa
inquietud la expresó públicamente la canciller Susana Malcorra durante los
conflictos que atravesó el gobierno de Maduro hace unos meses y que requirió la
intervención del papa Francisco.
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