Malú
Kikuchi
El
martes 14/5, terminado el horario judicial, la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, le pidió al tribunal Oral Federal Nº 2, que le entregara el expediente
de la causa sobre la obra pública en la provincia de Santa Cruz.
Pidió
el original del expediente.
El
juicio debería comenzar el 21/5.
Los
denunciados en esta causa son: Cristina Fernández, Lázaro Báez, Julio De Vido,
José López (los bolsos en el convento) y Carlos Kirchner, primo de Néstor. El
juicio que debía comenzar en febrero, se postergó por la enfermedad de uno de
jueces, que luego murió.
Debe
comenzar el 21/5.
Hay
que aclarar que:
La
Corte es el último refugio de los ciudadanos.
La
Corte nunca interviene antes que un tribunal inferior decida en un juicio.
De
hacerlo (no se debe hacer) se pediría la copia de los expedientes, no
el original, sin el cual el tribunal que debe juzgar no puede actuar.
Los
denunciados apelaron a la Corte alegando muchas fallas en las denuncias, en
particular falta de pruebas.
Todas
esas “fallas” se pueden dilucidar durante el juico titulado “Vialidad”.
Toda
persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario.
Si
se es inocente, se exige probarlo.
Pareciera
que no es el caso de los denunciados en este juicio.
Todos,
los militantes K y los que no lo son, esperan
que el juicio suceda, para probar inocencia o culpa.
Por
lo menos eso debería ser lo correcto.
Ante
la noticia de la Corte, en un claro
movimiento muy oscuro, la sociedad se desconcertó.
Las
redes sociales y los medios, explotaron, de los dos lados.
“El
poder es la impunidad”, decía Yabran.
Y
se pensó que la Argentina no tenía remedio, que la salida pasaba por Ezeiza,
que era el fin de la República.
Se
barajaron todas las probabilidades que pudieran haber dado pie a esta
inverosímil medida de la Corte.
Las
más frecuentes fueron:
La
Corte actuó así por odio a Macri,
para favorecer a Cristina, por miedo a que Cristina llegara a ser presidente y
haga “tronar el escarmiento”.
Por odio a Carlos Rosenkrantz (presidente de la
Corte que votó en solitaria disidencia) y lo
más degradante…
Se
habló de pagos a los jueces de la Corte.
Todas las
opciones barajadas son terribles y fuera de cualquier tipo de jurisprudencia.
La
Corte no tiene tiempos, el juicio se podía parar indeterminadamente.
Hasta
la próxima presidencia.
Si
se reelegía a Macri o llegaba una 3ª opción, habría juicio, si se elegía a CFK, desaparecería.
Y
en el momento en que la noche de la Patria era más negra, la sociedad
reaccionó.
A
través de las redes se convocó a un cacerolazo a las 21hs del 15/5 y a firmar
un change org contra la medida.
Hasta
ahora se han conseguido 280.000 firmas y el cacerolazo se dio en todo el
país.
La
Corte aclaró el 16/5 que el juicio se realizará el 21/5.
Dio
explicaciones difíciles de entender.
.
Pero si la sociedad reacciona demostrando que está compuesta por ciudadanos,
todo es posible.
No importan, aunque tener una Corte sospechada de
militancia o corrupción, es
terrible
Con
ciudadanos, no con habitantes, con personas preocupadas por la justicia de la
que carece hasta ahora el poder judicial, se puede.
Reconstruir
una casa es mucho más engorroso, difícil e incómodo que construirla desde cero.
Los
arreglos molestan mucho.
Hoy
son necesarios.
Volvió
la esperanza…
Los
argentinos se manifiestan no solamente por problemas económicos, son capaces de
hacerlo por cuestiones más estructurales que hacen a la Patria.
Con
esta reacción social, seguida de la marcha atrás de la Corte, creer en la
República, es posible, se puede.
Se
puede, se puede.
Sólo
de nosotros depende...
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