Por
Christian Sanz
"Sinceramente"... no tan sincero.
Aún
no ha salido a la venta.
Sin
embargo, ya mismo se sabe de qué habla y se presume lo que omite.
Se
trata de "Sinceramente", el libro que Cristina Kirchner acaba de
publicar y que saldrá a la venta en pocas horas.
Allí,
la primera mandataria refiere a Mauricio Macri, el papa Francisco, Néstor
Kirchner, Daniel Scioli, la obra pública e incluso el polémico memorándum con
Irán, entre otros tópicos.
Incluso se mete
en el barro de la política respecto de la llegada de Néstor Kirchner al sillón
de Rivadavia:
"Tuvimos
una discusión fuerte vinculada a la alianza electoral con Duhalde para
enfrentar a Carlos Menem en las elecciones presidenciales en 2003.
Yo no quería;
insistía en que era una losa que no íbamos a poder levantar.
Sin embargo,
Néstor estaba convencido de que era una alianza necesaria.
Trabajaba en
todos los frentes para convencerme, también en el familiar", sostiene
Cristina en su obra de 600 páginas.
La
mayoría de esas anécdotas son incomprobables.
Por
caso, ¿quién podría refutar una conversación de la otrora presidenta con su
fallecido marido?
¿O
quién podría corroborarla?
No
obstante, más que sus comentarios, es más interesante puntualizar acerca de las
omisiones de la ex jefa de Estado en su voluminoso libro.
Por caso, nada
refiere acerca de la evaporación de los fondos de Santa Cruz, que hoy
ascenderían a la friolera de 1.000 millones de dólares y que desaparecieron de
la noche a la mañana.
Tampoco menciona
nada sobre la firma Conarpesa, aquella que ayudó a Néstor Kirchner a
llegar al poder en 2003 y que siempre se vinculó al tráfico de drogas.
Menos aún
Cristina hace referencia a la manera en que logró que su patrimonio logró
crecer 3.540% en apenas ocho años, motivo por el cual fue investigada en
el año 2009, en el marco de una vergonzosa investigación judicial que está a
punto de reabrirse.
Su
propio ex contador, Víctor Manzanares, reveló que el juez que investigó ese
caso, Norberto Oyarbide, cobró ocho millones de dólares por sobreseer al
entonces matrimonio presidencial.
Tampoco
revela en su libro la ex mandataria cuáles habrían sido sus clientes como "abogada exitosa", ni
tampoco qué juicios habría ganado en su carácter de letrada.
Es
curioso, porque en el año 2012, en plena Universidad de Harvard, Cristina
aseguró que había hecho fortuna como tal. El siguiente video no deja mentir:
Pero
hay más:
Cristina nada
menciona sobre la intervención al INDEC ni tampoco acerca de la destrucción de
las estadísticas de inseguridad a partir del año 2009.
Menos
aún se encontrará en su libro la persecución que ha hecho a periodistas y
opositores, espionaje mediante.
Ciertamente, fue
una de las etapas más oscuras de su gobierno y el de su marido, de la cual
quien escribe estas líneas fue una víctima directa.
Hay
mucho más, otros temas que Cristina no menciona en su obra, todos ellos
incómodos a la hora de ser referenciados por ella.
Como si el mero
hecho de ignorarlos hiciera que abrevaran en el olvido de la memoria colectiva.
Ello
no ocurrirá, mal que le pese.
El
daño que ha hecho la ex presidenta es imposible de borrar, por más que insista en escribir un millón de libros plagados de
anécdotas improbables.
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