Por
el Doctor José Pepe Brunetta:
Ex director de Chrysler Fevre Argentina, Past
President y Fundador del Instituto
Argentino de Finanzas IAEF, presidente de By Performance y agente oficial de
TESAM Argentina
Señor
Director:
"El
9 de enero de 1975, en época de un gobierno supuestamente democrático, ingresé
a trabajar como Gerente de Finanzas a Chrysler Fevre Argentina S.A., empresa
automotriz que tenía 4.000 operarios y 1.000 mensual izados, incluyendo
directores y gerentes.
El primer día,
ese 9 de enero de 1975, el señor Director de Relaciones Industriales, Eduardo Beach,
me
pide si puedo tener una reunión con él.
Me da la
bienvenida y me dice que los cuadros directivos de la empresa están todos
amenazados por el terrorismo de Montoneros y del ERP, porque la empresa no acepta pagar una
mensualidad a los fondos de estas organizaciones y que, si yo desisto de
ingresar, no lo va a tomar como un acto de cobardía.
Ante
mi respuesta que deseo entrar de igual manera, dado que por suerte la
naturaleza me muñó de determinados atributos, me pregunta mi fecha de
nacimiento, la anota en forma de clave en una tarjeta y al dorso escribe su
nombre, el del Director de Manufactura y el del abogado de la empresa, con sus
respectivos teléfonos.
A
continuación me dice que si me llegaban a secuestrar les diera la tarjeta a los
delincuentes, que la empresa se haría cargo.
¡¡¡Gran debut
!!!
En
Marzo de 1976, llego a la empresa como de costumbre a las 8 de la mañana y veo
un tumulto, pregunto qué pasa y alguien me dice que habían asesinado a Eduardo Kenny, Gerente de Distribución.
Primero
lo tomé como un chiste pero luego, cuando me acerco al grupo, me entero que era
verdad.
Cuando
en Julio de 1976 me dijeron que habían asesinado Carlos Balsa, Supervisor de Flota, ya no pregunté si era una broma
de mal gusto..
Y
cuando en Noviembre del mismo año me dijeron que habían asesinado a Jorge Souto, Gerente de Control de Laboratorio,
ya empecé a preocuparme un poco más.
Me
obligaron a salir de casa con custodia que me dejaba a las 10 o 15 cuadras.
Si
me hubieran asesinado a mí, Gerente de Finanzas y a la vez, en ese momento,
presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, mi
sepelio hubiera sido algo así como la Convención de Bancos Nacionales y
Extranjeros.
Mi
madre le decía a sus clientas del negocio de composturas de zapatos -que había
sido de mi padre zapatero- (de allí mi origen oligarca), que de noche no podía
dormir pensando que en cualquier momento le iban a informar que a su hijo lo
había asesinado el terrorismo.
Sus clientas me
sugerían cambiar de trabajo.
Ahora
bien, pregunto ¿cuándo van a ir a los tribunales acusados de crímenes de lesa humanidad
los ideólogos que enviaban a los jovencitos 'idealistas' a asesinar a civiles y
a la vez a ser eliminados por las fuerzas del orden?
Los
nombres los conocemos.
Si
no los conocen se los informo:
Miguel
Bonasso, Carlos Kunkel, Jorge Taiana, Horacio Verbitsky, Eduardo Luis Duhalde
(abogado de los terroristas), Oscar Parrilli, Nilda Garré, Diana Conti... y
suma y sigue.
¿Cuál fue mi
pecado para estar en la lista de candidatos al homicidio?
¿No se dieron
cuenta aún?...
Mi pecado fue
que cuando falleció mi padre, el zapatero de la calle Tagle y Las
Heras, cuando yo tenía 16 años, en lugar de ponerme a llorar, agarrar un arma y
salir a robar, busqué un trabajo, terminé mi secundario en la Escuela Superior
de Comercio Carlos Pellegrini , mis estudios en la Asociación Argentina de
Cultura Inglesa y luego estudiaba en la Facultad de Ciencias Económicas.
Trabajaba
fuera de casa, le ayudaba a mi madre en su negocio y terminé todos los estudios
en ciencias económicas: Contador
Público, Licenciado en Administración y Licenciado en Economía.
Si
hubiera salido a la calle con un fierro quizás ahora podría ser ministro,
Secretario de Estado o jefe de los Fiscales.
Si
alguien quiere seguir hablando sobre este tema estoy a disposición.
Pero
ojo: no
soy fácil ni me achico…!!!
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