Malú
Kikuchi
Ante
la tragedia del ARA San Juan, terrible desde el punto de vista humano, hay 44
personas desaparecidas, cuyo destino desconocemos, buscamos a los responsables
en los gobiernos pasados y en el actual.
Sin dudar, son
responsables directos de la tragedia.
En este caso
particular era una tragedia anunciada.
Y
a la primera vez que el ARA San Juan se sumergió, luego del supuesto “arreglo”,
se descubrió una rajadura por donde entraba agua.
Podemos,
debemos hacer una larga lista de ineficientes y pésimos ministros de defensa,
desde Nilda Garré (2005/2010), Arturo Puricelli (2010/2013, hasta Agustín Rossi
(2013/2015) en tiempos K.
Desde
Cambiemos, 12/12/2015 hasta 17/7/2017, Julio César Martínez y ahora Oscar Aguad.
Haciendo
un rápido paneo histórico:
Garré, ex montonera, odiaba las FFAA y se le notó el
odio.
Puricelli,
inexplicablemente no se ocupó del Atlántico sur (de enorme importancia
geo-política), tampoco se ocupó de las FFAA.
El arquitecto Rossi nunca supo que eran las
FFAA.
Martínez
lloraba cada vez que pasaba delante de la ESMA, pensando en los que habían
muerto allí.
Aguad
recién empieza y no se sabe qué actuación tendrá.
Pero,
más allá de los K y su declamado odio visceral hacia las FFAA, odio
que aparentemente no tiene Macri, pero no le basta para cambiar el paradigma.
Los
argentinos, salvo un minúsculo grupo que defiende a las FFAA, en general, han
comprado lo que ha venido vendiendo el periodismo desde todos los medios, por
convicción o por ser políticamente correctos:
Todo
aquel que lleve un uniforme, es un genocida, sin atenuantes.
Hubo genocidas,
hubo crímenes horrendos, estos últimos de ambos lados.
Porque
no hubo un solo lado, fueron dos.
Los
terroristas empezaron una guerra delirante, en el país con los obreros mejor
pagos de Latinoamérica.
La
izquierda tuvo la inteligencia de manejar bien la opinión publicada.
La
opinión publicada “ad nauseam” pasa a formar parte internalizada de la opinión
pública.
Si
la gente cree que todas las FFAA (sin particularizar) son genocidas, los
gobiernos (este, del que se esperaba mayor distancia del error), se
olvidan en el presupuesto de las necesidades de las FFAA.
No
se habla de salarios, se habla de mantenimiento de aquello que las justifica,
armas, misiles, tanques de última generación, buques, submarinos, aviones, todo
aquello que hace al trabajo de los que deben defender la nación. Porque esa fue
y es su razón de ser.
Pequeñísimo
recordatorio:
Sin
el regimiento de Patricios no hubiera existido el 25/5/1810.
Son
previas a la nación, lucharon y murieron para que la nación existiera.
Es
tiempo de recordar estos hechos.
Los
70 pasaron, hubo juicios justos y la
mayoría, injustos.
Aún
hay que juzgar a los que perdieron la guerra con las armas y la ganaron en los
medios.
Los
argentinos solemos aprender de las desgracias.
Hasta
el momento la “puesto a punto” del ARA San Juan (dijo Rossi 2014), está
desaparecido, la solidaridad internacional ayuda a una armada paupérrima, que
no cuenta con los insumos de los demás países del G20…
Al
que pertenecemos.
Quizás
la presumible tragedia de los 44 valientes que asumieron el trabajo de
custodiar nuestra frontera marítima, quizás esta terrible tragedia nos
sensibilice con respecto a las FFAA.
Menos
ministerios y más presupuesto para armar debidamente a las FFAA.
Tenerlas
en este estado, nunca más.
Nos
debemos, a partir del suceso del ARA San Juan, un gran debate nacional,
¿queremos, si o
no, tener FFAA?
Si
no queremos, hay que disolverlas y ahorrarnos lo poco que no cuestan, pero algo
es algo o si las queremos hay que armarlas como lo están los países limítrofes.
Gracias
a Dios no tenemos hipótesis de conflicto con ningún país del mundo, pero
tenemos fronteras con varios y unos 500.000km2 de superficie marítima.
Somos
apetecibles y sin FFAA o en el estado actual, Argentina es un regalo para
cualquiera.
Nos
debemos un cambio de paradigma.
Los corajudos
argentinos que hoy se animan a entrar y formar parte de las FFAA, a pesar de la
mala paga y sobre todo de lo mal vistos que van a ser por sus conciudadanos,
convencidos que estos forman parte de una mafia asesina, no se merecen ese
prejuicio.
Esos corajudos
que forman parte de las tres armas, son servidores y defensores de nuestra
patria.
Siempre
y cuando tengan con qué hacerlo y sobre todo, si el resto de los argentinos los
miran como lo que son, personas preparadas para estar en tiempo y forma en los
lugares en que los necesitemos.
Pero
para eso tenemos que barrer con las telarañas que nos invaden.
Tenemos
que cambiar el paradigma.
Los
argentinos, tan dados a generar divisiones, por los 44 valientes del ARA San
Juan,
cerremos la
brecha entre civiles y FFAA.
*Paradigma:
ejemplo o modelo de algo.
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