Por
Ariel Corbat
No
hay ningún otro país en el mundo que pretenda tener como política de Estado
denostar, perseguir y encarcelar a los combatientes que en distintas guerras
lucharon por la existencia de ese mismo Estado.
Y
mucho menos que lleven a cabo tal persecución violentando todos los principios
del derecho penal.
Esa imbecilidad
es estrictamente argentina.
Dando
otra muestra de integridad de las que son una constante en su vida por obrar
conforme a principios, el Señor Teniente Coronel Emilio Guillermo Nani se
presentó voluntariamente, ante un Poder Judicial que no ofrece ninguna garantía
de Justicia.
Se
necesita tener un alto sentido del honor para acudir a sabiendas de quedar
prisionero y expresar como lo hizo: “no puedo aceptar que los más jóvenes hayan
sido detenidos y yo no”.
Su
detención es otra más a manos de funcionarios que hacen las veces de jueces,
cobardes todos ellos porque no pueden ignorar que si Montoneros y el ERP
hubieran vencido en la guerra que quieren hacer pasar por genocidio, no se
atreverían a juzgar ningún crimen de los vencedores.
Es
muy fácil, en cambio, jugar a ser juez de estos vencedores, que con resignación
socrática aceptan las cadenas que les impone la Patria, esta Patria dominada
por la imbecilidad desde hace largos años..
Y
esa también es la confirmación que no lucharon para sí mismos, ni por intereses
espurios, sino por el puro beneficio de la ingrata Nación Argentina.
Que
“ignorante” sea el único anagrama posible de “argentino” puede ser una buena
explicación del despropósito; pero eso sería suponer que la imbecilidad estaba
predeterminada por la historia, en lugar de ser consecuencia del accionar de
enemigos ciertos.
Enemigos que
siguen estando aquí, a la vista de todos y socavando el patriotismo de los
argentinos.
Son
los que el 24 de Marzo de 2017, amenazando con destituir al Gobierno del
Presidente Mauricio Macri, desde las mal llamadas organizaciones de derechos
humanos reivindicaron la lucha armada de las organizaciones terroristas que
pretendieron imponernos por la fuerza una dictadura eterna.
Declaraciones
como las de Marcos Peña respecto al 2 por 1, ponen en duda que CAMBIEMOS tenga
la convicción necesaria para dejar atrás el pasado y terminar con “el curro de
los derechos humanos”, que no son sólo prebendas económicas sino,
principalmente, una estafa política y cultural.
Toda
la diferencia son las convicciones.
Tipos
como Nani, que han regado el suelo patrio con su sangre en los campos de batalla,
están a la altura de la historia honrosa de la República Argentina…
Pero
le quedan grandes a este presente de tibios y pusilánimes.
(1)
Yo
la califico de “hijaputez”
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