"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 17 de diciembre de 2017

Romance del jubilado y la muerte.

Todos sabemos lo que pasó con las jubilaciones a lo largo de décadas.
El veto del 82%, el incumplimiento de fallos de la Corte, la confiscación de las AFJP.
En otros tiempos los Bocones en pesos y en dólares de Alfonsín, y así siguiendo.
Yo quiero referirme ahora únicamente a la fórmula de aplicación para los ajustes semestrales de los haberes.
Lo más breve y sencillo posible.

La fórmula actualmente en vigencia fue elaborada por Amado Boudou y compañía, y consiste básicamente en determinar los ajustes de haberes según el avance de la recaudación fiscal.
¿Por qué se hizo esto así...?
Porque como la patota de Moreno mentía con los índices, la inflación resultaba una cifra ridícula, en el orden del 8 o 9% anual mientras la realidad la colocaba en torno del 25 o 30%.

Ahora bien, como la recaudación fiscal en líneas generales está vinculada directamente con la tasa real de inflación, esto que comento era una clara señal de la mentira del INDEC pero ocasionaba un perjuicio enorme a los jubilados, lo que generaba un costo político enorme que la ex presidenta no estaba dispuesta a pagar.

¿Por qué la recaudación fiscal tiene relación directa con la inflación real?.
Muy simple.
Si suben los precios aumenta la recaudación de IVA, de Ganancias y de los demás impuestos en general en la misma proporción.
Pero resulta que a su vez la recaudación fiscal tiene otros componentes.
Por ejemplo una baja en los tributos, como la quita de las retenciones a las exportaciones o la suba de los mínimos no imponibles y demás, juega en el sentido inverso al bajar la recaudación y hacer entonces que los ajustes a los jubilados puedan llegar a tener una merma respecto de la tasa de inflación.
En otras palabras: la recaudación fiscal sigue a la inflación en la medida en que las condiciones sean más o menos las mismas.
Si no, puede haber desvíos importantes hacia un lado o hacia el otro.

La fórmula "consensuada" y no votada por la acción de la mafia fascista y sus adláteres, tiene una parte asociada a la inflación (el 70%) y otra a las subas de salarios (30%).
Es un híbrido también pero que impide las distorsiones que mencioné.

Yo escuché al constitucionalista Sabsay decir que una baja en el ajuste de los haberes sería inconstitucional y estimo que tiene razón.

Los sueldos no pueden bajarse porque así está establecido.
Esto más allá de que a lo largo de la historia muchas veces, incluso en nuestro país, los sueldos bajan porque los ajustes que se hacen son sobre la inflación pasada, lo cual significa que a lo largo de todo un año, los trabajadores pierden poder adquisitivo.
El ajuste paritario restituye el valor original, pero no hay "bonos" para la diferencia que fue perdiéndose a lo largo del año transcurrido.
Me gustaría saber qué opina Sabsay de esto.
Pero también puede ocurrir que en un contexto de baja de la recaudación fiscal, el ajuste a los jubilados esté por debajo de la inflación con la fórmula actual, y si ello ocurre también sería inconstitucional.
Sólo pretendo explicar con esto las causas del problema.

No sé cuál es la mejor solución, sólo sé que la barbarie fascista condujo a que se pergeñara una fórmula de ajuste inapropiada.
Que puede haber mala fe, puede haberla.
Claro que sí.
No puedo afirmar que no.
Pero baste recordar que las retenciones a las exportaciones son un impuesto "distorsivo" y transitorio que el propio Roberto Lavagna se encargó de calificarlo mientras él mismo era ministro.
El argumento era la crisis luego de la debacle de 2001.
Y si un impuesto distorsivo se quita, la suba de la recaudación merma.
Y si merma, en posible que el ajuste a los jubilados sea menor.
Es un ejemplo.
Estamos entonces ante un intento de arreglo de otro de los desarreglos producidos por una patota irresponsable, que intentó corregir su propia mentira usando una fórmula mágica.

Pero esa mentira fue la que terminó haciendo que en el país hubiera estadísticamente "menos pobres que en Alemania" y por eso finalmente el inefable Sr. Kicillof dejó de difundir los índices de pobreza, porque prácticamente éramos todos ricos.
Claro, si salarios y jubilaciones subían 25 o 30% por año, y la inflación era del 9, en tres años andaríamos todos en yate y tendríamos una casa con pileta.
Y no está demás volver a recordar que 300.000 jubilados que se murieron sin cobrar los ajustes dispuestos por la justicia durante los años del régimen kirchnerista.
Y esto es así porque muchos de ellos accionaron legalmente ya que sólo se ajustaban las inflaciones mínimas durante varios años, mermando así el poder adquisitivo de quienes no tenían la jubilación mínima.

Otra tarea para la opinión del Dr. Sabsay, ¿no?


Héctor Blas Trillo

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