Armando Ribas
Las
recientes elecciones francesas constituyen una prueba más de la confusión que
reina en el llamado mundo Occidental y Cristiano.
Cuando
tenemos en cuenta las diferencias de las respectivas filosofías políticas de
los candidatos, nos encontramos ante un mundo incierto, que a mi juicio ignora
los principios que determinaron la situación del mundo en que vivimos.
Mundo
que tomamos por dado y que en gran medida se vitupera como capitalismo, el
sistema que lo creo tan solo a partir de hace unos doscientos años. Tal como lo
describe William Bernstein en su “The Birth of Plenty”: “hasta principios del
siglo XIX el mundo vivía como vivía Jesucristo”.
Empecemos
con la Sra. Marine Le Pen, que ganó el segundo lugar en las elecciones.
¿Qué
es la extrema derecha?
Aparentemente se
entiende por extrema derecha el Fascismo, plagado de nacionalismo.
Al
respecto se ignora que el origen del fascismo surge del socialismo, tal como lo
define Von Hayek en su “The Road To Serfdom” y lo interpreta Ernst Nolte en
“Three Faces of Fascism”.
Tanto
uno como otro tratan de ignorar los derechos individuales en nombre de la
organización.
Y
como bien reconoce Hayek el fascismo y el marxismo son el producto de la
filosofía que produjeron grandes pensadores de Europa, que generaron la teoría
del Estado de Fichte, Lasalle y Robertus, y por supuesto Spengler y a la que
adhirió Hegel y desde mi punto de vista incluyo a Kant.
Esa
teoría, tal como la describe Hayek, parte de que:
“El estado no
está fundado y formado por individuos, ni tiene el propósito de servir ningún
interés particular. Es el sistema en el que el individuo no tiene derechos sino
solo deberes”.
Así
lo reconoció Kant.
El
fascismo que surgió de Italia con Mussolini es otra muestra de su origen
socialista, hoy aparentemente reconocido por la extrema derecha.
Mussolini
era socialista y aparentemente leyó a Lenin que escribió en reconocimiento del
fracaso del comunismo “La Nueva Política Económica” donde dijo:
“Los
capitalistas están entre nosotros. Están operando como ladrones; ellos tienen
ganancias; pero ellos saben cómo hacer las cosas”.
Y
no olvidemos que en Francia el líder del Fascismo, surgido del marxismo, fue Charles Maurras y su
creación la Acción Francesa.
O
sea que todo parece indicar que de la descripción que se hace del pensamiento
de Marine Le Pen,
Maurras
está de vuelta en Francia.
En
otra descripción del resultado de las elecciones francesas, Emmanuel Macron
quien ganó las elecciones con el 23% de los votos es pro europeo y liberal, en
tanto que Francois Fillon que es de centro derecha quedó en tercer lugar con el
18,8% de los votos, ganándole al líder de la llamada ultra izquierda Jean-Luc
Melenchon por 0,5%. Ahora nos hacemos otra pregunta:
¿Qué es ser
liberal y qué es la centroderecha?
El
liberalismo fue el resultado de los principios que estableciera John Locke, que
transformaran la historia del mundo, comenzando con la Glorious Revolution en
Inglaterra en 1688, que más tarde determinara la más conocida Revolución
Industrial.
Por
supuesto con el pensamiento de David Hume y Adam Smith incluidos determinaron
en Estados Unidos la aprobación de la Constitución de 1787 y el Bill of Rights
de 1791.
Así surgió el
Rule of Law, denominado por Marx ‘capitalismo’ para descalificarlo éticamente
como la explotación del hombre por el hombre.
Queda
la problemática pendiente de definir qué es la centro derecha, y que es ser
liberal en Francia.
Cuál
es la filosofía que difiere de los principios liberales que parten del
reconocimiento de la naturaleza humana, y por ello en primer término Locke
dijo: “Los monarcas también son hombres”.
Por
tanto definió la necesidad de controlar el poder político.
Y
ese principio fundamental se estableció en Estados Unidos a partir de la
institución de la denominada “judicial review”.
La
misma surgió a partir del caso de Madison vs. Marbury en el que el Juez
Marshall definió la función y el deber del Poder Judicial de decir que es la
Ley de acuerdo a la Constitución.
Hasta
donde yo conozco la historia esa institución no se impuso en ninguno de los
países europeos, ni aun en Inglaterra donde no hay Constitución y por tanto el
supuesto control del poder se encuentra absolutamente en el Parlamento.
Por ello cuando
vino Attle después de la Segunda Guerra Mundial, violando los derechos de
propiedad destruyó la economía inglesa.
Inglaterra
tuvo que esperar la llegada de Margaret Thatcher para recuperar su situación
económica, hoy igualmente deteriorada
como consecuencia de la influencia del partido laborista para aumentar el gasto
público al 49% del PBI.
Entonces
¿qué es estar a favor de Europa, tal como se dice de la posición de Macron?
Evidentemente
esa posición no implica un acuerdo ideológico o filosófico, sino tan solo mantener
la permanencia de Francia en la Unión Europea.
No
es que crea que el Brexit es una buena decisión para Inglaterra y que también
es el propósito de Marine Le Pen, pero
no debieran caber dudas de que la crisis de la Unión Europea está causada en
primer lugar por el Euro.
Al
respecto Andrew Moravcsik escribió en Foreign Affairs: “Europe’s Ungly Future”
y allí describe la problemática que causa la imposibilidad de que los países
aprecien su moneda y como la productividad alemana crece, y sus socios comerciales
no tienen la posibilidad de depreciar su moneda, ello produce un incremento de
la demanda por los productos alemanes.
Pero el problema
que enfrenta la Unión Europea no se limita al Euro y está descripto en otro
artículo de Foreign Affairs “Capitalism in Crisis” de Mark Blyth.
En
el mismo señala que la crisis del capitalismo se debe al aparente conflicto con
la democracia.
Ahora
aparece la ética de la igualdad y el capitalismo supuestamente genera
desigualdades.
Por tanto el
socialismo que ahora se le denomina populismo domina la democracia.
Consecuentemente
la Unión Europea tiene un gasto público que ronda el 50% del PBI, y en Francia
ya alcanza al 56% del PBI.
Y
como bien señala George Gilder, “el
gasto público no es parte del producto sino del costo de producir”. Consecuentemente
Europa no crece y hasta la fecha no sabemos de ninguno de los candidatos a la
presidencia de Francia se haya manifestado al respecto de reducir el gasto.
Aparentemente
la discusión política en Francia parece limitada entre el nacionalismo y el
socialismo.
Es
decir entre el populismo de derecha y de izquierda.
Entonces
tenemos una deuda pendiente respecto a la definición de la derecha, de la
extrema derecha, la izquierda y la centroizquierda.
Y ahora tenemos
pendiente a Estados Unidos con el nivel de gasto más elevado de su historia
rondando el 40% del PBI.
Pero
siguiendo con nuestra duda, ¿Es posible
saber si los Founding Fathers eran de extrema derecha?
Hasta
1918 solo el 20% de la población tenía derecho a votar.
En
la carta 10 de El Federalista James Madison escribió:
“Hombres de
temperamento faccioso, de prejuicios locales, o de siniestros designios, pueden
por intriga, por corrupción o por otros medios, primero obtener los sufragios,
y después traicionar los derechos de la gente”
O sea se
manifestó frente a la democracia mayoritaria y a favor de la república tal como
había dicho Aristóteles 2500 años antes.
Lo
cierto al respecto es que cuando establecieron la Constitución de 1787 y el
sistema del Rule of Law, o sea el respeto por los derechos individuales y que
el gobierno estaba formado por hombres que no eran ángeles,
lograron
que cien años los Estados Unidos pasaran a ser la primera economía mundial.
Ahora
llegó Donald Trump quien parece seguir una política contraria a la definida por
los Founding Fathers y lo podríamos considerar populista de derecha.
O sea a favor de
la Nación.
Por
ello tiene encuentros con su propio partido y no sabemos a dónde vamos.
Pero en tanto y
en cuanto no decida reducir el gasto y las crecientes regulaciones que
complican las decisiones económicas difícilmente se recuperará la economía
americana.
Y
ese es el proceso que habría determinado la decadencia del crecimiento
económico en la Unión Europea.
¿Qué
pasaría si Marine Le pen gana y separa a Francia de la Unión Europea y
siguiendo los pasos de Trump impide la inmigración?
Hasta
ahora son sus únicas prédicas políticas.
Así
tampoco conocemos la política a seguir del liberalismo de Macron salvo que no
se separara de la Unión Europea.
Pero
que hará con el Euro y con el nivel del gasto.
No
sabemos.
“El
futuro es semper incertum”.
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