Fidel
no ha muerto.
Está
crionizado
Guillermo
Gortázar
@guigortazar
Tributo
en La Habana a los hermanos Castro por el fallecimiento de Fidel.
Reuters
Me
van a disculpar ustedes que les facilite una información que me llega desde
Cuba sobre un tema tan serio y que afecta al menos a doce millones de cubanos
(tres millones de ellos en el exilio).
Concierne,
además, a un sin número de peregrinos internacionales genuflexos que, en estos
días, van a rendir homenaje a un bote con cenizas que, supuestamente, contienen
los restos mortales del tirano de Cuba, Fidel Castro. Me limito a trasladarles lo que me escriben.
Informadores
fiables de La Habana, a quienes conozco desde 1992, gracias a los buenos
oficios de Gustavo Arcos Bergnés y del poeta Raúl Rivero, me envían por emails
no localizables, la versión que circula por amplios círculos gubernamentales
cubanos, próximos al nieto guardaespaldas de Raúl Castro (Raúl Guillermo
Rodríguez Castro, conocido como el Cangrejo) y en algunos ámbitos muy secretos
de la facción reformista interna del régimen (Carlos Lage y otros).
El penoso
recorrido ante la foto de Castro, no tiene el empaque ni la certificación
mortal de un buen ataúd
Se
trata de lo siguiente.
¿Alguien
ha visto el cadáver de Fidel Castro?
Es
muy sorprendente fallecer por la noche y que te incineren al día siguiente a
primera hora de la mañana.
¿Tan
mal estaba el cadáver que había que darse tanta prisa?
Largas
colas de habaneros, el domingo y el lunes, han paseado delante de una simple
foto de Fidel Castro, con flores.
Ese
lento y penoso recorrido ante la foto de Castro, no tiene el empaque, la pompa,
ni la certificación mortal de un buen ataúd, con las velas encendidas y con su
muerto dentro, a la vista de todos.
El bote con las
cenizas (la palabra URNA está prohibida en Cuba) permanece guardado a buen
recaudo hasta su aparición triunfal en la Plaza de la Revolución.
En los regímenes
comunistas no existe la muerte natural: la muerte la establece el Comité
Central
Siempre
se ha dicho que en los regímenes comunistas no existe la muerte natural:
La
muerte la establece el Comité Central.
La
excepción fue el fallecimiento, en inesperado horario laboral, del tirano
Stalin en 1953, que cayó fulminado por un infarto cerebral sobre su escritorio (la
misma muerte de Lenin).
Una
vez descubierto el cadáver, aterrorizados por la noticia, en el Kremlim decían:
“A ver quién es el guapo que le dice a Stalin
que se ha muerto”
Traslado
a ustedes el citado mensaje recibido desde Cuba, parafraseando los emails, para
evitar identificaciones: "Hace algo más de un mes, ante la evidencia de un
fin próximo, Raúl tuvo una reunión secreta, a instancias de Fidel Castro, que
escuchó su nieto el guardaespaldas, el Cangrejo, en la que Fidel aprobó un
proyecto sobre el que había estado meditando desde 2006 cuando, al borde la
muerte, abdicó el poder nominal de la Revolución en su hermano Raúl".
Castro
pudo decidir congerlarse vivo para "joder
más y reírme de todos los huevones que van a ir a La Habana"
Fidel
dijo a Raúl:
“Vamos
a poner en marcha La operación Granma 2016.
He
decidido no morirme: que se jodan los cubanos y los americanos.
Me
congelas vivo.
Adelante
con la crionización.
Después
de mucho pensarlo, estoy dispuesto.
Pero
para joder más y reírme de todos los huevones que van a venir a La Habana a
alegrase o a simular que lo sienten, en este último mes de octubre-noviembre he llenado con cenizas de mis puros habanos
este bote que vas a hacer pasar por mis restos mortales.
Observo el
calendario y es perfecto.
Lo
anuncias un viernes 25 de noviembre por la noche, justo en el sesenta
aniversario de nuestra salida de México en el Granma.
Dices
que me incineras de inmediato, aquí tienes el bote con las cenizas de mis
puros.
Por
si fuera poco es viernes, y tienes todo el fin de semana para bombardear de
propaganda a los cubanos, que, aunque están acostumbrados, no saben la que les
espera.
Será
noticia mundial.
Yo,
mientras tanto, llevaré cinco o seis días en un sueño dulce y profundo a 196
grados bajo cero.
Es
fundamental el secreto y mantenerlo durante cincuenta años.
Espero
que el Cangrejo, ese nieto imbécil que tienes de guardaespaldas, no se vaya de
la lengua”.
Y continuó
Fidel:
“Raúl,
como sabes, la premisa principal de la criónica es que la memoria, la
personalidad y la identidad se encuentren almacenadas en la estructura y la
química cerebral.
Afortunadamente
en eso estoy perfecto.
Otros
órganos no los tengo como quisiera:
El
estómago, de tanto tragar sapos y culebras, lo tengo hecho un Cristo;
el
corazón es mi órgano más duro pero noto que no rula y sobre todo no funciona la
tercera pierna.
Pero
en el futuro seguro que todo eso tiene arreglo.
Me
curan, me adecentan, me rejuvenecen y el susto que les voy a dar dentro de
cincuenta años es para partirse de risa.
Adelante,
¡Hasta
la victoria siempre!”.
***
Guillermo Gortázar es escritor, autor del libro 'Cuba: camino de libertad'
(Editorial Hispano Cubana, Madrid)
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