Por
Jorge Lanata
Los
únicos argumentos K frente a los delitos probados son intentar demostrar que
los otros sin iguales.
El
poder como guarida y una división que no se cierra sin Justicia, escribió el periodista
en su columna.
Fiel
a su costumbre de que lo que no se nombra no sucede, el kirchnerismo sigue en
silencio respecto de cualquiera de los delitos de los que fue protagonista.
Aún
en medio de la lenta y venal máquina de la justicia hay hoy 28 empresarios y ex
funcionarios de Cristina en las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz.
Son, para los K, “presos políticos”,
perseguidos por su pensamiento sobre el rol del Estado, la Patria
Latinoamericana y las asignaciones por hijo.
Están
encarcelados por su lucha social.
El
problema son las propiedades, los barcos, los aviones, las cuentas en efectivo,
las cajas de seguridad, los bolsos en el convento, las empresas, la evasión y
las joyas.
Nadie
entra en detalles y la única estrategia K fue darse un baño de agua cívica y
buenos modales para entrar a los comicios con el ánimo conciliador de cerrar la
grieta.
Da
toda la sensación de que, si ganaran, los huéspedes de
Ezeiza y Marcos Paz serían liberados de inmediato.
Pero
no lo dicen.
El
peronismo tiene una larga tradición en amnistías.
Cerrar
la grieta sin castigo sería suicida y la mejor garantía de que todo volvería a
pasar, pero bajo una lente de realidad aumentada.
En
el fondo piensan que los compañeros caídos en desgracia no hicieron mal en
robar, sino en haber sido descubiertos.
“Aquél
la hizo bien”,
se dice cuando no quedaron huellas.
“Este es un
traidor”,
se califica a los arrepentidos.
Nada
indica que, de volver al gobierno, la lógica de Néstor de robar para la
política vaya a ser modificada.
La sostienen
desde los setenta, cuando robaban con armas y han pasado ahora a robar con
lapiceras.
Jorge
Lanata | “Ilusión electoral”
A
nivel personal han empeorado:
Antes “combatían” en la clandestinidad y ahora
exponen a sus hijos en los directorios.
Mantienen, también, las mismas
estrategias de ataque:
Creen que acusar a otro de lo mismo los vuelve inocentes
a ellos.
Si Stornelli coimeó, los cuadernos se disuelven.
En este maratón de
negaciones algunos de los candidatos más importantes esperan aún que se defina
su situación judicial en varias causas.
Podrían estar detenidos a la hora del
comicio, pero ni siquiera mencionan el punto.
Los
únicos argumentos K frente a los delitos probados son Panamá Papers,
Calcaterra, Quintana, Correo.
Los repiten como una letanía.
Demostrar que los
otros son iguales.
El poder, así, se transforma en una guarida.
Cerrar la
grieta sin justicia es de la frivolidad de un productor de TV que lleva a su
panel uno a favor y otro en contra.
Desencantados con Macri y temerosos del
kirchnerismo pensamos que nos merecemos poco...
No nos importa que todo quede
impune si las tarifas pueden bajar de nuevo.
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