"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 28 de mayo de 2017

LAS MIL CARAS DEL PAPA

Milagro:
Verbitsky levanta ex comunión al Papa, quien envía a Grabois a rescatar a Lula

El papa Francisco se reúne con Donald Trump pero envía mensajes a Milagro Sala y Luis Inácio Lula da Silva mientras apoya a la oposición venezolana pero se exhibe comprensivo ante Nicolás Maduro.
Para unos, Francisco es muy hábil.
Para otros, él se desdibuja con semejante 'amplitud'.
La anécdota que cuenta Horacio Verbitsky acerca de la carta para Sala estimula la idea del Reino de la Ambigüedad que promueve el jefe de los católicos apostólicos romanos.
Por URGENTE24

El comunicado del Vaticano luego de la entrevista del papa Francisco con Donald Trump citó el intercambio de "visiones" sobre algunos temas de actualidad internacional y sobre la "promoción de la paz en el mundo mediante la negociación política y el diálogo interreligioso, con particular referencia a la situación en el Medio Oriente y a la tutela de las comunidades cristianas".
Y que se habló sobre la paz y la multiplicación de los focos que la amenazan.

El Vaticano informó que, durante el encuentro entre Trump, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin; y el 'ministro del Exterior' vaticano, monseñor Richard Gallagher, el Presidente insistió en el diálogo interreligioso.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que Paro lin le pidió a Trump que no abandonara los compromisos asumidos por Barack Obama en la cumbre sobre el clima de París.
Pero, se agregó, Trump no se comprometió ni ha tomado una decisión.
Mientras el Papa recibía a Trump, llegaba a destino su misiva a Milagro Sala, la polémica dirigente social kirchnerista jujeña.

Evidentemente el juego del Vaticano es muy amplio.
Francisco juega en un tablero global, pero quizá por ello o porque es la identidad que él prefiere, sus enfoques son tan diversos que resultan ambiguos, y es difícil encontrar el mínimo común denominador.
El Papa escribe a Milagro Sala, a quien defiende el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), que preside Horacio Verbitsky, autor de un par de libros durísimos para con Jorge Omar Bergoglio, y uno de ellos utilizados inclusive para impedir que de cardenal llegara a pontífice.
De pronto, Verbitsky cambia su enfoque, y se asemeja a Elisa Carrió culpando a Silvia Majdalani para rescatar a Mauricio Macri:

"La carta del papa Bergoglio entregada en la cárcel de Alto Sufridero a Milagro Sala lleva fecha 5 de mayo, pero recién llegó a sus manos tres semanas después.
Esto se explica por el tortuoso mecanismo que fue preciso seguir para que no se perdiera, gracias a la intervención del cura Juan Carlos Molina, ex director de la Sedronar, y del Grupo de Curas en Opción por los Pobres.
El año pasado, el Grupo había pedido al obispo de San Salvador, César Daniel Fernández, que asistiera a la dirigente de la organización barrial Tú pac Amaru privada en forma ilegal de su libertad, según el dictamen del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias.
En vez de cumplir con ese pedido, Fernández acompañó al contador Gerardo Morales en un acto público en el que se presentó la detención de Milagro como precondición para la paz y la libertad de los jujeños.
Además, el capellán de Alto Sufridero retuvo varias cartas enviadas por distintas personas a la prisionera.

Tres miembros del Grupo de Curas en Opción por los Pobres integran el Comité por la Libertad de Milagro Sala:
Paco Olveira, Eduardo De la Serna y el diácono Ricardo Carrizo.
Ellos sugirieron que Juan Carlos Molina, que también es parte del Grupo de Curas Opp, podría actuar como correo.
Durante un viaje a Jujuy, Ricardo Carrizo les pidió a Milagro y a la también detenida de la Túpac, Mirta Aizama, que escribieran sendas cartas al Papa, a las que se agregó una de Paco, el cura de Dock Sur. Juan Carlos Molina viajó al Vaticano y entregó las tres cartas en mano.
Las respuestas llegaron por la vía más formal, en la valija diplomática de la Nunciatura Apostólica.
Cuando los curas en opción por los pobres lo supieron, llamaron a la Nunciatura, donde les dijeron que se la habían mandado al obispo Fernández para que la entregara en mano a Milagro.
Aun así, no lo hizo.
Fue necesario un nuevo contacto del Grupo con Fernández para que se desprendiera de la carta.
No la entregó en persona, sino por medio del capellán del penal.
El texto manuscrito por Bergoglio dice que sabe del momento que ella está pasando, “que no es fácil”, que se ha informado “de algunas cosas y comprendo su dolor y su sufrimiento” y que la acompaña “con mi oración y los deseos de que todo se resuelva bien y pronto”.
El caso está en manos de la Corte Suprema de Justicia, que el martes próximo (30/05) podría tratar los dos recursos extraordinarios presentados en demanda de la libertad de Milagro."

En tanto, el Papa envió un mensajero a Luis Inácio Lula da Silva.
Siempre se supo que el origen del Partido dos Trabalhadores tiene mucho que ver con el movimiento católico de base y la acción del fraile franciscano, 17mo. obispo de la arquidiócesis de São Paulo, cardenal Paulo Evaristo Arns.
Pero aquel Lula da Silva iba en ascenso, y el Lula da Silva de hoy es muy controversial, casi al borde de la prisión acusado de corrupto, aunque sigue siendo el N°1 en las encuestas.
El mensajero de Francisco fue Juan Grabois (quien mucho ha ponderado la homilía del cardenal Mario Poli en el Tedeum del 25/05).
Y Andrés Beltramo Álvarez lo explicó así en el Vatican Insider/La Stampa, donde escribió abiertamente sobre la caída del presidente Michel Temer, y que Lula es quien puede resolver los problemas de Brasil:
La Madre Tierra está en peligro.
La Patria Grande tambien. Construyamos unidad x un Sur con tierra, techo y trabajo. pic.twitter.com/Bea9VLXQIz

— Juan Grabois (@JuanGrabois) 26 de mayo de 2017
"Juan Grabois es referente de los movimientos populares en su relación con Jorge Mario Bergoglio.
No es vocero del pontífice, claro está.
Habla por sí mismo y por las organizaciones que representa. Pero su palabra tiene un valor simbólico, y puede dar pistas sobre algunas preocupaciones que comparte el líder católico.
Por eso no pasó desapercibida su visita de estos días a Brasil, para participar en un encuentro de la Universidad de San Pablo.
La tarde de este jueves (25/05), Grabois dialogó en privado con Lula.
Lo invitó a sumarse a alguna de las próximas actividades de los movimientos populares.
Le propuso centrarse en el tema de la lucha contra el hambre, recordando su programa presidencial de Hambre Cero y el premio que recibió por él de parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El ex mandatario mostró interés en las cumbres mundiales de los movimientos populares con el Papa, dos en el Vaticano y otra en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), en las cuales Grabois fue un personaje clave.
Su curiosidad un motivo tenía: Lula es dirigente de la Central Única de Trabajadores, que acaba de incluir a los movimientos en su estrategia de trabajo.
Al final de la conversación, el consultor vaticano también obsequió copias en portugués de los tres discursos del Papa en las cumbres mundiales y se fue con la impresión de que Da Silva es “el único que puede resolver la crisis de Brasil”.
En un contexto donde se nota el “recrudecimiento de una ofensiva muy fuerte contra todo lo popular”.

La situación en ese país sudamericano es difícil.
En los últimos días se han multiplicado las manifestaciones multitudinarias de protesta contra el gobierno de Temer, tras la filtración de un audio que exhibe complicidad del presidente con actos de corrupción, en medio del Lava Jato, el mega escándalo por reciclado de capitales que puso en jaque a la política y a los negocios en el país.
En la Universidad de San Pablo, Grabois presentó los resultados de un proyecto de relevamiento de barrios y asentamientos en la Argentina.
Un trabajo sin precedentes, logrado gracias a la colaboración de siete mil voluntarios, quienes recorrieron durante meses unos cuatro mil 100 zonas en todo el país.
Esa labor permitió al presidente Mauricio Macri la firma del decreto número 358/2017 del 22 de mayo pasado, gracias al cual se creó el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (RENABAP). Una lista que constituye un verdadero “giro copernicano” para cientos de miles de personas, pero que pasó totalmente desapercibido para gran parte de la prensa argentina, más ocupada en las disputas de ocasión.

Gracias a ese registro, más de 400 mil familias podrán acceder a un Certificado de Vivienda Familiar que será suficiente para acreditar la existencia y veracidad del propio domicilio.
Así, miles de ciudadanos hasta ahora invisibles, podrán regularizar su situación legalmente y exigir servicios básicos como agua corriente, energía eléctrica, gas y cloacas.
Además, podrán darse de alta a para pagar sus propios impuestos, realizar peticiones ante los organismos públicos; solicitar prestaciones de salud, previsionales y educativas.
Todo viene de muy atrás, porque este decreto se origina en una ley que data de hace más de 20 años, la número 23.967 cuyo objetivo es regularizar la relación jurídica de los habitantes de los barrios populares con el suelo que ocupan.
Y aunque todos reconocen la voluntad política del actual gobierno para la firma del documento, el relevamiento no es estrictamente un logro de la presidencia de Macri, aunque así pretende ser presentado.
Un rol determinante en esta iniciativa lo tuvo la Caritas Argentina, de la mano de su presidente, el obispo de San Isidro Oscar Ojea.

Resulta cuanto menos curioso que Grabois haya sido invitado a hablar sobre este proyecto por una asociación de profesores de postgrado en urbanismo del Brasil, en un congreso con unos 700 especialistas en la materia.
Entre ellos estaba Erminia Maricato, urbanista de renombre internacional y secretaria ejecutiva del Ministerio de las Ciudades durante la presidencia Lula.

También ella quedó impactada al saber que el 95 por ciento del trabajo de relevamiento estuvo en manos de las mismas personas que viven en las villas de Argentina, “un logro en el contexto de una restauración neoliberal en América Latina”.

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