Desafuero
a De Vido:
El
antecedente Balbín
Con
el pedido de desafuero y detención de Julio De Vido presentado por el fiscal
Carlos Stornelli, que aún debe responder el juez Luis Rodríguez, se abre todo
un debate acerca de cómo será la votación en la Cámara de Diputados en caso de
que el magistrado dé curso a la solicitud.
Y
esta situación nos lleva a recordar el antecedente más emblemático:
El
desafuero del presidente de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín, en 1948.
¿Los peronistas
se comportarán con la misma rigurosidad que entonces?
Por
URGENTE24
Balbín,
presidente del bloque radical, fue destituido en 1948 a pedido y por el voto de
los peronistas.
Con
el pedido de desafuero y detención de Julio De Vido presentado por el fiscal
Carlos Stornelli, que aún debe responder el juez Luis Rodríquez, se abre todo
un debate acerca de cómo será la votación en la Cámara de Diputados en caso de
que el magistrado dé curso a la solicitud.
En
Urgente24 ya hemos dado cuenta del panorama en el recinto (Cambiemos y el
bloque de Sergio Massa –que también adelantó ayer que votará a favor del
desafuero- suman poco más de 120 diputados.
A
ellos podrían sumarse los 17 de la bancada Justicialista de Diego Bossio y la
centroizquierda.
El
Frente para la Victoria retiene 70 diputados.
Entonces,
la disputa será por los bloques provinciales.
Cabe
destacar que en una Cámara con asistencia completa de los legisladores (son 257
los diputados), los dos tercios se logran con 172).
Esta
situación nos lleva a recordar el antecedente más emblemático:
El
desafuero del presidente de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín.
En
sesión del 29 del 9 de 1948, la Cámara de Diputados de la Nación, presidida por
el peronista Héctor Campora, votó el desafuero de Balbín.
La
causa fue por desacato y por violar el artículo 244 del Código Penal, luego de
que éste -en un discurso en la Asamblea de la UCR en el Congreso Nacional
Agrario Rosario- convocara a la juventud a prepararse para realizar "una
revolución social".
Esa
misma semana el juez federal santafesino, Alejandro Ferraronz, reclamó el
desafuero parlamentario ante una demanda presentada por el diputado peronista
Luis Roche.
El
jueves 29 de septiembre, el último día de sesiones ordinarias, el diputado
oficialista Ángel Miel Asquía presentó la moción para que se iniciara el
desafuero.
El
diputado Vicente Magnasco habló de injurias, ofensas y descréditos contra el
general Juan D. Perón.
El
radical Alfredo Vítolo calificó a la maniobra como una verdadera emboscada
política.
Al
momento en que Vítolo estaba haciendo uso de la palabra, el legislador
peronista José Astorgano levantó la mano para solicitar una moción.
“Ahora
van a pedir que se cierre el debate”, le dijo Frondizi en voz baja a un colega,
según las versiones de la época.
Y
efectivamente eso fue lo que hizo el diputado Astorgano.
La
moción fue inmediatamente apoyada por el presidente de la Cámara, Cámpora.
Dicen que nunca
un trámite parlamentario de desafuero fue tan rápido y tan poco preocupado por
los procedimientos legales.
La
única chance que se le dio a la oposición fue la de permitirle a Balbín usar de
la palabra.
“Algunos
de los que han de votar en mi contra esta tarde me aplaudían cuando usaba este
lenguaje contra Uriburu.
Muchos
de los que han de votar esta tarde eran mis amigos en la lucha contra el
fraude.
¿Qué
culpa tengo yo si sigo creyendo lo de antes y ellos han cambiado lealmente sus
convicciones?”,
lanzó.
Allí
también señaló que Perón jugaba con cartas marcadas, porque “para ofender adopta la posición de líder y para procesar, la de
presidente”.
“¿Cómo
quiere que respondamos nosotros, cuando él dice que somos la anti patria, o
traidores al país?”, preguntó.
Y
continuó:
"No
me detendré en la puerta de mi casa a ver pasar el cadáver de nadie, pero
estaré sentado en la vereda de mi casa para ver pasar los funerales de la
dictadura”.
Y
luego, remató:
“Si
éste es el precio por haber presidido el bloque, que es una reserva moral del
paÍ s, han cobrado barato. Fusilándome estaríamos a mano”.
La
votación fue previsible: 109 a 41.
Balbín
aceptó la destitución y, aunque sabía que lo esperaba la cárcel, rechazó la
oferta de indulto por parte de Perón.
También
declinó la sugerencia del exilio.
El
12 de marzo de 1950, el día de las elecciones en provincia de Buenos Aires,
donde fue candidato a gobernador, fue detenido en La Plata.
El
fiscal pidió doce años de cárcel, pero lo condenaron a cinco.
Balbín estuvo
preso desde el 12 de marzo de 1950 hasta el 2 de enero de 1951,
cuando
Perón decidió indultarlo y él no pudo negarse.
Entonces,
con este antecedente emblemático, surge una inquietud:
Con
el caso de De Vido, los peronistas ¿se comportarán con la misma rigurosidad
que en el '48 o se convertirán en cómplices?
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