En
Wall Street creen que Cristina Kirchner mostró que no tiene los votos para
ganarle a Mauricio Macri
En
Nueva York interpretan el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández como un
reconocimiento de debilidad electoral
Por
Francisco Seminario
En
Wall Street siguen de cerca los movimientos políticos de la Argentina
"Es como si
Game of Thrones se hubiera congelado en el anteúltimo capítulo", graficó un
estratega de inversiones de un banco neoyorquino.
En
ese estado de expectativa e incertidumbre se encuentran los analistas de Wall
Street que día a día siguen los avatares de la política argentina.
Todos
los pronósticos para el capítulo final quedan de momento suspendidos.
Todavía
falta mucho para la primera vuelta electoral y más aún para la segunda.
El
escenario sigue abierto y mucho dependerá de la evolución de la economía.
Pero
pasada la primera sorpresa algunos expertos de Nueva York y Washington
coinciden en resaltar un dato de impacto político inmediato:
El
reconocimiento implícito de debilidad electoral que supuso la decisión de Cristina
Kirchner de colocar a Alberto Fernández al frente de la fórmula presidencial.
El
mercado lo interpretó ayer bajo esa misma luz, por eso no hubo sobresaltos en
Wall Street.
Sólo con los
votos del kirchnerismo duro, razonan los analistas con algún voluntarismo, no
le alcanza a la ex presidenta para derrotar a Mauricio Macri.
"Quedó
claro que las posturas radicales no pueden ganar en la Argentina", resumió
a Infobae Walter Molano, economista jefe para mercados emergentes de BCP
Securities, de Nueva York.
Desde
ese punto de vista, el centro obtuvo ya un primer triunfo, aún antes de
competir.
Una
derrota simbólica similar sufrió la ex presidenta cuando debió elegir a Daniel
Scioli como candidato en 2015, recuerdan.
Pero en este
caso el revés para Cristina Kirchner es doble, dijo Molano,
porque ese centro peronista que pretendió conquistar con Alberto Fernández como
abanderado no se unificó detrás de su candidatura.
"Cristina
jugó a tomar el control del partido pero no lo logró, y ahora además va como
candidata a vice", señaló el experto.
A
su juicio, el escenario está hoy más o menos donde estaba una semana atrás, con
una diferencia que puede modificar el tablero:
El
gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, asoma
como "el gran ganador" porque luego de su triunfo en la
provincia quedó posicionado para convertirse en el conductor del peronismo
moderado, donde "no hay lugar
para la ex presidenta".
Su
voluntad de liderar ese espacio, si la tiene, empezará a verse con más nitidez
en los próximos días.
Benjamin
Gedan, responsable del Argentina Project del Woodrow Wilson Center, en
Washington, cree que el gesto de Cristina fue "demasiado tímido" como
para ser exitoso.
"Si se
hubiera autoexcluido, quizá hubiera logrado unificar al peronismo y darle así
un golpe de gracia a los sueños reeleccionistas de Mauricio Macri", indicó a
Infobae.
"Al
permanecer en la fórmula, seguirá ahuyentando a los peronistas moderados y a
los votantes indecisos, desilusionados con Cambiemos pero traumatizados aún con
la corrupción cristinista y con las divisiones políticas como para permitirle
siquiera acercarse a la Casa Rosada", completó el experto.
La
presencia de la ex presidenta en Comodoro Py será hoy un recordatorio para ese
electorado que por ahora no tiene dueño, al que todos intentarán seducir.
Así
y todo, hay interpretaciones diferentes, que recomiendan mirar con cautela.
Para
Daniel Kerner, especialista para América latina del Eurasia Group, la
unificación de la oferta peronista es todavía una moneda que gira en el aire.
"Habrá
que esperar para ver si fue exitosa o no", dijo a Infobae
sobre la jugada de la ex Presidente.
Ese
éxito, sostuvo, se va a medir por su capacidad de expandir el espacio
kirchnerista, algo que para el experto es una posibilidad cierta, aunque
"va a depender de qué tan desordenado quede Altenativa Federal y, sobre
todo, de lo que haga (Sergio) Massa".
"También
van a ser importantes las señales que dé Alberto Fernández sobre qué va a hacer
en el poder si gana, hoy eso es todavía confuso", agregó Kerner. Según el
especialista del Eurasia Group, el ex jefe de Gabinete kirchnerista es un
"pragmático" que cuando participó de la mesa chica de los Kirchner "fue uno de los defensores de las
políticas más racionales, tenía buena relación con el Grupo Clarín y era uno de
los operadores políticos más astutos del gobierno".
Esto
podría traducirse en "una mayor predisposición a negociar con el FMI, a
evitar un default y a resistir las inclinaciones más intervencionistas de
Cristina y algunos de sus asesores", indicó Kerner.
Pero
el gran interrogante es quién de los dos tendría la última palabra.
"Ella
parece estar dando un paso atrás para asegurar su victoria, no para perder
influencia", concluyó.
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